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FRANCISCO GÓMEZ MAZA. Si en algo se ha caracterizado la economía mexicana es por el hecho de que no crea los empleos suficientes para satisfacer el hambre de millones de personas, y los puestos de trabajo que abre son injustamente pagados. No crea suficientes, pero expulsa, dejando al arbitrio de la pobreza a millones de trabajadores.
La realidad es que la economía ni ha logrado el pleno empleo, ni menos la justicia en las remuneraciones a la fuerza de trabajo, realidades que tiene que cumplir, a fortiori, toda economía de este mundo para que sea una economía exitosa. De lo contrario, como hemos dicho aquí en innumerables ocasiones, es una economía fallida, sin importar a que niveles crezca el PIB.
El poder adquisitivo, el poder de satisfacer las necesidades más elementales de los trabajadores asalariados no se ha recuperado, a pesar de los incrementos que, en el transcurso de los primeros tres años del gobierno de AMLO, la Conasami ha decidido, a instancias del jefe del Ejecutivo.
Los recientes incrementos decididos de los salarios, decididos por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, a instancias del presidente López Obrador, no son, de ninguna manera, ni dignos no pagan las más urgentes necesidades materiales del trabajador. Muy pocos están asegurados, pese a lo presumido por el director del Seguro, Zoé Robledo, de que 2021 ha sido el año en que el número de asegurados rebasó los 20 millones, muchos de los cuales fueron empleos temporales.
El salario mínimo general creció de 141.70 a 172.87 pesos diarios; mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte pasó de 213.39 a 260.34 pesos diarios. No seamos ilusos. Ni así satisface plenamente el hambre del trabajador y su familia.
Y habría que agregar a la lista de maldiciones a los trabajadores que, en edad de jubilación., no reciben ningún ingreso y viven o de la caridad pública o sobreviven con una ridícula pensión. Es el caso de muchos periodistas, reporteros para ser más exactos, que sobreviven en la inopia. (Ahora pululan los sedicentes periodistas que no viven de ese oficio)
Perdón, pero no es justo presumir de que el salario se ha recuperado. Son realmente ridículos los aumentos; El aumento de los salarios mínimos generales se integra a partir del salario mínimo vigente en 2021, más la suma de un Monto Independiente de Recuperación (MIR) de 25.45 pesos para la Zona Libre de la Frontera Norte y de 16.90 pesos para el resto del país, y un incremento “por fijación” de 9%.
Frente a esta lacerante realidad – pareciera ya que los trabajadores mexicanos estuvieran acostumbrados a la mala vida-, los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México se muestran inconscientemente optimistas.
En la reunión de banqueros centrales, del 16 de diciembre pasado, en ocasión del incremento de las tasas de interés, la mayoría notó que el mercado laboral sigue recuperándose, si bien aún presenta afectaciones, respecto de los niveles previos a la pandemia.
Según ellos en octubre se observó una mejoría en los niveles de participación y ocupación, tal recuperación del empleo formal, rebasó su nivel de febrero de 2020.
Las separaciones (así les llaman a los viles despidos generalmente sin finiquitos justos) y contrataciones, como consecuencia de la nueva regulación a la subcontratación laboral, parecen haberse compensado entre sí, manteniendo el nivel de empleo estable.
Uno de los banqueros señaló que, si bien el nivel de desocupación alternativa mostró una ligera disminución durante octubre, sigue por encima de los niveles previos a la pandemia.
Otro puntualizó que las tasas de desocupación nacional y urbana se encuentran por encima de sus niveles previos a la pandemia, y que la tasa de subocupación es mayor al 11%.
Algunos destacaron que se mantiene una recuperación desigual del mercado laboral en cuanto a género. Uno agregó que la desigualdad también se observa por grupos de edad. La mayoría notó que el reciente aumento al salario mínimo podría generar presiones en los costos laborales.
0Uno detalló que el aumento en el costo unitario de la mano de obra muestra una tendencia ascendente, como resultado de un incremento en las remuneraciones medias reales y de una caída en la productividad.
Y todos los integrantes de la Junta de Gobierno del banco central coincidieron en que se han mantenido las condiciones de holgura. Aunque la mayoría apuntó que se continúan observando marcadas diferencias entre sectores.
Un banquero señaló que la mayoría de las estimaciones de la brecha del producto indican que las condiciones de holgura continuaron amplias, durante el cuarto trimestre. Otro destacó que la desviación de la actividad económica, con respecto a la tendencia que se hubiera presentado en ausencia de la pandemia, es de alrededor de 10%.
Algunos resaltaron los problemas en la medición de la holgura en la economía. Uno subrayó que la subestimación de esta puede conducir a decisiones equívocas, ya que se podría sobreestimar la magnitud de las presiones inflacionarias provenientes de la demanda y subestimar los costos asociados a una postura menos acomodaticia.
Alguien advirtió que se podría estar sobreestimando la brecha negativa del producto ante un menor PIB potencial, dado que la inflación subyacente fundamental ha continuado al alza, a pesar de las amplias condiciones de holgura.
Dos posiciones confrontadas: la de los científicos que no le ponen humanidad a las cifras, tendencias, variables, factores etc. La de los trabajadores que quisieran tomarse un fin de semana en la playa y simplemente no tienen con qué.