ANÁLISIS A FONDO/ Marcha lopezobradorista histórica

>> Incalculable la cantidad de manifestantes: el zócalo, insuficiente

>> Asistieron simpatizantes de todo México y de EU y Canadá

FRANCISCO GÓMEZ MAZA. Imposible la reconciliación entre los mexicanos polarizados, pero por la desigualdad económica y social, que no es de la que habla, y pide acabar, el senador Ricardo Monreal. La polarización estuvo latente ayer domingo 27 de noviembre, a propósito de la marcha morenista, lopezobradorista, encabezada por el propio mandatario.

La marcha de cientos de miles de personas de todas las clases sociales no parecía integrada por acarreados, como aseguró y asegura cualquier integrante de las derechas -enemigas, no adversarias- del presidente López Obrador, Los manifestantes iniciaron la marcha en el Ángel de la Independencia y sus integrantes ya no alcanzaron un espacio en la plancha del zócalo, que ya estaba abarrotada, en fiesta popular, a la espera de la arenga presidencial en conmemoración de los cuatro años de la Cuarta Transformación.

Provenientes de todos los rincones del país, los miembros de Morena y simpatizantes lopezobradoristas, así como mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos y Canadá, integraron la populosa e interminable marcha por el Paseo de la Reforma, que se conformó desde la noche del sábado para domingo, con una fiesta popular alrededor del Ángel de la Independencia.

Los manifestantes no escatimaron elogios, porras, felicitaciones y vivas al presidente de la república, ante el asombro del mundo y la rabia de los opositores, que viendo la magnitud del apoyo popular al mandatario no les quedó más que machacar que al evento político popular sólo iban acarreados. La verdad es que no tuvieron ningún argumento para cuestionar el enorme apoyo popular al mandatario, pese a los errores que ha tenido en la conducción de la cosa pública.

Si tomamos en cuenta la reacción de los grupos de las derechas, ante la enorme marcha lopezobradorista de ayer, nadie puede afirmar que los manifestantes, contados por cientos de miles, y quizá millones, llegaron a apoyar al mandatario a cambio de una torta, un frutsi, una camiseta, un gorro, o por 300 ó 500 pesos, como lo aseguran los periodistas que perdieron canonjías y cochupos a la llegada a Palacio Nacional del tabasqueño.

A cuatro años de la magna concentración humana, que celebró el triunfo de Andrés Manuel López Obrador en el 2018, por poco más de 30 millones de sufragios, no sólo no ha perdido apoyo popular, sino que lo ha incrementado, a despecho de los partidos de la llamada Alianza Va por México, integrada por PAN, PRI Y PRD, bajo la comandancia del extremista de derecha, Claudio X. González Jr.

De acuerdo con las encuestas internacionales, hasta hace unos cuantos días el apoyo popular a AMLO frisaba el 60 por ciento, y era considerado como el segundo mandatario con mayor popularidad en el mundo, sólo por abajo del presidente de la India Narendra Modi.

No hubo espacio en el zócalo para la inmensa mayoría de mexicanos que marcharon por Paseo de la Reforma y Avenida Juárez a partir de las 9 de la mañana. La mayoría de los manifestantes tuvo que conformarse en ocupar las calles aledañas que desembocan en la Plaza de la Constitución y hasta abarrotaron la zona de la Alameda Central y el Palacio de las Bellas Artes.

Quien quiera calcular el número de manifestantes es seguro que se equivocará. ¿Cientos de miles, millones? Quién lo sabe. El hecho es que quedó de manifiesto que la inmensa mayoría de los mexicanos apoya incondicionalmente al Presidente López Obrador. Quienes decidieron votar por el tabasqueño en el 2028 no se equivocaron. Cuatro años después, a dos de que concluya el sexenio de la Cuarta Transformación, el presidente de la república puede asegurar que tiene el apoyo de la mayoría y que los ciudadanos no votarán por aquel que no sepa lo que es la transformación de la vida pública nacional, que inauguró el presidente López Obrador.

Ricardo Monreal se equivocó, al juntarse con la oposición a su otrora correligionario y “amigo” y tendrá que apechugar la derrota, después de decepcionarlo. Tenia grandes planes, pero el zacatecano lo echó a perder todo y ahora sólo es receptor del repudio de la mayoría de sus correligionarios.

Lo bueno es que decidió no participar en la marcha con el resto de los senadores de Morena, que él aún lidera, pero que sería incongruente que no renunciara a ese liderazgo ahora que retorne de Madrid, donde asistió a la XVI Reunión Interparlamentaria España-México, que fue celebrada el mismo domingo 28 de noviembre en la capital española, donde fungió como presidente de la delegación mexicana, compuesta por 21 legisladores de todas las fracciones parlamentarias.”

En la Plaza de la Constitución todo fue música de mariachis, canciones, alegría, baile, en espera de la presentación del presidente de la república, que hizo un recuento de los cuatro años de gobierno y de las expectativas para el 2023 y el 2024, cuando se celebrarán las elecciones en los estados de Coahuila y el Estado de México, emblemático por su filiación priista de casi un siglo, pero que ahora disputa Morena con la profesora Delfina Gómez Álvarez.

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