>> El combate a la violencia necesita la construcción de una escuela basada en el respeto a las y los otros, y el reconocimiento de sus diferencias puntualiza Etelvina Sandoval Flores
>> La escuela debe constituirse como un espacio democrático, inclusivo y de contención afectiva, dijo
>> Expuso la conferencia “Las relaciones en la escuela. Entre la violencia y la desigualdad” en el marco del 33 aniversario del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio (ISIDM)
Ciudad de México, 11 de junio (entresemana.mx). Etelvina Sandoval Flores, integrante de la junta directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), destacó que la violencia en las escuelas constituye un problema estructural y público cuya atención requiere de la participación de la sociedad, la contribución de la comunidad para construir una escuela basada en el respeto a las y los otros, y que responda a las nuevas realidades.
En su conferencia “Las relaciones en la escuela. Entre la violencia y la desigualdad” dictada en el marco del 33 aniversario del Instituto Superior de Investigación y Docencia para el Magisterio (ISIDM), señaló que hoy más que nunca la escuela requiere constituirse como un espacio democrático, inclusivo y de contención afectiva que dé cabida a la reconfiguración de las relaciones pedagógicas entre estudiantes y docentes.
Acompañada de César Santoyo Muñoz, director del ISIDM, autoridades de la Secretaría de Educación del estado de Jalisco, estudiantes y docentes de ese instituto, Sandoval Flores enfatizó que las escuelas no deben ser arena de disputa entre los alumnos y las reglas establecidas, y consideró necesario reconocer las desigualdades que atraviesan a las y los jóvenes, y los aspectos que influyen en sus trayectorias escolares, así como abrir las formas de participación dentro del espacio escolar y reconocer a los jóvenes como sujetos capaces de significar, así como analizar y actuar en su vida y en el mundo que habitan.
Sandoval Flores resaltó que el problema de la violencia requiere repensar la figura de la maestra y el maestro, la organización de la escuela y la formación docente —inicial y continua— con base en esquemas que propicien el diálogo, la reflexión y la colaboración conjunta.
Finalmente, valoró que la propuesta curricular 2022 parta de una perspectiva de derechos humanos que se exprese en una vida libre de violencia y en una escuela que dé cabida a que niñas, niños y adolescentes expresen sus emociones y afectos.