
CARLOS LEÓN
Al grito de América para los Americanos, el pirata naranja se lanzó al abordaje y roba, “incauta”, un gran barco petrolero. El presidente Donald Trump afirmó el miércoles pasado que la Guardia Costera de Estados Unidos incautó un petrolero frente a las costas de Venezuela, sin identificar al buque ni especificar dónde se interceptó. “Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un gran petrolero, muy grande, de hecho, el más grande que jamás se haya incautado”, declaró Trump a los periodistas de la Casa Blanca. El mandatario expresó que otras cosas estan sucediendo, pero no ofreció detalles adicionales, diciendo que hablaría más sobre el tema más adelante. Por su parte el Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, condenó la incautación como piratería, mientras Rusia y Cuba reiteraron su apoyo a Venezuela.
En otra parte del mundo, fuerzas especiales estadounidenses ingresaron a un barco con cargamento de China con destino a Irán a varios cientos de kilómetros de la costa de Sri Lanka y se apoderaron de la carga. La incursión forma parte de las acciones de la administración Trump destinadas a “interrumpir los esfuerzos de Irán por reconstruir el programa de misiles de Teherán” y las compras encubiertas a Beijing tras la llamada “guerra de 12 días”.
Desde el 2 de septiembre suman 23 botes destruidos en 22 ataques efectuados en aguas internacionales por orden del pirata naranja contra embarcaciones que presuntamente transportaba drogas, sin presentar ninguna prueba. Hasta el momento son al menos 87 las personas que han sido asesinadas en estos ataques en el Caribe y el Pacífico de manera extrajudicial.
El intervencionismo y los despojos de los recursos naturales han sido una constante de los Estados Unidos hacia Latinoamérica. El hecho de que se autodenominen América, que es el nombre del continente habla de que se creen dueños del mismo y por ello se sienten con todo el derecho de intervenir en aquellos países donde su gobierno no sea de su agrado o conveniencia. Así lo han hecho históricamente, la Doctrina Monroe fue una política exterior de los Estados Unidos, proclamada en 1823 por el presidente James Monroe, que advertía a las potencias europeas contra cualquier nueva colonización o intervención en América. Y la Doctrina Truman, fue una medida creada por el presidente Harry S. Truman en 1947, para dar un supuesto apoyo a los “pueblos libres que están resistiendo los intentos de subyugación por minorías armadas o por presiones exteriores”, ya que estos regímenes representaban una amenaza al capitalismo de los Estados Unidos, siendo directrices de ferviente tendencia anticomunista hasta el punto del fanatismo persecutorio de cualquier movimiento de izquierda política. Se buscaba y se busca luchar contra la propagación de la influencia rusa y sobre todo del Comunismo en Europa Occidental. Actualmente es lo mismo, Estados Unidos busca que China y Rusia tengan menos influencia de la que ya tienen en Latinoamérica, como es el caso de Brasil con los BRICS.
Hay que recordar que el 9/11 les otorgó a los Estados Unidos el pretexto idóneo para la intervención en países de Oriente Medio como parte de su “Guerra global contra el terrorismo”. El objetivo principal de la invasión de Afganistán en 2001 fue la de derrocar al régimen talibán que se negaba a entregar a Osama bin Laden, responsable de los ataques a las torres gemelas. Por eso es tan sensible utilizar la palabra terrorismo ya que los norteamericanos lo tienen como centro de sus prioridades y mueven sus antenas inmediatamente para poder justificar sus intervenciones militares directas.
Hemos visto cómo se están dando los cambios de regímenes en las elecciones recientes en países como Bolivia en las elecciones de octubre, donde después de casi 20 años de gobiernos de izquierda llega el centrista Rodrigo Paz. Hace casi dos décadas, Morales, un dirigente sindical cocalero asumió el poder en 2006 y fue lo primer líder indígena de Bolivia, quien buscó alianzas con Cuba, Venezuela y Rusia, y nacionalizó la industria del petróleo y el gas.
En las pasadas elecciones legislativas en Argentina, el Partido del presidente Javier Milei obtuvo una contundente victoria, en una prueba crucial para el gobierno, que según el presiente Trump, sería clave para decidir si Estados Unidos extendía un salvavidas financiero al país sudamericano, lo cual dicen algunos analistas “fue clave para que los argentinos votarán por esa ayuda”, la cual después de la victoria, Estados Unidos informó que no llegaría.
Chile acaba de comunicar sus resultados de las elecciones, anunciando que se acaba de dar el mayor giro a la derecha desde el retorno de la democracia hace 35 años. El ultraderechista José Antonio Kast es el presidente electo al lograr una amplia victoria sobre la llamada “comunista Jeannette Jara.
El próximo año 2026: Perú, Colombia y Brasil, tendrán elecciones presidenciales y en el 2007 será el turno para México y Guatemala. Seguramente estarán en la mira de los Estados Unidos y desde ahora estarán moviendo sus fichas del tablero y enormes recursos materiales para intentar colocar a sus candidatos y/o buscar descarrilar aquellos gobiernos que no les son afines.
Así los Estados Unidos, pero sobre todo la ultraderecha internacional, buscan continuar con su hegemonía narrativa que logre imponer a sus candidatos en los gobiernos, para que puedan, sin ningún problema expoliar los recursos naturales de los países como lo han venido haciendo desde hace décadas. “Cuando un ladrón ya no encuentra ocasión de robar, se cree un hombre honrado” y “Todo en el mundo es robar, y el que dude, que haga cuentas”.
Entresemana Información entresemana que forma opinión