SALVADOR MARTÍNEZ GARCÍA. Los hechos violentos de la pasada semana en cinco estados de la República llamó mucho la atención, no sólo por los graves hechos promovidos por grupos ligados al crimen organizado, sino también por el trasfondo político que conllevan.
Los sucesos del jueves, viernes, sábado y domingo no fueron aislados ni correspondieron a condiciones locales. Todo apunta, como se ha dicho, a una estrategia del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero no sólo por su molestia ante las efectivas operaciones en contra de algunas de sus células por parte de la Guardia Nacional, sino también por la situación política nacional.
Ésta vendría a ser la parte más preocupante de la situación, porque al tener motivaciones políticas tuvieron que haber en ellas políticos inmiscuidos y no solos los delincuentes que trabajan con Nemesio Oseguera Cervantes ampliamente conocido como El Mencho.
Y esta es la sustancia de los hechos ¿cuáles son los grupos políticos impulsores de la violencia? ¿Quiénes son los políticos a los que sólo les importan sus intereses personales y no los de la nación que promueven tan perversas acciones?
Quizá haya que buscar entre los gobernantes municipales y estatales de los estados mayormente controlados por el CJNG y entre los dirigentes y líderes de los partidos que los impulsaron y representan, cuidado con esa ruta.
SUSURROS
Ricardo Monreal Astuto, sagaz como es, no deja de hacer campaña para impulsar su conocido deseo de ser candidato a la presidencia de la República por Morena, pero mueve a risa que acuse al trío oficial de Claudia, Marcelo y Adán Augusto de hacerse promoción anticipada hasta con recursos públicos, cuando él, no ha dejado de utilizar todos los medios que el Senado le da para hacer lo propio.
Falta por lo menos un año para que Morena y los demás partidos políticos definan quiénes serán sus candidatos oficiales para la contienda electoral del 2024, pero hoy la batalla ésta abierta entre los suspirantes del cargo y no sólo entre Monreal y las tres corcholatas reconocidas sino también entre ellas mismas.
Los golpes bajo la mesa son más duros que los que Monreal avienta sin reparo y ello es el mayor riesgo para el partido que preside Mario Delgado Carrillo, quien hasta ahora a jalones y tirones ha logrado llevar con éxitos triunfos electores.
Veremos en los próximos meses que pasa con los aspirantes presidenciales y su partido, en el gobierno.
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