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JORGE GUADALUPE PACHECO FABELA
SONORA. En diciembre de 2015, por decreto presidencial, durante la administración de Enrique Peña Nieto, se elevó al antiguo Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA) a rango de secretaría de Estado, con el objetivo de institucionalizar y fortalecer la política cultural del país, integrando a entidades como el INAH y el INBAL. Fue el 17 de diciembre cuando se publicó en el diario oficial de la federación la creación de la Secretaría de Cultura, y entró en vigor el 18 diciembre a las doce y uno, transfiriendo según la aprobación y decreto por el congreso todos los bienes, archivos, recursos materiales, humanos y financieros a la nueva dependencia Federal.
La dependencia federal estuvo a cargo del Lic. Rafael Tovar y de Teresa, expresidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes 1992- 2000 y 2012-2015, es sin duda Tovar y de Teresa fue un funcionario con un perfil muy competitivo, contribuyó en la implementación de diversos programas de apoyo a la cultura que se consolidaron en su primer periodo como presidente de CONACULTA, se consideró que sus aportaciones se caracterizaron en su gestión como Presidente del Conaculta fue la modernización del sector cultural.
Para lograrla, definió y adoptó proyectos estratégicos en cada una de las áreas sustantivas de la gestión de la cultura, que sirvieran como ejes de articulación de la política cultural y de la modernización de sus instituciones, estrategias y herramientas.
Dentro de su trayectoria se llevaron a cabo acciones de gestión para preservar el patrimonio cultural, recursos aplicados al estímulo de la creación artística, también se inició el programa de fomento al libro y la lectura.
Para consolidar y modernizar los espacios de difusión, se constituyó el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados, con la suma de recursos del gobierno federal, los estatales y municipales, así la iniciativa privada para el equipamiento, la renovación y la ampliación de instalaciones en todo el país.
En lo relativo a monumentos históricos, se destacan las labores de restauración y rehabilitación estructural en la Basílica de Guadalupe, la Catedral Metropolitana, el Castillo de Chapultepec y el Palacio Nacional. Una labor destacada fue la creación del Fonden (Fondo de Atención a Desastres Naturales), que tan sólo en los sismos de junio de 1999 restauró 1755 inmuebles de carácter histórico en varios estados de la República. También significó un importante esfuerzo la construcción de la nueva sede de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía en Churubusco.
Otro aspecto esencial en la propuesta de Tovar y de Teresa. fue el apoyo a las culturas populares y urbanas, esto conllevando a una práctica de la gestión cultural desde un enfoque plural e intercultural, con la característica de una ciudadanía global e intercultural.
En el gremio artístico en el contexto nacional desde los críticos, escritores, intelectuales, artistas, creadores, existen diferentes opiniones que han formulado una serie de criterios positivos y negativos, desde que fue una mala decisión la creación de la dependencia federal, donde plasman y plantean obstáculos, problemas, debido a las diferentes formas en que se han creado las instituciones culturales, algunas por ley, otras por decreto.
Según la dramaturga y escritora Sabina Berman reflexionó en un artículo de Milenio que la Secretaría de Cultura depende de un aspecto sencillo y otro nebuloso, ya que existe un vació en la información, o bien que no ha llegado de una forma clara, práctica, y concisa al resto del país.
Elena Poniatowska opinó de manera puntual que la Secretaría servirá para que toda la jerarquía del Conaculta subiera a un peldaño en la honorabilidad de los títulos de sus puestos, el monto de sus salarios y nada más.
Vicente Flores Olea, quien fue el primer presidente de Conaculta, aseguró que en México es muy positivo la creación de la Secretaría de Cultura, mencionó que se ampliarán las dimensiones de la acción cultural en México, tanto en el interior del país como en el exterior, así como una política cultural exterior, concluyendo su opinión donde plasma que no se debe de exceder en la burocracia.
Existieron debates como en todos los procesos políticos, ideológicos, como en cualquier parte del mundo. Los debates contemporáneos están repletos de pronósticos incumplidos y de nuevas aplicaciones y herramientas imposibles en las cuales se orientan al fracaso.
Al fin y al cabo, lo único cierto es que el auge de la tecnología, el manejo de la información, el uso adecuado de las tecnológicas para conocer, compartir y reflexionar permitirá una nueva practica en el debate de las ideas en el ámbito cultural, para realizar profundos cambios en las estructuras sociales del país.
En base a un manejo de la información, comprensión de la ley, de los decretos y de la política cultural en la nación se transforman nuestros conocimientos y los modos de acceder a ellos para combinarlos, nuestras formas de expresión e identificación, y los modelos de organización cultural. Ante ello, se hace imprescindible experimentar, arriesgar, ensayar, innovar: el ensayo-error como metodología infalible.
En este mes se cumplen diez años de la Secretaría de Cultura en México, redimensionar la actividad cultural en México, con la visión de hacer de las artes y las habilidades una nueva oportunidad para combatir males sociales que agravian a la sociedad y en especial a los jóvenes, pudiera ser una proyección con sentido inteligente.
Concederle a la cultura una dimensión de mayor cobertura y responsabilidad dentro de la administración pública, permite impulsar una nueva mentalidad sobre el sentido de la acción cultural. El reto del siglo XXI para un México de gobiernos ciudadanos es necesario una visión de una política pública con una dimensión integral de la ciudadanía consiente en el marco de la igualdad y equidad en un marco de bienestar social.
En conclusión la Secretaria de Cultura, es la dependencia del gobierno federal que norma, promueve, difunde y preserva el quehacer cultural nacional, en los estados y municipios, para que todo los mexicanos tengamos el acceso a la cultura como derecho fundamental, para que disfrute y desarrolle nuestras identidades, en base a la administración de los bienes, servicios del patrimonio cultural material e inmaterial, para promover la interacción cotidiana con las artes y las cultura de los pueblos originarios. Es fundamental que los estados y municipios trabajen en coordinación con la federación para diseñar las políticas culturales que sean favorables en lo loca.
