
CARLOS LEÓN
Para comenzar, ¿quién era este personaje?, para muchos mexicanos era desconocido hasta su asesinato. Charles James Kirk, nació en Arlington Heighs, Illinois, el 14 de octubre de 1993, -tenía 31 años-. Fue un activista político conservador estadounidense, quien cofundó Turing Point Usa (TPUSA), con William T. Montgomery en 2012. Como director de TPUSA, expandió la influencia de la organización mediante iniciativas como la Lista de Profesores en Vigilancia, a la vez que recaudaba millones de dólares en donaciones. En 2019 fundó Turing Point Action, una organización de incidencia política y más adelante junto con el pastor pentecostal Roby McCoy, formó Turing Point Faith, cuyo objetivo era movilizar a las comunidades religiosas en torno a temas conservadores.
Aliado clave de Donald Trump, promovió públicamente las causas conservadoras (ultraderecha) y afines a Trump, como negar el consenso científico sobre el cambio climático, así como desinformación sobre el COVID-19.
Se opuso fervientemente al control de armas y el periódico Washington Post lo describió como “una de las voces más prominentes de la derecha”.
En sus discursos radicales, hablaba sobre la supremacía racial y llegó a justificar el genocidio en Gaza. Dentro de sus frases polémicas está una, que sin duda, marcó su pensamiento y su fin: “ Creo que vale la pena pagar, por desgracia, algunas muertes por arma de fuego cada año para que podamos tener la Segunda Enmienda y proteger nuestros demás derechos divinos…”
El pasado 10 de septiembre fue asesinado de un disparo en el cuello mientras hablaba en un evento de TPUSA en el campus de la Universidad de Valle de Utah, como parte de sus prolongados debates públicos en instituciones de educación superior en todo Estados Unidos.
Como era de esperarse la reacción en los medios fue inmediata y se acusó de su muerte a la izquierda radical en los Estados Unidos. Lo importante era -como siempre lo hacen, echarle al culpa a alguien más y si es de izquierda y moreno con mayor razón- Pero el problema es: “existe la izquierda radical”, así como otras invenciones como el “Cartel de los Soles”. El FBI, identificó al joven blanco, Tyler Robinson de 22 años como el sospechoso del asesinato del activista Charlie Kirk.
Lo que se ha dicho con respecto a este asesinato es que refleja las disputas internas entre los diferentes grupos de poder: entre el MAGA y el Sionismo.
La importancia de Kirk para Trump se vio reflejada al informarse sobre una condecoración, su féretro fue trasladado en el avión presidencial y su funeral se convirtió en un evento masivo, político.
Las reacciones en México tampoco se hicieron esperar:
“… su asesinato es un atentado contra todos quienes compartimos esos principios, porque hoy ser de derecha, desgraciadamente representa un peligro para miles de activistas y de políticos a quienes los enemigos del debate y de la libertad quieren silenciar. No podemos permitir que el miedo y la estigmatización ganen. El ejemplo de Charlie Kirk debe motivarnos a redoblar nuestra lucha a lo largo del mundo. A decir abiertamente: si soy de derecha, si creo en la vida y en la familia, si creo en el orden público, creo en el gobierno limitado, si creo en la libertad religiosa, si soy patriota, soy cristiano. Ese es el homenaje que le debemos a este joven que a partir de hoy, se convierte en un símbolo. A la juventud mexicana les hago este llamado, investiguen sobre Charlie Kirk, y encuentren en él la inspiración para las batallas por venir en nuestro país. Y recemos por él, por su familia y por todos los que compartimos su lucha. Soy Lilly Tellez, Senadora de México”.
La Oposición tenía la esperanza de que Salinas Pliego se convirtiera en una especie de Charlie Kirk a la mexicana, claro sin la edad, sin la elocuencia de sus palabras, eso sí con muchas groserías. Pero al poco tiempo de que anunciara su movimiento MAAC, Movimiento Anticrímen y Anticorrupción, el 15 de septiembre y enfrentarse abiertamente al gobierno de Claudia Sheinbaum tras invitar a los mexicanos a ”definirse en dos campos: el del “comunismo” -es decir, del gobierno y de Morena—que arrojaría a México hacia un destino de “miseria”, como en Venezuela o en Cuba; o el suyo, el lado de la “innovación, la competencia” y la “prosperidad”. Tuvo que pagar una fianza de 25 millones de dólares y así evitar fuera detenido en ese país por una presunta deuda relacionada con la venta de uno de sus negocios a la compañía estadounidense AT&T.
Ese argumento del Comunismo o de que vamos a ser Venezuela o Cuba lo vienen diciendo, desde incluso antes de que López Obrador llegara a la Presidencia en 2018, claro que al llegar al cargo, se incrementó la narrativa. Lo que nunca dicen es: -no hablando ni defendiendo a quienes están en el poder-, es un bloqueo de años que impide que las economías puedan desarrollarse normalmente, impuesto por los Estados Unidos.
Salinas habla de una supuesta miseria, donde se acaba de anunciar por parte del INEGI, que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, sacó de la pobreza extrema a más de 13 millones de mexicanos, gracias a los programas y políticas implementadas durante su sexenio.
Salinas habla de que con él se reflejaría la innovación, la competencia y la prosperidad: Si a la innovación le llama tener a un enorme grupo de abogados que buscan cualquier resquicio y/o hendidura o corrupción para no cumplir la ley y pagar sus impuestos como los demás empresarios y cualquier mexicano. Si a la competencia la entiende en pagar una mano de obra muy barata a sus empleados para tener mayores ingresos y ganarle a su competencia. Y cuando habla de la prosperidad, seguramente habla de la de él mismo, ya que se la pasa subiendo videos de sus viajes, yate y vida de lujos. Como siempre terminamos con un par de dichos: “Más rápido cae un hablador que un cojo” y “Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que dice”.
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