
ISABEL ORTEGA MORALES
CHILPANCINGO, Guerrero. De acuerdo a los datos oficiales de la concentración que se realizó este sábado 6 de diciembre en torno a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, la gran plaza de la Constitución logró reunir a 600 mil simpatizantes del partido Morena.
Este dato me llevó a revisar lo que tres medios citan sobre ese evento: de México, los periódicos La Jornada y El Financiero; de España, El País.
Desde la óptica de El País este evento fue convocado por la Presidenta Claudia Sheinbaum y la fecha recuerda el 1 de diciembre de 2018 con el inicio del gobierno de Morena con la llamada 4T.
El Financiero señala que la Presidenta hizo un recuento de los “logros” -sic- que se alcanzaron desde que el gobierno morenista entró al poder.
La Jornada indica que Desde horas antes de que iniciara el mitin de la presidenta en Zócalo capitalino, las calles de los alrededores lucían desbordadas por grupos de personas de diversos estados que acudieron a manifestar su respaldo a la mandataria.
Un segundo aspecto de los tres medios, y en ese mismo orden: indican que a través de un video se dice que el nivel de aprobación de Sheinbaum es del 78% por encima del 72% que López Obrador registró en el mismo periodo de su mandato. El segundo medio dice que durante el evento aprovechó para desacreditar a sus adversarios políticos, recordar gestiones cuestionables de Felipe Calderón, Peña Nieto y Zedillo, convocar al movimiento a apegarse a la austeridad republicana y cuestionar señalamientos de campañas sucias con compra de bots y robots, en tanto que el tercero resalta que muchos manifiestan su convicción, acudir por voluntad propia y que al ser cuestionados sobre si son o no acarreados la respuesta es que no.
Siendo presidente Miguel Alemán las concentraciones de apoyo vivieron auge que permitió que alrededor de las misma se generara economía.
Las marchas no solo eran convertir las planchas de cemento en una base sobre la cual pudiera apreciarse una gran población manifestando su respaldo al mando que ejercía el poder, sino también generaban trabajo en la elaboración de mantas, gorras, camisetas, banderines, confeti, alimentos y jugos.
Pero también había facilitadores de movilidad, es decir, transporte gratuito… para las y los que acudirían a la concentración.
Los grupos beneficiados con esas acciones normalmente eran amigos cercanos al poder, por ejemplo en el tema del transporte, en Guerrero era Rubén Figueroa Figueroa.
Sin sorpresa para este momento la historia nos recuerda concentraciones desde tiempos posrevolucionarios, centrales obreras creadas ex profeso para convertirse en acompañantes no solo de Informes de gobierno, sino también de muestra de respaldo al gobierno que lo requiriera, incluso estaba el voto verde o voto campesino.
Las marchas también fueron un distintivo de mensaje al propio poder. Las concentraciones no solo “hablaban” de inconformidad, sino también de acuerpamiento hacia algún político con riesgo de desgracia política, cito otro nombre, Rubén Figueroa Alcocer.
Las marchas son una aventura para quienes acuden, y no siempre están por convicción, son un número que determina un resultado para quien lideró el grupo, por eso en la gran plancha se disputaban los mejores lugares para ser observados por quien tenía que verlos, en este caso la Presidenta Sheinbaum, así como antes, solo que ahora no se como le hicieron para colocar a 600 mil personas en una plaza al que solo le caben y apretaditos, 180 mil gentes.
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