R. MONDRAGÓN M.
El pasado 26 de diciembre la línea aérea Mexicana de Aviación celebró su primer aniversario como aerolínea del estado.
Leobardo Ávila Bojórquez, director general de la aerolínea, informó que en un año de operaciones trasportó a 382 mil once pasajeros, en más de siete mil vuelos, lo que equivale a nueve mil 673 horas de vuelo y seis millones de kilómetros recorridos.
Estas triunfalistas declaraciones de Ávila Bojórquez contrastan con lo que informó el pasado día 6 en su página de internet la línea aérea del pueblo, que dejará de volar en ocho de sus 18 rutas.
Para Pablo Casas, director general del Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico-Aeronáuticas, Mexicana de Aviación es un barril sin fondo y sin despegar, que opera al 49 por ciento de su cupo por avión, además de estar subsidiada con recursos públicos.
Según especialistas en la industria aérea para que Mexicana de Aviación pudiera despegar, faltó planeación y estrategia, no se hicieron los estudios de mercado necesarios de las rutas que iba a operar, no se revisó la viabilidad y ahora tienen que hacer una reestructuración general.
Para el gobierno federal la cancelación de las ocho rutas se debe a una revisión y en los próximos días se llevará a cabo una reunión con los directivos y autoridades correspondientes para presentar el plan estratégico para 2025.
“Algunos de los aviones son rentados, se tiene que renovar esa renta, van a llegar nuevos aviones y se está analizando cuáles rutas tuvieron más pasajeros y cuáles menos”, aseguró Claudia Sheinbaum.
La realidad es que Mexicana, solo cuenta con dos aviones, que fueron cedidos por las Fuerzas Armadas y que fueron comprados en el sexenio del presidente Felipe Calderón, villano favorito de la 4t y que se terminarán de pagar hasta el 2031.
Al fracaso de la línea aérea del gobierno federal hay que sumarle, el aeropuerto sin pasajeros, la refinería que opera al nueve por ciento de su capacidad, la mega farmacia sin medicamento, servicio médico como el de Dinamarca, en fin, la lista es larga y conforme pase el tiempo se irá incrementado.
LOS MUERTOS SON CULPABLES DE SU MUERTE
Para Alfonso Durazo Montaño, gobernador de Sonora, el 97.2 por ciento de las personas que fueron asesinadas en su estado, es porque se esmeraron en crear “entornos de riesgo”.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, hasta noviembre del 2024 en Sonora mil 332 personas perdieron la vida de forma violenta, entre ellos hombres, mujeres, niños inocentes.
Para el gobernador Durazo Montaño solo 37 personas fueron asesinadas injustamente, los mil 295 restantes se esmeraron en buscar su muerte.
“Los familiares se inconforman con la ausencia de uno de los integrantes, en el 97.2 por cientos de los homicidios que ocurren en el estado, las víctimas se esmeraron en el transcurso de su vida en crear un entorno de riego”, aseguró Durazo Montaño, exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de los “Abrazos, no balazos”.
Con ese gobernador para qué quieren enemigos.