AUNQUE PESE/ ¿Dos caras del empresariado?

SALVADOR MARTÍNEZ G.

En la transición sexenal, muy alentador resultó el encuentro de la cuasi presidenta electa, Claudia Sheinbaum, con la máxima representación del empresariado nacional, mismo que, a diferencia de lo que algunos deseaban, ofreció su respaldo al próximo gobierno.

No fueron sólo palabras, sino también el compromiso de inversiones próximas y cercanas por más de 42 mil millones de dólares ya comprometidas.

Los integrantes del Comité Coordinador Empresarial (CCE), presidido por Francisco Cervantes y aglutinador de los organismos cúpula del sector privado, mostraron su satisfacción al planteamiento hecho por Sheinbaum en materia de la política económica por implementarse a partir del primero de octubre próximo.

El fantasma de la Reforma al Poder Judicial estuvo presente en la reunión, pero no espantó a nadie, máxime con lo expresado por la futura jefa de Gobierno en el sentido que no será una reforma autoritaria “ni busca la concentración de poder”, sino por el contrario, dar mayor autonomía a la Judicatura Federal.

Por ello, las palabras de Francisco Cervantes: “Con usted como la próxima presidenta de México, el Consejo Coordinador Empresarial, ratifica su voluntad de seguir trabajando con sensibilidad social y al mismo tiempo involucrarse decididamente en la agenda de prosperidad compartida que propone”.

De la inversión ofrecida, Femsa destinará 9 mil millones de dólares; TransCanada cuatro mil 500 millones de dólares; y México Pacific 15 mil millones de dólares, por sólo mencionar los capitales más grandes.

Con esto deberá desinflarse la burbuja especulativa para aumentar el precio del dólar sobre el peso y mantener con la capa caída al Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, a menos que los que ayer aplaudieron a Sheinbaum tengan otra cara, para a la vez buscar la desestabilización económica. Ya veremos.

SUSURROS

Para algunos analistas lo que suceda con las Empresas Productivas del Estado: Pemex y CFE, será fundamental para la viabilidad económica de México y no sólo a la soberanía energética.

Por ello resulta muy importante conocer quiénes serán los hombres o mujeres que dirijan los destinos de ambas instituciones.

Para muchos, la pretendida o supuesta llegada de Lázaro Cárdenas, nieto de “El Tata” e hijo de Cuauhtémoc, sería una garantía para continuar con la política petrolera nacionalista.

Para la CFE, el reto es mantener la generación eléctrica necesaria para satisfacer la creciente demanda industrial, comercial y social. Los nombres que se escuchan para tal responsabilidad son los de Marcelo Ebrard o Mario Delgado, pero bien pudiera ser otro, quizás hasta de corte más nacionalista, que dé mayor impulso al control eléctrico por parte del Estado.

[email protected] Twitter: @salvador_mtz

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