>> La TII será de 7.75% ante una inflación de 7.88%
>> El pronóstico para la inflación, al alza hasta 2023
FRANCISCO GÓMEZ MAZA. Con el propósito de ejercer un estricto control de la inflación, que se ha elevado desmesuradamente en las recientes semanas, el Banco de México anunció, este jueves 23 de junio, un incremento de 75 puntos base el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día a un nivel de 7.75%, tasa que empezará a aplicarse este viernes 24 de junio de 2022.
A los choques inflacionarios derivados de la pandemia hay que añadir las presiones provenientes del conflicto geopolítico en la región del Mar Negro, así como las medidas de confinamiento impuestas en China.
En la primera quincena de junio las inflaciones general y subyacente registraron tasas anuales de 7.88% y 7.47%, respectivamente, manteniéndose en niveles elevados no observados en dos décadas. Y sus expectativas para 2022 y 2023 volvieron a incrementarse de manera importante.
La Junta de Gobierno explicó que, antes de tomar la decisión de elevar la TII, evaluó la magnitud y diversidad de los choques que han afectado a la inflación y sus determinantes, así como el riesgo de que se contaminen las expectativas de mediano y largo plazos y la formación de precios.
Los banqueros centrales consideraron también los mayores retos para la conducción de la política monetaria ante el apretamiento de las condiciones financieras globales, el entorno de acentuada incertidumbre, las presiones inflacionarias asociadas al conflicto geopolítico y al resurgimiento de casos de COVID-19 en China, y la posibilidad de mayores afectaciones a la inflación.
En los mercados financieros nacionales, el tipo de cambio mantuvo un comportamiento ordenado, mientras que las tasas de interés de corto y largo plazos aumentaron.
La Junta de Gobierno de la institución bancaria que norma la política monetaria prevé que en el segundo trimestre de 2022 se mantenga una recuperación gradual de la actividad económica. No obstante, se mantiene un entorno incierto, con condiciones de holgura que se estima sigan disminuyendo gradualmente.
Ante presiones inflacionarias mayores a las anticipadas, el pronóstico para la inflación general se revisó al alza hasta el tercer trimestre de 2023 y el de la subyacente se ajustó al alza para todo el horizonte, aunque se sigue previendo que la convergencia a la meta de 3% se alcance en el primer trimestre de 2024 (ver cuadro).
Estas previsiones están sujetas a riesgos. Al alza: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v) presiones de costos. A la baja: i) una disminución en la intensidad del conflicto bélico; ii) mejor funcionamiento de las cadenas de suministro; iii) un efecto mayor al esperado de la brecha negativa del producto; y iv) un efecto mayor al esperado del Paquete Contra la Inflación y la Carestía. El balance de riesgos respecto a la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico presenta un considerable sesgo al alza.
Los indicadores disponibles sugieren que la actividad económica mundial se desaceleró durante el segundo trimestre. La inflación global siguió aumentando, alcanzando en algunos casos su mayor nivel en décadas, presionada por la persistencia de los cuellos de botella, la recuperación de la demanda y los elevados precios de alimentos y energéticos.