Ante creciente violencia, AMESP intercambia experiencias y conocimientos con otros países, para mejorar sus servicios

 

 

>> La Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada se reunió con sus similares de Argentina y Colombia

>> La seguridad privada colabora en el combate a la inseguridad en áreas en los que los gobiernos no pueden hacerlo

>> AMESP, es la agrupación más grande e importante de este sector en México y América Latina

Ciudad de México, 11 de julio (entresemana.mx). Ante un panorama en el que América Latina cuenta con las 10 ciudades más violentas en el mundo, la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), la organización más grande y plural de la Seguridad Privada en México y América Latina, inició acercamiento con sus similares en países de la región, a fin de intercambiar conocimientos y experiencias para la prevención y combate a la inseguridad que priva en sus naciones.

Encabezada por su presidente, capitán Salvador López Contreras, la AMESP, que agrupa en México a las 181 empresas nacionales e internacionales, más grandes e importantes que legalmente están establecidas en nuestro país y que cuenta con el 30 por ciento del total nacional de trabajadores de la industria de la seguridad privada, sostuvo que estos encuentros son con el propósito de enriquecer conocimientos y aportar experiencia de otras naciones, a fin de dar soluciones concretas al problema de inseguridad que se vive día a día.

Dichos encuentros, que se dan en el marco del décimo aniversario de la AMESP, han sido hasta el momento con dirigentes de asociaciones similares de Argentina y Colombia, quienes también están preocupadas por el notable crecimiento de la delincuencia común y organizada en toda la región de América Latina, pues reconocen que “en nuestros países tenemos ya todas las evoluciones de las formas del crimen organizado”.

Con Argentina, se reunió con la dirigencia del Consejo Argentino para la Seguridad Integrada (CAPSI), encabezada por su vicepresidente Pablo Correnti, el secretario nacional Edgardo Glavinich, la coordinadora Legal Celina Muguruza y el asesor del Consejo Asesor, Juan José Vega.

Vinculado a esto enfrentamos, señalaron, algunos problemas relacionados con las políticas públicas instrumentadas en la materia, las cuales están dando evidencia de que sus resultados no eran los esperados o no son la estrategia adecuada para la amenaza y los riesgos que estamos enfrentando.

Por ello celebraron la realización de este tipo de reuniones de intercambio de conocimientos y experiencias, a fin de trabajar en conjunto para ver cuál es el modelo de gestión necesario para cada territorio y cuáles son los marcos normativos necesarios.

Señalaron que en algunas regiones las empresas de seguridad privada terminan siendo un auxiliar en el combate a la inseguridad del sitio, sin que se les reconozca. En otros casos toman funciones que eran propias del Estado al ser incapaces estos de dar respuestas adecuadas a problemas como son el caso del sector ciberseguridad.

De Colombia, la reunión fue con la Asociación Colombiana de Seguridad (ASOSEC), la cual compartió sus experiencias, aprendizajes y retos de la Seguridad Privada, con la ponencia del Licenciado Carlos Alfonso Boshell Norman en representación de su presidente Gabriel Berrío Álvarez.

En su presentación informó que en Colombia la seguridad privada aporta el 1.2 por ciento del producto interno bruto del país y está considerada como una industria de primer nivel. Existen 10 mil 531 entes de seguridad que se dedican a la seguridad privada en esa nación sudamericana, con 380 mil elementos. Esto es superior a las fuerzas militares y la policía del país. Y esto va en crecimiento.

Dijo que con motivo de la pandemia por Covid19 cerraron todos los sectores de la economía del país, menos, 3, el de la salud, cadenas de suministro y el de la seguridad y vigilancia. Este año crecieron en 40 mil puestos de trabajo adicionales, en todas las modalidades del sector como guardia, ciberseguridad, caninos, etcétera.

Carlos Alfonso Boshell manifestó que esta industria en su país ha tenido en los últimos años una gran transformación porque dedica gran importancia a los temas de capacitación de su personal operativo.

Manifestó que una característica especial, es que en Colombia sólo el gobierno puede producir, fabricar e importar armas. Tiene el monopolio de estas. Y la seguridad privada, obtiene estas del gobierno, mediante permiso y licencia y nadie más.

Ahí también, la seguridad es un servicio público primario, es decir. El Estado tiene un control de este servicio. La seguridad privada en Colombia tiene un soporte jurídico, pero no está actualizado ni modernizado, desde finales del siglo pasado y no permite la existencia de capitales extranjeros en la seguridad privada.

En México, en tanto, la seguridad privada, donde la AMESP, es la agrupación más grande e importante, produce casi el 2% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. Cuenta con 30 Centros de Evaluación de Competencias laborales, para la profesionalización de sus directivos y trabajadores.

Tiene presencia con oficinas matrices de sus Asociados en 22 Estados de la República, y cobertura nacional en servicios. Entre sus principales objetivos se encuentran la regularización de todas las empresas de seguridad privada que existen en el país, la expedición de una Ley General de Seguridad Privada, la creación de una Cámara de la Industria de la Seguridad Privada y la constante capacitación de su personal.

Ambas reuniones, que se desarrollaron en forma virtual, fueron coordinadas por la Comisión de Asuntos Internacionales de la AMESP, a cargo de Enrique Tapia.

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