
CARLOS LEÓN
A menos de un mes de terminar la exposición -27 de julio- “La revolución impresionista: de Monet a Matisse del Museo de Arte de Dallas” en el Museo del Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México, y con más de 250 mil visitantes, de acuerdo a las cifras del director del Museo: Daniel Garza Usabiaga. Todavía hay oportunidad de conocer a algunos de los principales representantes de este movimiento artístico, que comenzó oficialmente en 1874 en la primera exposición, que fue conocida cómo el salón de los rechazados. Los artistas de la época, en Francia, sólo contaban con el salón oficial de París, y un grupo de artistas y académicos conservadores, eran los que escogían las obras de acuerdo a los cánones temáticos y artísticos de la época, y aquellos que no cumplían con esos requerimientos, eran rechazados. Así los artistas -que más adelante serán conocidos como “impresionistas”-, de manera peyorativa por un crítico, Louis Leroy, que así los nombró al ver el cuadro de Monet, “Impresión sol Naciente” y describir de esta manera el estilo de los artistas, se reunieron para exhibir por primera vez sus obras, en el local de su amigo fotógrafo Nadar. Esta fue la primera de 8 exposiciones, de 1874 a 1886 y aunque es cierto que en primera instancia fueron rechazados también por el público que no entendía el estilo, y por ende no vendían sus obras, más adelante serían apreciados y reconocidos en todo el mundo.
La exposición “La revolución impresionista: de Monet a Matisse”, se divide en cuatro núcleos temáticos que guían al visitante a través de los cambios del impresionismo y su impacto en el arte moderno. La pinturas se dividen en:
Rebeldes con Causa.- aquí encontramos a algunos de los primeros exponentes del movimiento como Monet y Pissarro, en este núcleo nos explican el porqué de su estilo implica una rebeldía: Su temática costumbrista, su estilo de pinceladas sueltas -que fue entendido como bocetos y no obras terminadas- fue lo que les trajo una feroz crítica. También podemos admirar bodegones salidos de los pinceles de Renoir y Paul Cézanne. Una temática menor de acuerdo a los críticos, y que los impresionistas implementaron en formatos pequeños, que fueron realizados acordes a los departamentos parisinos, para sus potenciales clientes.
Notas de Campo.- Se enfoca en la técnica paisajística y del uso de la luz y el color característicos del impresionismo. Si bien es cierto que la Escuela de Barbizón ya habían explotado este estilo al aire libre, los impresionistas con sus pinceladas sueltas y rápidas, con la implementación de colocar directamente los colores en el lienzo, lograron un estilo propio y único. Aquí encontramos una de sus obras: “El estanque de los Nenúfares” de Monet, así como su paisaje “Valle Buona, cerca de Bordighera”. También podemos admirar a Berthe Morisot, única mujer dentro de los iniciadores del movimiento, quien participó en 7 de las 8 exposiciones, con su obra “El Puerto de Niza”, que pintó -en un viaje con su familia- y lo hizo desde un bote, debido a las miradas curiosas de la gente. También podemos admirar una obra de estilo puntillista de Paul Signac, principal alumno de Seurat quien desarrolló este estilo, que coloca puntos de color y que magnifica la sensación visual, -se presentó en la última exposición impresionista en 1886- y que significó una ruptura de los impresionistas.
Efectos Secundarios.- Explora cómo el impresionismo influyó en otros artistas y movimientos posteriores como el postimpresionismo. Aquí encontramos artistas como Paul Gauguin, quien fuera un corredor de bolsa y que pintaba los domingos como pasatiempo. Al conocer a Camile Pissarro, comprarle cuadros y hacerse amigos, fue quien lo alentó para que se dedicara de lleno a pintar. Así participó en seis de las ocho exposiciones impresionistas. En esta sala podemos admirar una de sus obras “Debajo del Pandano”, de 1891 y que retrata una escena de la vida en Tahití. Colores vibrantes y formas estilizadas son características del estilo postimpresionista del artista. En esta sala podemos apreciar los cambios de estilo, pero sobre todo la búsqueda de un arte moderno. Otro de los artistas que podemos admirar es Vincent Van Gogh y su obra “Gavillas de trigo”, pintura cargada de simbolismo: los ciclos de la vida, con fuertes trazos y colores, realizada a unos meses de su muerte.
Para Siempre.- Reflexiona sobre el legado duradero del impresionismo y su impacto en el arte contemporáneo siendo reconocido como el primer movimiento de ruptura, el primer ismo. En esta sala podemos admirar algunos de los artistas que serán los precursores de movimientos importantes en el siglo XX. André Derain con su obra “Barcos pesqueros en L´Estanque” este artista fue a visitar al pintor Seurat para conocer su obra y estilo puntillista, aquí podemos apreciar su influencia, aunque ya no son puntos, ahora encontramos manchas de colores que se acercan al abstraccionismo. También podemos acercarnos a Ludwing Kircher, con su “Bodegón con lírios”, quien será el iniciador de unos de los movimientos importantes de inicios de siglo: el Expresionismo Alemán. Edvard Munch, más reconocido por su obra “El Grito”, en esta exposición se presenta su pintura “Bosque en Turingia”, un claro ejemplo del expresionismo, y de su preocupación por la naturaleza y su deforestación, donde se aprecia un grito de la naturaleza con esos colores fuertes y agresivos. También podemos apreciar otros artistas en una época diferente y un cambio de estilo al que estamos acostumbrados a ver como Piet Mondrian, normalmente lo recordamos por su pintura abstracta, por su cuadros y rectángulos de colores, aquí se presentan varias obras, una de ellas “Granja cerca de Duivendrecht, al atardecer”, que representa una escena rural con una granja, capturando la luz del atardecer y el reflejo del agua. En esta obra podemos ver el interés de Mondrian en las formas y estructuras lineales que más tarde evolucionaran hacia su estilo abstracto. Y por último Henri Matisse y su obra “Bodegón: Ramo y Compotera” del año 1925, se enmarca dentro del Fauvismo, un estilo caracterizado por el uso de colores fuertes. Aquí también Matisse experimenta con su bodegón, así como lo hicieran los impresionistas 50 años atrás. No se pierdan la oportunidad de conocer estas 45 obras provenientes del Museo de Arte de Dallas.
El horario es de martes a domingo de 10:00 A 18:00 horas, la entrada tiene un costo de $95 pesos. Los domingos la entrada es gratuita, y entre semana la entrada también lo es para estudiantes, profesores y personas de la tercera edad que muestren su credencial.
Y terminando la exposición no pierdan la oportunidad de ir al tercer piso y disfrutar de las pinturas de nuestros grandes muralistas: Diego Rivera, Siqueiros, Orozco, Tamayo, González Camarena (por cierto también hay una exposición de sus obras), Roberto Montenegro, Rina Lazo y Manuel Rodríguez Lozano.
Así que no dejen para mañana si la pueden visitar hoy, y sobre todo antes de que se acerque el día de su clausura y las colas para entrar sean muy largas. Más vale llegar a tiempo que rondar un año.
Entresemana Información entresemana que forma opinión