>> Ricardo Monreal Ávila no está en los planes de Morena
>> El o la aspirante tiene que ser reencarnación de AMLO
FRANCISCO GÓMEZ MAZA. Wikipedia registra:
Ricardo Monreal Ávila
(Plateros, Fresnillo, Zacatecas. 19 de septiembre de 1960) es un político, abogado y académico.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México. Como profesor universitario, ha impartido las materias de Derecho Agrario, Derecho Administrativo, Derecho Mercantil, Derecho Electoral y Derecho Municipal.
Fue jefe de la delegación Cuauhtémoc de la Ciudad de México por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) desde 2014 hasta diciembre de 2017.
Inició su trayectoria política en 1975 en el Partido Revolucionario Institucional (PRI); luego, entre 1998 y 2004 fue gobernador del estado de Zacatecas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y, posteriormente, estuvo involucrado con el Partido del Trabajo (PT) coordinando la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Desde el 1 de septiembre de 2018 se desempeña como senador de la República por Lista Nominal y funge como presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) del Senado.
Actualmente, es líder de la mayoría morenista de esa cámara alta del poder legislativo y es abierto aspirante a la sucesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, no vibra con López Obrador ni con la dirigencia de Morena.
Quizá por su cercanía con partidos y personajes de partidos de oposición a Morena, aunque él se presenta como férreo defensor y promotor de la Cuarta Transformación y presume que, en el Senado, se procesan con fervor todas las iniciativas legislativas del Jefe del Poder Ejecutivo.
Desde la campaña de 2018, Monreal Ávila fue desplazado de la posibilidad de ser candidato al gobierno de la Ciudad de México y tuvo que aceptar la candidatura a la Alcaldía de Cuauhtémoc, una de las más importantes económicamente de la capital de la república.
López Obrador lo ha mencionado como uno de los posibles prospectos de Morena para candidatura a la Presidencia de la República, pero no con la fuerza con que “destapó” a Claudia Sheinbaum Pardo, o al canciller Marcelo Ebrard Casaubón.
Pero quizá una de las razones importantes sea que Monreal no está de acuerdo con el método de “selección” de los candidatos a puestos de elección popular. López Obrador defiende el método de las encuestas entre los afiliados a Morena, pero el senador cree que las encuestas son manipulables y opta por las elecciones internas.
Pero en realidad, la razón fundamental por la que López Obrador no confía en Monreal está en la continuidad de su proyecto de nación, fundamentado en lo que él llama la Cuarta Transformación de la Vida Pública Nacional.
López Obrador no confía en Monreal Ávila, aunque ha dicho que todos tienen derecho a aspirar a la candidatura de Morena. Pero lo afirma de dientes para afuera.
Es así muy obvio que las línea de comunicación entre el Presidente de la República y el presidente de la Junta de Coordinación Política está rota. Las vidas de AMLO y RMA se separaron y ahora son vidas paralelas.
AMLO lucha y luchará en los meses siguientes porque el candidato o la candidata de Morena sea alguien que se comprometa a dar continuidad a la 4T. Y la única que se manifiesta absolutamente fiel a AMLO es Claudia Sheinbaum, un López Obrador hecho Claudia, o una Claudia hecha Andrés Manuel.
Es el cambio de proyecto de nación confrontado con la propuesta de los partidos de la derecha. Es el pueblo que pone. Es el pueblo que quita. Y Monreal ¿no se junta con el pueblo? El pueblo es mucha pieza. Monreal se junta con quien quiera. Es el presidente de la Jucopo.
Pero le falta que sus manos y brazos se contagien del sudor del pueblo.
A DESFONDO: Monreal ofreció conferencia de prensa, en el Senado en la mañana de ayer lunes, para decirles a los periodistas que lo excluyeron del acto del domingo en Toluca. Y les aclaró que él no aspira a que lo nombren candidato, sino a que se fijen reglas claras de participación. Les dijo que él aspira a ser el presidente de la reconciliación nacional. Que a él no le gusta la confrontación. Que no es un hombre de división. Y les advirtió: Si hay exclusión en el partido, habrá división. Es muy claro. A la militancia le tengo respeto. Yo lo que les envío es un mensaje: No voy a declinar, no voy a sucumbir, ni tampoco voy a aceptar las exclusiones que lastiman a la militancia. Les confirmó: Yo no fui invitado al desayuno que hubo en la mañana del domingo. El que me habló para informarme del acto de Toluca fue sólo Mario Delgado. Y yo voy a respetar la ley. Soy maestro universitario. La gente va a decidir. Yo me siento tranquilo. Yo soy considerado por ellos como un opositor. Es un timbre de orgullo que me excluyan. Les aseguró que él tiene respeto por la oposición. Pero reiteró que va a participar en la contienda. Que no va a declinar. Que es fundador de Morena. Y les pidió que no continúen en esta campaña de linchamiento de quienes tienen como él un criterio personal de lo que está pasando en el país. En Morena no hay pensamiento único. Les insistió en que él será el presidente de la reconciliación. Pero les aclaró que, por ahora, va a dedicarse a su trabajo en el Senado, donde sólo recibe la dieta. Ni un vale de gasolina, ni un pasaje de avión. Y les aclaró que él es leal al movimiento, pero no a las facciones. No soy partidario de reproducir los vicios que combatimos y que sufrimos cuando nosotros éramos oposición, concluyó el senador.