BELLAS Y AIROSAS/ Ola Bustos: Feminista, maestra y amiga

ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO

¡Bailemos, Elvira! ¿Cuándo vamos a poder estar otra vez en Estambul con esta luna hermosa, esta música maravillosa y esta noche esplendorosa?

SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Mis ganas de retirarme del lugar o sentarme en cualquier rincón desaparecieron al escuchar a Olga Bustos. De inmediato nuestras manos se tomaron como las buenas aliadas que ya éramos, reímos con gran complicidad y vimos el amanecer sin dejar de bailar durante la ceremonia de clausura del congreso donde coincidimos.

Ese recuerdo lo guardo con mucho cariño porque siempre he creído que ella se fue demasiado pronto, aunque se ha quedado en nuestro corazón para siempre. El 6 de abril de 2013 pude despedirla acariciando con cariño el cristal de su ataúd, pese a las lágrimas sonreí con ternura, nos recordé aquella vez en Turquía.

Olga Bustos llegó a mi vida cuando no encontraba ni un solo texto que me ayudara a explicar la situación de las mujeres en la radio, cine y televisión. Busqué apoyó en el Programa Interdisciplinario de Estudios sobre la Mujer (PIEM) y me facilitaron un texto firmado por Olga Bustos donde señalaba que “a pesar de los cambios que empiezan a operarse, todavía por lo que respecta a la mujer, los estereotipos más difundidos por los medios masivos son: a) la mujer como sexo débil; b) el lugar de la mujer: el hogar; c) la mujer como objeto sexual y consumidora; d) la mujer «liberada» y e) la mujer asalariada.” Los explicaba con sencillez, pero al mismo tiempo con gran profundidad, citando autores representativos y ejemplificando con total precisión.

Al poco tiempo me convertí en reportera de revista Fem y fui asignada a cubrir el IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe. Una jovencita delgada, voz ronquita y ojos claros se acercó a nuestra oficina de prensa, fue una grata sorpresa descubrir que se trataba de Olga Bustos, nos recomendó mesas de trabajo, platicó con nosotras sobre la importancia de que se abrieran espacios académicos centros de estudios de la mujer y desde ese momento nuestra complicidad quedó marcada al reconocernos como interesadas en la presencia de las mujeres en los medios.

Fue así como pude atestiguar la gran labor que ella inició, desarrolló y consolidó en el área académica de Psicología de la UNAM. Fue ahí donde por primera vez se fundó un espacio especializado en el estudio de las mujeres, del que fue coordinadora durante varios años. Fue pionera en abrir foros para abordar el tema de comunicación y periodismo desde una postura feminista. De igual manera, abrió una representativa línea de investigación al identificar la presencia de las mujeres en las universidades, las carreras elegidas y las licenciaturas donde no era tradicional que se integraran.

En 1993 participamos en el seminario “La mujer y los medios de comunicación: una perspectiva de género”, en Cocoyoc, Morelos. Los tres días fueron de gran aprendizaje ya que participamos 28 especialistas en el tema. Olga Bustos analizó la imagen femenina en las telenovelas. Aceptó que, si bien existía un avance porque ya se hablaba en ellas de aborto, violación, divorcio y otros problemas que afectaban a las mexicanas. Advertía que aún permanecía la imagen estereotipada de la chica bella, buena y sufrida que se casaba para ser feliz, frente a la de la mala que quizá́ se había superado profesionalmente pero que era frívola e insensible.

Cuando fue presidenta de la Federación Mexicana de Universitarias (Femu), nos invitó a sumarnos con ella y así empecé a participar en esta organización. Gracias a su liderazgo conocí a muchas mujeres que se reconocían como feministas en la comunidad académica. Durante esos días admiré más su compromiso e incansable labor por los derechos de la mujer.

En alguna ocasión me invitaron a un programa de televisión para hablar sobre los estereotipos, fue muy grato que al llegar al lugar encontrara ahí a Olga Bustos. Nos pusimos al corriente de nuestras vidas personales, mientras la maquillista polveaba nuestro rostro. Al llegar al foro, la entrevistadora, Adela Micha, empezó a cuestionarnos y, sin ponernos de acuerdo, Olga y yo respondíamos fortaleciendo la respuesta de la otra, dando ejemplos muy puntuales, ofreciendo una lección con sencillez a una comunicadora que nos felicitó por las respuestas y explicaciones ofrecidas sobre el tema. Yo no llevaba coche y mi querida amiga se ofreció a llevarme hasta mi casa. Charlamos con gran entusiasmo, apostando que estos temas estaban ganando espacios y que debíamos aprovecharlos para encontrar más aliadas. En esa época ya había publicado diversos libros, entre ellos: “Qué dicen las académicas acerca de la UNAM”; “Saber y poder. Testimonios de directoras de la UNAM”; “Estudios de género y feminismo”, y “Ni tan fuertes ni tan frágiles”.

Cuando me fui a vivir a Pachuca la invité varias veces a dar conferencias en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo. Siempre sencilla se ganaba la admiración de quienes llegaban a escucharla. Profunda y crítica, era imposible no poner atención a sus exposiciones, de inmediato buscabas sus textos.

Cuando me compartió la noticia del cáncer que padecía mis ojos se nublaron, pero tomó mi mano para asegurarme que lucharía hasta el fin y lo hizo con una fuerza admirable. Nunca volvimos a hablar de ello, algunas veces pensaba que lo había vencido y esperaba el milagro. Otras ocasiones la veía más delgadita y frágil, pero jamás se dio por vencida.

Nunca dejó de analizar los medios de comunicación y exploró otras temáticas donde también su presencia fue definitiva para hacerlas visibles, para actuar y buscar el cambio con la acción. En una entrevista le preguntaron qué significaba ser mujer y respondió:

Ser mujer significa algo importante en la vida pues es estar llena de fortaleza, de planes, de aspiraciones, de insertarme dentro de una sociedad y poder proponer cambios. Y bueno, tampoco excluyo que el hecho de ser mujer en esta sociedad todavía es difícil porque todavía hay muchos lugares donde opera la exclusión y discriminación.

Ya van 12 años sin ella, puedo citar sus ideas y reflexiones, pero extraño su optimismo, su visión crítica, su gran calidez. Olga Bustos Romero fue pionera en la academia feminista mexicana, nos abrió muchos caminos y generosa te acompañaba para explicarte y motivarte. Olga, siempre feminista, maestra y amiga.

www.entresemana.mx

Check Also

BELLAS Y AIROSAS/ Amparo Dávila… Todo empezó en Zacatecas

ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Amparo Dávila tenía una mirada gatuna, la gran escritora …