BAD HOMBRES/ 5 de Mayo y los conservadores

CARLOS LEÓN

Rememoramos nuevamente la victoria mexicana ante el ejército francés, el 5 de mayo de 1862, en Puebla de los Ángeles, ahora de Zaragoza.  Excelente momento para recordar este evento nacionalista, ahora, -como en esos tiempos- las amenazas de una intervención a manos de nuestro vecino del norte están latentes. El pretexto los cárteles mexicanos, la realidad, el deseo de sus vastos recursos naturales.  Trump está rodeado de halcones, quienes tienen preferencia por la intervención militar -como el recién nombrado embajador en México: Ronald Douglas Johnson, quien fue coronel de las fuerzas especiales del ejército norteamericano y trabajó en la CIA.

Invasión Francesa

El presidente Benito Juárez decretó la moratoria de deuda externa. En respuesta, los países acreedores: Inglaterra, España y Francia organizaron la alianza tripartita para exigir el pago.  Francia, vio la oportunidad de expandir su influencia geopolítica y crear un imperio en América, -aprovechando que Estados Unidos se encontraba enfrascado en una guerra civil-. En ese momento el ejército francés era considerado el mejor del mundo, al mando del emperador Napoleón III.  Esa soberbia de saberse “superiores” se ve claramente reflejada en la carta que Charles Ferdinand Latrille, conde de Lorencez envió a su majestad imperial de Francia: “Somos tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que, desde este momento, al mando de nuestros seis mil valientes soldados, ya soy el amo de México”.  Por su parte Ignacio Zaragoza al frente del Ejército de Oriente les dijo a sus tropas: “Puede ser que ellos sean el mejor ejército del mundo, pero nosotros somos los mejores hijos de México”.  Al final de la batalla del cinco de mayo, Zaragoza informó al ministro de Guerra, Miguel Blanco Múzquiz: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria. Las tropas francesas se portaron con valor en el combate y su jefe con torpeza”. Aunque finalmente Francia logró establecer un impero en México con Maximiliano de Habsburgo, la resistencia mexicana, liderada por Benito Juárez, fue constante y finalmente condujo a la derrota francesa en 1867 con el fusilamiento de Maximiliano, Miramón y Mejía en el cerro de las campanas en Querétaro, donde se libró la batalla decisiva entre las fuerzas republicanas y las fuerzas del imperio. Hay que recordar que el general Miguel Miramón fue un conservador mexicano quien se desempeñó como presidente de México en calidad de interino por el Partido Conservador bajo los principios del Plan de Tacubaya, en oposición al presidente Benito Juárez. Tras la instauración del Segundo Imperio Mexicano, Miramón apoyó a Maximiliano, siendo uno de los generales más destacados del ejército imperial. Asimismo, Tomas Mejía colaboró con el ejército invasor y fue un importante comandante del Segundo Imperio.

Conservadores, siempre Conservadores

Hay que destacar que fue un grupo de conservadores quienes formaron la comisión de viajar a Miramar y ofrecer la corona de México a Maximiliano, también como ya vimos, fueron generales conservadores quienes apoyaron al ejército invasor. Mejía y Miramón fueron acusados de traición a la patria y de sostener la guerra civil, siendo considerados un obstáculo para la paz y la consolidación de la República. La acusación central contra ellos fue haber apoyado al Imperio de Maximiliano.

Al día de hoy, aunque ya no existe la pena de fusilamiento por traición a la patria, -fue abolida en México en 2005- el Código Penal Federal, en su Libro Segundo, en su Título Primero, nos habla sobre los delitos contra la Seguridad de la Nación. En su Capítulo I.- sobre Traición a la Patria en sus artículos 123 al 126

Artículo 123.- Se impondrá la pena de prisión de cinco a cuarenta años y multa hasta de cincuenta mil pesos al mexicano que cometa traición a la patria en alguna de las formas siguientes: I.- Realice actos contra la independencia, soberanía o integridad de la Nación Mexicana con la finalidad de someterla a persona, grupo o gobierno extranjero; II.- Tome parte en actos de hostilidad en contra de la Nación, mediante acciones bélicas a las órdenes de un Estado extranjero o coopere con éste en alguna forma que pueda perjudicar a México (…) XI.- Invite a individuos de otro Estado para que hagan armas contra México o invadan el territorio nacional, sea cual fuere el motivo que se tome; si no se realiza cualquiera de estos hechos, se aplicará la pena de cuatro a ocho años de prisión y multa hasta de diez mil pesos;

En algunos meses pasados, legisladores conservadores como Marko Cortés Mendoza y Lilly Téllez del PAN, han pedido que se tipifique a los grupos del narcotráfico mexicano como terroristas.  En una publicación en X el 28 de diciembre de 2024, Marko Cortés insistió en nombrar como grupos terroristas a los cárteles mexicanos de la droga. En esa misma publicación posteó una infografía, en la que explica lo que el gobierno de los Estados Unidos, intentará: Ordenar ataques selectivos en contra de cárteles y cabecillas, incluso fuera de Estados Unidos. Aplicar la misma estrategia utilizada en 2019 contra ISIS. -Trump atacó con soldados estadounidenses el territorio sirio-. Imponer sanciones económicas, congelar activos, limitar viajes y procesar personas y gobiernos que apoyen a grupos criminales. Por su parte Lilly Téllez, le pidió ayuda a Elon Musk para que también México designe como “terroristas” a cárteles.  “Señor Elon Musk, por favor ayude a difundir la noticia en los Estados Unidos. Millones de nosotros en México queremos liberarnos del narcoestado. Queremos que los cárteles y sus aliados sean combatidos como terroristas”, escribió en su cuenta la senadora @LillyTellez.

En México, la posibilidad de acusar a un legislador de traición a la patria por sus dichos es muy limitada. El artículo 61 de la Constitución establece que los legisladores son inviolables por las opiniones que expresen en el desempeño de su cargo.  Así que en teoría no pueden ser sancionados, ni penal ni políticamente por sus declaraciones.  A pesar de la inviolabilidad de las opiniones, un legislador podría ser acusado de traición a la patria si se demostrara que sus palabras o acciones, además de ser dirigidas a un interés particular, tienen como objetivo la vulneración de la soberanía o independencia nacional.  Esto implicaría una investigación para determinar si hay evidencia de una relación directa con un actor extranjero y si el legislador actúa en interés de ese actor, en detrimento de los intereses nacionales.

Es el momento de apoyar a México, consumir sus productos, sus artesanías, viajar a sus pueblos mágicos, a sus pueblos con encanto, sus playas, su arqueología, degustar su increíble gastronomía, valorar cada una de sus fiestas, arte, historia, a valorarnos a nosotros mismos como herederos de una gran cultura, a nuestros paisanos en el extranjero que hacen una gran labor y son parte esencial de la economía de México y también de los Estados Unidos. México no necesita ser grande otra vez, siempre lo ha sido y lo ha demostrado, a pesar de quienes lo han saqueado, de quienes han rematado sus recursos, vendido sus bienes, de quienes han masacrado a su población, quienes han pauperizado la economía, el salario, las pensiones, y también de quienes han callado y o defendido esos gobiernos asesinos y saqueadores. Todos ellos han sido y son traidores a la patria. Por sus frutos los conocerás y el pez por su boca muere.

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