SALVADOR MARTÍNEZ G. Ante la imposibilidad de contar con un personaje sólido, de prestigio y reconocimiento popular la oposición decidió “echar montón” para llamar la atención en los prolegómenos de la contienda electoral para renovar la presidencia de la República.
En la Expo Reforma se dieron cita los organismos políticos integrados a la agrupación denominada Unid@s, entre los que se encuentran Sí Por México, Poder Ciudadano, Sociedad Civil México, Frente Cívico Nacional, UNE México y Unidos Por México, así como representantes de los partidos PAN, PRI y PRD, con la intención de integrar un frente común para competir por la presidencia de la República y formar un gobierno de coalición.
Al evento lo denominaron Foro Unidad y Gobiernos de Coalición para lograr una nueva alternancia democrática, y a él asistieron más de una docena de suspirantes de la Silla Presidencial para el periodo 2024-2030.
Las corcholatitas que a toda hora atacan al gobierno de la 4T pretenden aprovechar este foro para establecer una alianza ciudadana-política para México, condonando a la conformación de una coalición electoral y un gobierno de una sola candidatura.
Nada nuevo hubo en este encuentro retórico en el que un listado de conocidos y poco prestigiados políticos de distintos partidos y el sector privado se dieron cita para convocar a la ciudadanía a la participación política.
Nombres como los de Silvano Aureoles, Lilly Téllez, Miguel Ángel Mancera, Beatriz Paredes, Claudia Ruiz Massieu, Emilio Álvarez Icaza, Santiago Creel, Ildefonso Guajardo, Demetrio Sodi de la Tijera, Juan Carlos Romero Hicks, Enrique de la Madrid y Gustavo De Hoyos, son las corcholatitas que aspiran competir por el primer cargo de elección popular en México.
Mucho ruido pretenden hacer, pero pocas nueces podrán alcanzar sin un programa político que sea respaldado por las mayorías ciudadanas, hasta hoy con manifiestas simpatías hacia el movimiento de Andrés Manuel López Obrador y quien vaya a resultar ser el abanderado de Morena para sucederlo. Veremos.
SUSURROS
En menudo problema metió el director de Comunicación de la UNAM, Néstor Martínez Cristo, a la Máxima casa de Estudios del país al quedar al descubierto que durante años se ostentó como Maestro, sin contar con el grado académico de maestría obligatorio.
Un diario capitalino reveló que apenas este año el funcionario universitario registro su cédula de maestría de la SEP, número 13338827, cuando desde años atrás se hacía nombrar maestro.
Esto, como se advierte será otro dolor de cabeza para el rector Enrique Graue, quien no ha podido enfrentar el problema de los plagios en las tesis profesionales. Pero qué necesidad.
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