“Hasta la desgracia llega a cansarse.” – Lucio Anneo Séneca.
LUIS RAMÍREZ BAQUEIRO
(Veracruz). Dice el refrán popular “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar” y es que este resabio sirve como le gusta al presidente Andrés Manuel López Obrador, como anillo al dedo para describir dos recursos que escasean seriamente en Veracruz.
Por un lado, el agua, conformada por su famosa fórmula química H2O que aparentemente en Veracruz era un recurso interminable hoy en tiempos de la 4T ya no es así, y aun cuando la culpa no es directamente de quienes hoy son Gobierno, la realidad es que han sido parte del problema.
Y es que, desde la llegada del régimen transformador, el avance del cambio climático es inminente, y la extrema sequía se ha recrudecido como resultado de la incapacidad para atender una problemática que crece a cada instante.
La tala inmoderada en las diversas regiones de la entidad, aunado al crecimiento urbano desmedido, sin planeación y mucho menos planes de desarrollo urbano con visión ecológica nos están llevando literalmente a la extinción.
Apenas este lunes la región capital del estado se colapsó por el cierre vehicular de la Carretera Federal México – Veracruz a la altura del CETis 134 “Manuel Mier y Terán”, del municipio de Banderilla en protesta por la falta de abastecimiento de agua potable, pues reclaman que llevan tres meses sin el servicio.
Los reclamos de vecinos de las colonias Ocotita, Chaltepec, Salvador Díaz Mirón, La Haciendita y Temac quienes demandaban el abastecimiento del agua, llevó el asunto al punto de la confrontación física contra la autoridad municipal.
El presidente municipal de Banderilla, David Sangabriel Bonilla fue agredido a huevazos y con desperdicios orgánicos por los mismos habitantes de su municipio ante su incapacidad para responder a la problemática del desabasto del vital líquido.
Evidentemente, un problema de orden estructural rebasa la capacidad de un munícipe que a duras penas cuenta con la preparación para gobernar su municipalidad, evidencia fiel de lo que es la 4T.
Bien ha señalado el presidente López Obrador, es preferible tener políticos con 90 por ciento de honestidad y 10 de capacidad, que una bola de corruptos, solo que omitió señalar, que estos son 90 por ciento corruptos y 10 por ciento honestos.
Del otro lado, la justicia, esa que debe ser pronta y expedita, pero que en Veracruz se encuentra ausente, porque aquí eso no se opera así, al contrario, es totalmente dirigida y operada por un cartel de mafiosos funcionarios que al amparo del poder que detentan han cometido una lista interminable de arbitrariedades y delitos escudados en el cargo y fuero que confieren.
Presos políticos, ciudadanos encarcelados por la maquinación de delitos a modo, jueces encarcelados por no obedecer las directrices emanadas del mismo Poder Ejecutivo, quien embriagado del elixir que produce el poder, han sucumbido al grave error de abusar del mismo, atentando contra la sociedad entera.
El punto de quiebre llegará este martes, cuando la Fiscalía General del Estado (FGE) a cargo de Verónica Hernández Giadáns intente arremeter contra la periodista Claudia Guerrero Martínez, a la que ha citado como parte de una carpeta de investigación en su contra.
Y por supuesto que ya sabemos cómo se las gasta la FGE en eso de elaborar carpetas de investigación, pretendiendo acallar a una de las voces críticas del actual régimen.
Pero qué esperanzas de encontrar estos dos recursos en Veracruz, hoy ausentes, hoy escasos, cuando quienes deben procurar acercar los dos a la sociedad, están más embriagados del efímero poder que les dio una elección en la que el gran tlatoani los arrastró a la victoria.
Porque seamos honestos, quien en su sano juicio hubiera votado por ellos, sin no ir en la boleta electoral junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en eso de arrastre y popularidad es un fenómeno político-social inexplicable e incomprensible para toda la oposición, que solo ve, como termina de afinar su Maximato funesto.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx