SALVADOR MARTÍNEZ GARCÍA. En el ánimo ciudadano sigue la duda si finalmente Enrique Peña Nieto sea el primer expresidente de México encarcelado en la época contemporánea.
Amplios sectores populares desearían verlo tras las rejas porque dejó muy mal sabor de boca durante su sexenio ante los excesos de corrupción y de lujo que se observó no sólo en el Gobierno Federal sino también en las administraciones estatales de varios de sus amigos, hoy presos o prófugos bajo proceso.
Se sabe que la Fiscalía General de la República (FGR) desde el 2020 inició la investigación confidencial al expresidente a través de la Sub Procuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales (Seido) para fincar responsabilidades por delitos de corrupción.
Para el gran público lo más atractivo sería la detención y encarcelamiento de Peña Nieto y algunos de sus colaboradores cercanos como Luis Videgaray, pero para los grupos políticos se presenta más atractivo por ahora, más que imputar delitos judicialmente, la contención de sus intereses electorales en el Estado de México, donde habrá elección para el próximo año.
Si se evita que el grupo mexiquense encabezado por Peña trabaje a favor del candidato opositor a Morena y sobre todo se impida que, como en la elección pasada que llevó al poder a Alfredo del Mazo, se impulsen las campañas con carretadas de billetes, el triunfo de Delfina Gómez estaría prácticamente asegurado.
De los analistas ninguno estima que Peña Nieto pueda ir a la cárcel, pero todos coinciden en que las investigaciones por parte la FGR son un “estate quieto” para el mexiquense del gran copete.
SUSURROS
Otra incógnita es quién sucederá en la SEP a Delfina Gómez Álvarez en los próximos días, cuando ésta abandone la Secretaría para iniciar la organización de Morena en el Estado de México con miras a las elecciones el 4 de junio próximo.
El ansioso columnista Mario Maldonado había dado por hecho que María Elena Álvarez-Buylla sustituiría a la maestra Gómez Álvarez, pero el propio presidente, Andrés Manuel López Obrador, la descartó sin querer lastimar mucho a la titular de del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Tras el golpe de no ser la elegida para la SEP, AMLO sobó el coscorrón a Álvarez-Buylla y sostuvo que ella no podía ser la Secretaria de Educación Pública porque aún no había terminado su buena labor al frente del Conacyt. ¿Usted cree?
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