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IRMA PILAR ORTIZ
Suponiendo sin conceder que sí están haciendo su trabajo.
Qué extraño resulta que desde Palacio Nacional exijan a los medios de comunicación publicar a 8 columnas el resultado de su trabajo, como podría ser la reducción de la pobreza.
Con el apabullante aparato propagandístico que tiene el Gobierno y su partido político, todavía pretenden que cual tsunami todos los medios de comunicación hablen de lo mismo, pero además que no cuestionen, analicen y menos que contradigan.
Por ello, más que nunca, resulta necesario revisar el Paquete Económico 2026, ya que los números no cuadran. Afirman que hay más recursos para el sector salud, pero al ver las cifras resulta que esto no es verdad.
Pues si bien se propone un presupuesto de 29 mil 344 millones para Institutos como Perinatología, Neurología, Cardiología, Nutrición, Enfermedades Respiratorias, Cancerología, Pediatría, el Hospital Infantil, el General, el Gea González o el Juárez, por mencionar algunos, esos 3 mil 199 millones de pesos más que recibirán, no son suficientes.
Sobre todo, si se toma en cuenta que estas instituciones atienden a la población que carece de acceso a la salud y que son, de acuerdo a cifras del INEGI, 71 millones de mexicanos.
Pero salud no es el único rubro afectado. También habrá menos dinero para cultura, educación, salud, campo y seguridad.
Dice el diputado Rubén Moreira que “Morena miente, simula y engaña. Nos quieren hacer creer que invierten en la gente, pero quitan recursos a las carreteras, espacios culturales, a las universidades y a dependencias importantes».
En el Paquete Económico 2026, se plantea un endeudamiento de 1.8 billones de pesos, incrementar la carga tributaria al subir impuestos a refrescos, tabaco, videojuegos, casinos y a las ganancias por los ahorros que pasarán de una tasa de 0.50 a 0.90 por ciento.
Los grandes perdedores son el INAH, el INBA, el CONAFE, universidades como la UNAM y la Narro. Tan solo al INAH se le recortará 25.4 por ciento de su presupuesto, más de 1,200 millones de pesos.
La Comisión Nacional de las Zonas Áridas solo recibirá 57 millones de pesos, cuando en el sexenio de 2012-2018 tenía más de mil millones, recursos con los que se apoyaba a las comunidades rurales más pobres, las que están en el desierto.
El proyecto fiscal contempla un endeudamiento interno neto de 1.8 billones de pesos, por lo que el pago de intereses de la deuda pública representará 1.5 billones de pesos; ¡casi 4 mil millones de pesos diarios!
Y qué decir de los “impuestos saludables” como le dicen al Impuesto Especial a las bebidas saborizadas que se duplicará hasta los 3.08 pesos por litro.
Así como al tabaco, cuya tasa aumentará de 160 % a 200 %, con un incremento gradual de la cuota específica hasta 2030 y la incorporación de nuevos productos como las “bolsas de nicotina”.
Y el impuesto especial de 8% a los servicios digitales de videojuegos violentos y un alza en el gravamen a las casas de apuestas en línea, que pasará de 30% a 50%.
Pues sí, “impuestos saludables”, para las arcas del Gobierno que destinará 30 mil millones de pesos para el fallido Tren Maya y 800 mil millones a Pemex, pero no contempla el pago a sus proveedores, que ya están quebrados ante el incumplimiento de esta empresa pública del Estado que ha sido rehén de los dogmas del gobierno anterior y el actual, y que no logra salir del atolladero en que la metieron la ignorancia e insaciable ambición de los nuevos directivos.
