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R. MONDRAGÓN M.
Seguramente Clara Brugada, jefa de gobierno de la CDMX no conoce la historia de la Calzada de Tlalpan.
Si la conociera, no le haría el daño que le está haciendo con su mega obra la ciclovía “La Gran Tenochtitlán”, que no es otra cosa que quitarle un carril con piezas de concreto prefabricadas, lo que se supone algún día serán estorbosas jardineras, que solo han generado más tráfico, contaminación y molestia de vecinos y comerciantes.
La Calzada de Tlalpan fue construida por el imperio mexica en 1432 para conectar a Tenochtitlan con Mexicaltzingo, Mixhuca, y Churubusco entre otros pueblos, fue también importante vía para el comercio de la época. En 1519 entraron los conquistadores, teniendo el primer encuentro entre Hernán Cortés y el emperador Moctezuma.
Esto es un poco de historia de la Calzada que conecta al Sur con el Centro de la ciudad y que ahora le han puesto unas horrorosas moles de concreto, según con la finalidad de recibir a los cinco millones de turistas nacionales y extranjeros que vendrán al Mundial de Futbol en bicicleta.
Las autoridades capitalinas deberían de preocuparse y ocuparse en tapar los miles de baches que hay en todas las calles de la ciudad, que son un peligro para ciclistas, motociclistas y automovilistas que circulan en la ciudad de México, eso sí sería una gran obra con la que todos estaríamos de acuerdo.
OTROS ASUNTOS
El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, aseguró que el presupuesto 2026 enviado al Congreso de la Unión por la presidenta Claudia Sheinbaum, es un reflejo de humanismo social que tiene como prioridad el bienestar de las familias mexicanas, sin aumentar impuestos como el IVA o ISR. “Los programas sociales recibirán una inversión histórica, beneficiando a más del 80 por ciento de la población con la Pensión para Adultos Mayores, Mujeres Bienestar y Personas con discapacidad entre otros”.
Enloquecidos por el poder que les da la mayoría que tienen en la Cámara de Diputados, Armando Corona Arvizu, diputado guinda, presentó una iniciativa en la que propone de tres a seis años de prisión y multas de 300 a 600 días de salario mínimo a quienes “ridiculicen” con memes, stickers o inteligencia artificial, que dañen la reputación o dignidad de las personas y si la “víctima” es un político en funciones la pena será mayor.
La llamada “Ley Anti-Stickers», del diputado Corona Arvizu, busca reformar el Código Penal Federal, para castigar el uso de herramientas digitales con fines de burla, especialmente si se trata de servidores públicos, con la excusa de proteger el ciberacoso.
No es la primera vez que los legisladores de Morena intentan regular este contenido, el diputado Ricardo Monreal, presentó “La Ley Anti-Memes», la cual fue duramente criticada lo que motivó a que la retirara.
El poder que tienen les ha hecho la piel de cebolla no soportan las críticas, para evitar las burlas que tanto les molesta, deberían de ser más cuidadosos con lo que dicen y hacen. Que para hacer el ridículo se pintan solos.
