
DANIEL CAMARGO HERNÁNDEZ/ Cuestión de POLÉMICA
>> El tren de Peña, ¿caja chica de la 4T?
>> Habrá cambios en gabinete…pero no de secretarios
Toluca, Estado de México. Nadie sabe para quién trabaja. La que fuera la obra estrella del sexenio de Enrique Peña Nieto frenada por López Obrador, hoy resulta ser la joya con la que la 4T busca “fondearse” ante organismos internacionales.
El Banco Mundial recibió la gestión de una comitiva encabezada por el secretario de Desarrollo Urbano mexiquense, Carlos Maza, quien muy orgulloso se levantó el cuello presumiendo el tren interurbano México–Toluca —rebautizado por la 4t como “El Insurgente”— para amarrar inversiones destinadas a su mantenimiento y a la futura ampliación hacia Observatorio.
Pero ojo, lo realmente delicado no es el show diplomático ni la foto para el boletín. Lo que debe prender las alarmas es que esos jugosos recursos serán administrados a cuentagotas por la Subsecretaría de Desarrollo Urbano, bajo el control de Tania Martínez García, pieza de confianza de Maza, a quien el funcionario presume como eficaz operadora de su oficina. El detalle: será ella quien decida cómo, cuándo y a quién se liberan los fondos.
Y mientras tanto, el secretario y su séquito siguen en plan internacionalista, pavoneándose en su gira por Corea del Sur, en plena cumbre de desarrollo urbano. Lo menos que debería hacer Carlos Maza al regresar es rendirle cuentas a la gobernadora Delfina Gómez. Total, para que al menos aparezca en el informe del próximo 22 de septiembre… y no quede como otra jugada más de politiquería disfrazada de modernidad.
Habrá cambios en gabinete…pero no de secretarios
Sí habrá cambios en el gabinete estatal, pero no en las sillas grandes. Hasta donde se le entendió a la gobernadora Delfina Gómez, los ajustes vendrán en la estructura operativa de su administración.
En buen castellano: se viene la limpia de la herencia que le dejó el exgobernador Alfredo del Mazo Maza, quien —aunque suene increíble— todavía conserva poder en áreas estratégicas del gobierno mexiquense.
Los movimientos, según se sabe, se darán en cascada apenas unos días después de que la mandataria entregue su primer informe ante la Legislatura local y encabece el acto político en el Teatro Morelos de Toluca.
Será, quizá, la última función para decenas de directores generales y subsecretarios incrustados en dependencias clave como Educación, Trabajo, Obras y Salud.
A estas alturas solo falta afinar el primer paquete de ajustes en el gobierno de la maestra Delfina Gómez, quien insiste en que su objetivo es simple: hacer que las cosas funcionen mucho mejor de lo que han funcionado en los últimos dos años. Veremos si la poda alcanza para borrar la sombra de Del Mazo, que todavía se pasea por los pasillos del poder como si nada.
“Bosque Diamante” la joya oscura de Jilotzingo
Uno de los males crónicos de Jilotzingo es la ausencia de un Plan Municipal de Desarrollo actualizado. El último documento, elaborado en 2011 por la entonces alcaldesa Silvia Casas, nació con fallas monumentales: dejó fuera comunidades enteras como Rancho Blanco, abriendo la puerta a que desarrolladores inmobiliarios se frotaran las manos.
Entre ellos, los omnipresentes hermanos Ricardo y Francisco Javier Funtanet Mange, viejos conocidos del PRI de cepa, quienes impulsaron el proyecto Bosque Diamante, diseñado para talar cerca de 200 mil árboles y levantar en su lugar 20 mil viviendas.
El golpe maestro lo dieron cuando, a un mes de que Eruviel Ávila dejara la gubernatura, obtuvieron el último permiso para transformar un bosque de encino con 186 mil 504 árboles en el mayor desarrollo inmobiliario del Estado de México en trece años.
La autorización final apareció en la Gaceta Oficial del Estado de México el 1 de agosto de 2017, y para octubre de 2018 ya iniciaba la tala discreta en el camino Espíritu Santo–Chiluca. Todo ello bajo la firma de Bosque Avivia 58, también presentada en papeles como Grupo Avivia, cuyo capital mayoritario pertenece —qué casualidad— a los Funtanet Mange, bien apadrinados por el Grupo Atlacomulco.
No sobra recordar que Francisco Javier Funtanet Mange, además de empresario, fue secretario de Desarrollo Económico con Arturo Montiel y diputado local con Enrique Peña Nieto, llegando incluso a presidir la Comisión de Protección Ambiental (vaya ironía).
Los permisos para Bosque Diamante se cocinaron gracias a los cambios de uso de suelo avalados por Silvia Casas y a la complicidad de la Semarnat, que se contradijo en sus dictámenes, ignorando las advertencias de la Conabio sobre el daño irreversible al ecosistema y a la recarga acuífera de los valles de México y Toluca.
Hoy, con las lagunas legales aún abiertas, no sería extraño que en cualquier momento los Funtanet regresen por su joya oscura: un “diamante” tallado a costa del bosque de Jilotzingo.
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Gracias por su lectura. Los esperó hoy a partir de las 7:30 de la mañana con mi comentario en #UltraNoticias con Oscar Glenn, en el 101.3 FM de Toluca. ¡Ya lo sabe, que le vaya como se porte!
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