“El destino se ríe de las probabilidades.” – Edward George Bulwer-Lytton.
LUIS RAMÍREZ BAQUEIRO (Veracruz). Vaya fin de semana que tuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de esos de pesadilla, de horror.
Cuando pensaba que las tenía todas consigo, calculó mal sus movimientos e intentó apretar de más la tuerca provocando que el tigre que ya de por si es arisco le respondiera retozón.
El mismo AMLO dijo el 29 de septiembre del 2020 que si un día marchaban más de cien mil ciudadanos en su contra se iría a La Chingada; ayer en el país marchamos muchos en contra de su propuesta electoral, pero haga de cuenta que fue en contra suya… ¿A qué horas se va? Sería la pregunta.
El sustito lo habría obligado a dejar la presidencia, siempre y cuando tuviera palabra, pero como sabemos que eso es lo que menos tiene, el presidente salió con su frase célebre esperada, “la manifestación en respaldo al INE parece más un “striptease” de carácter político que otra cosa.
Lo cierto es que los cerca de 4 millones estimados que participaron en todas las plazas ya son evidencia de un hartazgo generalizado en muchas áreas, en donde la 4T prometió un cambio, y terminó siendo la misma falacia, solo que revolcada.
Por su parte la heredera de Morena y de su presidente López Obrador a sucederlo, Claudia Sheibaum Pardo Rebolledo se paseó por tierras tuxpeñas, así como denostando que algo importante pasará en la capital, como si su mitin con maestros todos acarreados, no fuera la evidencia de que a 4T práctica las mismas mañanas que el priismo recalcitrante de antaño.
Queda claro que, de ser la fórmula del presidente, Cuitláhuac García Jiménez quedará en los cuernos de la luna en la siguiente administración, algo parecido al efecto Duarte-Peña Nieto, que le garantizará toda la impunidad que el viejo régimen le pudo brindar, claro hasta que se pasó de tueste y de abuso.
Pero lo cierto es que más allá de la pesadilla para el presidente López Obrador, la realidad es que la sociedad ha mandado un mensaje claro y contundente, que los diputados federales deberán asumir con mucho cuidado porque donde pretendan votar bajo consigna el resultado de su acción será inmensamente proporcional al repudió en la próxima elección.
México quiere elecciones transparentes, independientes del control del Gobierno Federal, por ello se luchó y batalló por años, como para que por los sueños opiáceos de un Maximato redimido se pretenda instaurar una pseuda democracia ramplona, en donde a todas luces se construye un intento de dictadura.
La pregunta de los 64 mil pesos será ahora ¿Quién devolverá la paz y el orden al tigre, al que por testerear le los bigotes resultaron más de dos con tremendos zarpazos?
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx