>> Ni políticas restrictivas ni expansivas
>> Y la inflación se incrementa mes a mes
FRANCISCO GÓMEZ MAZA. La gobernadora del Banco de México, doctora Victoria Rodríguez Ceja, no ceja, mes a mes, en insistir, redoblar esfuerzos, en la lucha para controlar la inflación, que es el objetivo central del instituto bancario.
Sin embargo, ateniéndonos únicamente a lo que dicta la ciencia económica, casi siempre las autoridades monetarias, ninguna autoridad monetaria, logran el objetivo escrito en el manual.
¿Empezaremos a aceptar que la principal causa inflacionaria es la ambición desmedida del ser humano?
Y pese a la aplicación de las políticas de restricción o expansión, la curva de Gini hace lo que se le viene en gana. En julio la inflación creció 8.15%, después de que en junio había aumentado 7.99%, crecimientos muy lejanos al porcentaje objetivo de las autoridades monetarias de 3% para todo el año.
Y la inflación aumenta mes a mes, no obstante que la Junta de Gobierno del Banxico aplica las políticas recomendadas por la ciencia económica para controlar el crecimiento de los precios de la economía.
La lucha antiinflacionaria sin descanso a veces parece sin sentido, porque los precios de la economía siguen y siguen subiendo, poniendo en jaque al ritmo de la economía nacional y los niveles de vida de los consumidores más pobres de la pirámide socioeconómica, que o viven al día o simplemente padecen hambre y miseria, aumentada por la inflación.
Hasta ahora, el Banco de México no está logrando el objetivo de controlar la inflación, que es su meta primordial, a pesar de las políticas monetarias, ya sean expansivas o recesivas, que aplica en el aparato económico.
Por un lado, el Banco central utiliza el favor antinflacionario de lo que se llama Reservas Internacionales, que son activos financieros que la institución invierte en el exterior. Su característica principal es la liquidez; es decir, la facilidad de uso para saldar rápidamente obligaciones de pago fuera de nuestro país.
El objetivo de las Reservas es contribuir a la estabilidad de precios, cuando se presenta una disminución de los flujos comerciales, o de capital de la balanza de pagos, por desequilibrios macroeconómicos y/o financieros (internos o externos), tales como crisis causadas por una reducción considerable en la actividad económica o, en el comercio internacional, quiebras bancarias, escasa liquidez en los mercados financieros, encarecimiento del crédito, entre otros.
En general, sólo los activos que son propiedad del banco central pueden considerarse como reserva internacional. En México, las reservas internacionales se integran por activos financieros denominados en las divisas de mayor importancia en los mercados internacionales, tales como dólares estadounidenses, euros o yenes, entre otras.
Además, las reservas internacionales se encargan de garantizar las importaciones de bienes, manufacturas, servicios necesarísimos para que la planta industrial no pare, lo que dota al país de una mayor capacidad para comprar en los mercados internacionales. Por otro lado, se encargan de prevenir los desequilibrios externos, haciendo como contrapeso de las salidas de capital en el país.
Otro campo de batalla contra la inflación es la base monetaria. Ésta son
los billetes y monedas en circulación y los depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México.
La Base Monetaria (BM) es lo que se conoce como liquidez; es decir, el dinero circulante en la forma de los billetes y monedas, emitidos por el Banco de México.
De otra forma, la base monetaria es la cantidad total de dinero efectivo en manos del público de un mercado, junto al dinero en reservas, divisa extranjera y metales que están en posesión de los bancos centrales de cada país, y que tienen la categoría de pasivos bancarios.
La importancia que la base monetaria tiene en la economía deriva del efecto multiplicador de ésta: es decir, los efectos que tiene en las macromagnitudes (inflación, inversión…) de una contracción, o incremento de la masa monetaria. Estos son producidos por la relación de tres agentes, los bancos, los bancos centrales y el público (“dinero en la calle”) y la base monetaria, el coeficiente de caja y la relación entre efectivo y depósitos; es decir, en general, entre el dinero que está entre el público y las masas monetarias contenidas en los bancos centrales y banca privada, ajenos al mercado.
Otros elementos antiinflacionarios del Banco central son las Operaciones de mercado abierto, que son aquellas operaciones que tienen lugar en el mercado de dinero, a iniciativa del Banco Central, para contraer o expandir la oferta de dinero.
El Banco de México interviene también en el mercado de dinero mediante subastas para ofrecer crédito o recibir depósitos, y a través de la compra o venta de títulos gubernamentales, ya sea en directo o mediante reportos.
El Instituto Central tiene por norma general ajustar diariamente la oferta de dinero primario, a través del manejo de su crédito interno neto, de forma tal que corresponda a la demanda de base.
En este contexto, el Banco de México dio a conocer su estado de cuenta correspondiente al viernes 12 de este agosto.
En la semana que terminó el 12 de agosto, las variaciones relevantes en el estado de cuenta de Banxico fueron:
1.- Un aumento en la reserva internacional por 91 millones de dólares. Así, su saldo al cierre de la semana ascendió a 199,405 millones de dólares.
La base monetaria (billetes y monedas en circulación y depósitos bancarios en cuenta corriente en el Banco de México), por su lado, aumentó 1,440 millones de pesos, alcanzando un saldo de 2,492,250 millones de pesos, cifra implicó una variación anual de 14.6%. (El nivel y el comportamiento de la base monetaria refleja, en parte, las medidas sanitarias implementadas en el país para la contención de la pandemia de COVID-19, así como la persistencia de un efecto precautorio derivado de la misma, que habrían afectado la demanda de efectivo por parte del público, como medio de pago.
Adicionalmente, el crecimiento de la base monetaria se ha visto afectado por la dinámica de la inflación.
La cifra alcanzada por la base monetaria al 12 de agosto de 2022 significó un incremento de 317,256 millones de pesos respecto a la misma fecha del año anterior.
En la semana que terminó el 12 de agosto, el Banco de México realizó operaciones de mercado abierto con instituciones bancarias, para compensar una expansión neta de la liquidez por 45, 583 millones de pesos. Esta fue resultado de: Una expansión debido al retiro de recursos de la cuenta de la Tesorería de la Federación y otras operaciones por 47,023 millones de pesos. Y una contracción por 1,440 millones de pesos, debido al aumento en la base monetaria durante la semana.