
JUAN CHÁVEZ
Los hogares más ricos tienen un ingreso medio de 78 mil 698 pesos mensuales, mientras que las familias más pobres reciben, en promedio, 5 mil 598 pesos al mes, de acuerdo con cifras de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares del INEGI.
La desigualdad en México representa uno de los grandes retos en materia de desarrollo social y económico. Pese a la magnitud estructural de esta problemática, en los últimos años la brecha en los ingresos de las familias mexicanas ha logrado reducirse de manera significativa.
Los ingresos de los hogares mexicanos reportaron, en el sexenio pasado, un crecimiento de 15.6%, en medio de una política de austeridad y programas prioritarios con un presupuesto creciente, como la Pensión para el Bienestar, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El año pasado los hogares de buenos ingresos —38 millones 800 mil familias— tuvieron un ingreso corriente trimestral de 77 mil 864 pesos, es decir, alrededor de 26 mil pesos al mes.
Los hogares mexicanos pierden en promedio 16 de cada 100 pesos de su ingreso, como consecuencia de sobreprecios que genera el poder de mercado.
En otras palabras: las familias más adineradas viven con ingresos 14 veces mayores en comparación con las más pobres.
Este nivel refleja una reducción en la desigualdad si se compara con los registros previos. Sólo en 2016 se observaba que el ingreso medio de los hogares del decil X —los más ricos— era 20 veces mayores que el de los hogares del decil I —los más pobres—.
Las cifras muestran que esta tendencia se ha mantenido casi en toda la última década y ha estado impulsada por una mejora significativa de los ingresos de las familias más pobres. Con excepción del 2020, cuando la crisis por pandemia hizo caer generalizadamente el ingreso promedio familiar.
Aunque la brecha de ingresos entre las familias más ricas y las más pobres ha logrado reducirse en los últimos años, todavía persisten diferencias importantes en la composición de los ingresos entre deciles.
Al corte del 2024 se observó que mientras las familias más ricas tienen el 63% de sus ingresos provenientes de su trabajo, para las más pobres este rubro sólo representa el 44% del total.
Lo evidente, sin embargo, es que con la universalidad de los programas sociales de AMLO aumentó el número de familias ricas beneficiadas y disminuyó en los hogares pobres favorecidos.
El monto del año pasado resultó 10.6% mayor a lo observado en la edición pasada de la ENIGH, que data del 2022. En tanto, en comparación con el 2018, los ingresos de los hogares mexicanos aumentaron en 15.6 por ciento.
A detalle, el decil I, que son las familias de menores ingresos en México, reportaron en el 2024 un ingreso promedio trimestral de 16,795 pesos, un incremento de 13.3% en comparación con el 2022, y de 35.9% en comparación con el 2018.
Pero el decil X, que engloba a las familias de mayores ingresos, obtuvo 237 mil pesos de ingreso trimestrales, un aumento de 6.4% en comparación con el 2022, mientras que en comparación con el 2018 el crecimiento es de 4.1 por ciento.
De esta manera, el último decil ganó 14 veces más que el primer decil, una proporción menor a la de hace dos años que era casi 15 veces más.
Es decir, con la tarjeta del Banco Bienestar en la mano, lo mismo el rico que el pobre, reciben 6 mil 200 pesos bimestrales.
Este beneficio económico-social debiera ser exclusivo de las familias pobres que, de ser así, podría ser una mayor cantidad para los pobres.
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