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CARLOS LEÓN
En una inesperada muestra de congruencia partidista, las dos cámaras del Congreso estadounidense aprobaron un proyecto de ley que obligaría al Departamento de Justicia a hacer públicos los archivos sobre Jeffrey Epstein.
Tras meses de bloqueos por parte del Partido republicano, el apoyo conseguido fue inusual por abrumador y por la rapidez con la que el trámite fue aceptado. En el Senado, el líder de la minoría, el demócrata Chuck Schumer, solicitó a sus pares aprobar el proyecto con un mecanismo exprés llamado consenso unánime. Ningún senador de la Cámara se opuso, con una aprobación de 427 a 1, por lo que el proyecto de ley será enviado al presidente Trump para su firma. De ser firmado por el presidente, el proyecto de ley obliga a su publicación dentro de 30 días de todos los archivos y comunicaciones relacionadas con Epstein, así como cualquier otra información sobre la investigación de su muerte en una prisión federal, mientras esperaba juicio en 2019 por cargos de abuso sexual y tráfico de menores.
Circulan numerosas teorías y reportes que especulan sobre los nexos de Epstein con el Mossad, la agencia de inteligencia de Israel. Aunque no existe evidencia sólida que lo demuestre de manera concluyente. En torno a Epstein hay una enorme red de contactos poderosos, también existió una enorme impunidad que le permitió operar sin problema durante años.
A partir de que Donald Trump firme el proyecto, pasarán 30 días para que todos los archivos se den a conocer, y se conocerá lo que todos los medios, políticos y sociedad en general sospechaban: la gran relación entre Epstein y Trump y su actuación en las famosas fiestas y en la “Isla Bonita”. Hay que recordar que en esa “democracia” tan suigéneris, su actual presidente fue declarado culpable de 34 cargos de falsificación de registros comerciales, y por su participación en el plan para evitar que la estrella de cine para adultos, Stromy Daniels, hiciera públicas las acusaciones de un amorío con el expresidente poco antes de las elecciones de 2016. El exabogado de Trump, Michael Cohen, implicó al expresidente en el plan de pago de dinero por silencio, pues aseguró repartió 130 mil dólares con la aprobación de Trump. Los fiscales alegaron que Trump falsificó documentos intencionalmente para ocultar su pago a Cohen. Fue un juicio amañado, soy inocente, dijo Trump al salir de la corte donde fue declarado culpable.
El pasado octubre fue de enormes marchas con millones de participantes (se calcularon 7 millones), en diferentes ciudades norteamericanas: Nueva York, Washington, Chicago, Miami y Los Ángeles. Las calles repletas de gente que se manifestó contra las políticas del gobierno y portaba cárteles con lemas como “Democracia, no a la monarquía ” y “La Constitución no es opcional”. Las políticas del presidente Trump han afectado a los estadounidenses a través de políticas económicas, migratorias y de salud. Económicamente, se han visto efectos negativos por los aranceles que ha impuesto, con la enorme escalada de precios. En cuanto a la migración se han implementado medidas fascistas por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) por sus siglas en inglés, que han generado pánico y temor a la deportación por parte de las comunidades latinas y sobre todo las mexicanas, afectando fuertemente a los propios empresarios que dan trabajo e esos inmigrantes. En salud, se debilitó el Affordable Care Act (Obamacare) y se suspendieron pagos a aseguradoras.
En respuesta Donald Trump, publicó un video realizado con IA, donde vestido de Rey sube a un avión de combate y desecha excremento sobre los manifestantes.
En 1997 una película llamada Wag the Dog, (titulada en hispanoamerica) Escándalo e la Casa Blanca, es una película estadounidense dirigida por Barry Levinson. Sus principales protagonistas son Dustin Hoffman y Robert De Niro. El argumento trata -haciendo una analogía del escándalo que había ocurrido con el Presidente Bill Clinton y la becaria Mónica Lewinsky- de que El presidente de Estados Unidos es sorprendido haciendo insinuaciones a una menor de edad en el despacho oval a menos de dos semanas antes de las elecciones. Conrad Brean (Robert De Niro), un consultor, es traído por la asistente presidencial Winifred Ames (Anne Heche) para desviar la atención pública del escándalo. El asesor decide construir una guerra ficticia contra Albania, esperando que los medios de comunicación se concentren en eso. Brean se pone en contacto con el productor de Hollywod, Stanley Motss (Dustin Hoffman), para crear la guerra, con un tema musical y una filmación. El engaño es exitoso, con el presidente ganando terreno rápidamente en las encuestas.
Ha diferencia de la película donde la guerra es ficticia, el Presidente Trump ha ordenado a su marina el despliegue de numerosos buques de guerra, aeronaves de combate y personal militar en el mar Caribe y aguas de América Latina para “combatir los cárteles de droga“. Washington asegura que el despliegue forma parte de una operación contra el narcotráfico, y acusa al gobierno de Venezuela y sobre todo al Presidente Nicolás Maduro de ser el líder del Cártel de los Soles.
Al respecto el Presidente Maduro, ha anunciado su propio despliegue de fuerzas militares y milicias desde agosto y ha informado que cuenta con 5 mil misiles de fabricación rusa para su defensa.
Desde el inicio de esas operaciones, Estados Unidos ha destruido al menos 20 lanchas “presuntamente cargadas de droga” y asesinando extrajudicialmente a 75 personas.
En la película el asesor Conrad (Robert de Niro) se encuentra en la casa del productor Stanley Motss (Dustin Hoffman) y están viendo la televisión y en las noticias comentan sobre la acusación al presidente. Stanley Motss hace el comentario “ese tío está jodido”. Luego se ve en la televisión una conferencia de prensa de la Casa Blanca, donde los reporteros preguntan sobre algunos rumores -que por cierto Conrad. (Robert De Niro),fue quien pidió que se difundieran-. Conrad le pregunta al productor Motss: Que cree usted que podría contener el escándalo? El contesta.- Nada, nada, nada, creo que le faltaría una guerra. Lo cual Conrad asienta con la cabeza. Motss dice: Bromea y el mismo se contesta: no Bromea. Los seguidores de Trump seguirán apoyando a este criminal -no lo digo yo, lo dijo el juez que lo declaró culpable de 34 cargos-, o este inminente escándalo sexual terminará por que pague sus múltiples fechorías, no sólo con la silla presidencial, sino con la cárcel. “Cosas veredes, amigo Sancho”. “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
