DE SEMANA EN SEMANA/ Masones mexicanos

TERESA GURZA

Basándome en una nota de El País, en mi artículo de la semana pasada ¿Eran masones nuestros héroes?, aseguré que sólo un presidente mexicano, Benito Juárez, lo había sido.

Les ofrezco disculpas por no haber checado su veracidad y tras la alerta de varios lectores, rectifico ahora después de leer la extensísima información que en Internet tiene la masonería.

Que ha estado tan ligada a nuestra historia, que de 1821 a 1982 buena parte de los presidentes mexicanos fueron masones.

Empezando por Guadalupe Victoria, elegido por el Segundo Congreso Constituyente para gobernar del 10 de octubre de 1824, al 31 de marzo de 1829.

Los primeros ritos masónicos que llegaron fueron el Escocés Antiguo y Aceptado y el York.

El primero lo trajeron militares realistas españoles, influenciados por las logias francesas.

Y se opuso a Agustín de Iturbide, defendió el proyecto republicano y la exclusión de la Iglesia católica de la educación y todos los actos de la sociedad civil y en 1854, ofreció infructuosamente al recién llegado emperador Maximiliano, ser Soberano y Gran Maestro de la Orden.

En 1823 la naciente masonería mexicana se dividió en dos corrientes, porque el ministro plenipotenciario estadounidense Joel R. Poinsett promovió la creación de logias del Rito York, proclives a los intereses gringos y que afiliaron a muchos de sus paisanos, casi todos comerciantes y a algunos mexicanos.

Este rito fue activo y numeroso, hasta la expropiación del petróleo en 1938 que disminuyeron sus miembros, porque la mayoría laboraba en las empresas expropiadas por el presidente Lázaro Cárdenas.

Pero antes de eso, en 1825, masones a los que no convencían ninguno de los dos ritos, fundaron el Rito Nacional Mexicano que otorga nueve grados, dejó de buscar la Gloria del Gran Arquitecto del Universo y trabaja con el texto de nuestra Constitución, en lugar de la Biblia.

Entre las distintas logias, ha habido luchas y divisiones y el único momento en que trabajaron juntas fue en 1890, obligadas por Porfirio Díaz.

Además de Guadalupe Victoria fueron masones, los presidentes Benito Juárez, afiliado en 1847 y quién igual que Díaz, alcanzó el noveno grado, el más alto.

Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas honrado como Muy Respetable Gran Maestro de la logia Valle de México, Manuel Ávila Camacho cumplido masón y católico devoto, Miguel Alemán, Adolfo Ruiz Cortines, Adolfo López Mateos y Carlos Salinas de Gortari.

Actualmente hay logias en toda la República y desde 1932 agrupa a las principales, la Confederación de las Grandes Logias Regulares de los Estados Unidos Mexicanos.

Esta confederación y su máximo órgano ejecutivo, el Consejo Masónico Nacional de los Grandes Maestros de las Grandes Logias de la Confederación, son reconocidos mundialmente.

Todas dicen buscar la verdad, el estudio de las ciencias y las artes y mejorar la condición social y cultural de sus miembros, mediante instrucción, meditación y trabajo.

Una de las más grandes es la de Veracruz, cuyas instalaciones ocupan lo que fue sede de la Tercera Orden Franciscana Seglar; sostiene una escuela laica y una academia para niños y jóvenes de ambos sexos.

Aunque la mayoría de las logias son masculinas, las hay mixtas y exclusivamente femeninas.

Éstas, no tienen reconocimiento de la masonería mundial; la primera se fundó en 1890 y se disolvió 7 años después y la más antigua de las actuales, data de 1957 y se agrupa con otras en la Confederación de Grandes Logias Femeninas.

Existe también, la Orden Internacional del Arco Iris para Niñas e Hijas de Job, destinada a muchachas de entre 14 y 21 años.

Y en 2014 la Gran Logia Ciudad de México empezó a auspiciar la creación de logias para jóvenes; se llaman talleres o capítulos y sin ser parte oficial de la masonería, reciben de ella apoyo económico y moral.

En cambio, sí se reconoce como masones a los luvetones; que son los hijos de entre 12 y 14 años de masones regulares adoptados por “padrinos” y ligados a ellos, por derechos y obligaciones; como en la religión católica.

En 2016 inició en México el Rito Cristiano Zinnendorf, que trabaja solo en alemán y al que se afirma pertenecieron en el siglo XVIII, Wolfgang Amadeus Mozart y Franz Joseph Haydn.

En el gremio artístico Cantinflas llegó el grado 33 y fue masón secreto Joaquín Pardavé.

Están en las listas oficiales de políticos contemporáneos, Rafael Aguilar Talamantes y Luis Donaldo Colosio y entre los vivos, Cuauhtémoc Cárdenas y Ricardo Monreal.

Los exiliados españoles y chilenos fundaron al llegar a México, sus propias logias; la Grande Oriente Español, ahora es Luz Hispánica.

Y chilenos miembros de la Gran Logia de Chile, a la que Salvador Allende perteneció hasta su muerte, crearon en 1975 una con su nombre.

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