EL OTRO DATO/ Andy hace pedazos la austeridad republicana

JUAN CHÁVEZ

La casta morenista se las gasta a todo dar. Finalmente, el dinero que han gastado en sus lujosos viajes a las Europa y a Japón, en Asia, son finalmente dineros del pueblo que pasan a ser sus excesivos ingresos en los puestos públicos que ocupan.

Pero Andy López Beltrán, el hijo de AMLO con pretensiones de hacerse candidato presidencial, le echó mucho lujo a sus vacaciones inmerecidas en lujos –hotel y comidas—en Japón.

No hay duda de que, en esa actitud, Andy ha hecho pedazos la austeridad republicana proclamada por su padre, que presumía solo tener un par de zapatos y 200 pesos en la cartera.

A Andy, como secretario de Organización de Morena, no le importó la reunión del Consejo Nacional. Prefirió vacacionar lujosamente en Japón y dejar a Luisa María Alcalde, la dirigente nacional del morenismo, todo el peso de la mal llamada “organización”.

Cada mañana a la presidenta le preguntan de todo. Desde tonterías hasta asuntos relevantes. Palacio es el pararrayos y la bocina de la conversación nacional. Lo que diga la mandataria importa; más si su voz se desgasta, pagará por ello.

Estos días le han preguntado por las vacaciones de miembros de la casta morenista. Por ejemplo, Ricardo Monreal, líder de los diputados guindas, o Mario Delgado, en la península ibérica. Y, desde luego, el hijo del fundador, quien pisó ese mundo aparte que es Japón.

La presidenta ha sido vaga al contestar una aparente contradicción: ¿Cómo conciliar lo opíparo de la movida madrileña, las delicias lusitanas o la extravagancia nipona con haber crecido a la sombra de quien presumía solo un par de zapatos, doscientos pesos en la cartera y que no hay mejor paisaje en el planeta que el de esta nopalera tierra?

¿Quién necesita más que lo mínimo? Solo aquellos que no aspiran a conducir a los desposeídos, sería más o menos el mensaje que repitió sin cansancio quien, para declarar su apego a los pobres, se colgó lo mismo de Gandhi que de Mandela y, ni qué decir, del papa Francisco o del bendito Benito Juárez.

Sheinbaum ha adoptado similar filosofía. Viaja de modo austero (ya se ha dicho que incluso en detrimento de labores de gobierno) y no se le pueden achacar despilfarros, lujos o excesos.

Opino que a Sheinbaum no se le están preguntando las cosas pertinentes sobre los vacacionistas. Y también que ella ha fallado al responder.

Si Mario Delgado no lleva ni un año en la chamba, ¿merece vacaciones? Si Monreal tampoco ha cumplido doce meses en la Legislatura y en el Congreso hay Permanente, ¿la cosa en México está para autodarse una licencia estival?

Los signos de la economía son ominosos. ¿Es hora de tomar vacaciones para quienes tendrían que ayudar a la presidenta a desentrañar un panorama de estancamiento?

Trump es un dolor de cabeza, ¿es la de Sheinbaum la única mente que debe mantenerse alerta ante EU, mientras preclaros compañeros de movimiento comen cigalas o degustan bacalao?

¿Es la líder la que falla al no inspirar a que le sigan en la dedicación extrema…, o son los seguidores, que nomás no ven el momento de quiebre que muchos vaticinan y a Palacio preocupa y ocupa?

La presidenta ha tenido al menos una salida en falso en esta polémica. Ha dicho, minimizando el tema, que mientras lo hagan con “su dinero” no ve cosa grave.

Si hubiera “tres de tres” para funcionarios partidistas, quizá sabríamos qué es eso de “su dinero” en el caso de Andy López Beltrán, secretario de Organización de Morena. Mas con Monreal y Delgado, “su dinero” es producto (uno pensaría bienintencionadamente) de la política.

Pese a todo, “Andy” ha decidido mostrar su talante soberbio y narcisista: no le importa que sepan que viajó a Japón en lugar de darle la cara y rendirle cuentas a los 300 integrantes del Consejo Nacional de Morena y “al pueblo”.

Su respuesta a la crisis es muy sintomática de lo que viene para “Andy”, quien busca ser candidato al gobierno de la Ciudad de México en 2030, para desde ahí construir una candidatura presidencial.

Pero a cómo van las cosas y con los negativos que ya se ha ganado dentro y fuera del movimiento, tendríamos que ver a un hijo de AMLO que no conocemos hasta ahora, pero que el mito decía que sí sabía operar y ganar elecciones.

A líderes de Morena les alcanza para veranear en Europa y Japón. En cosa de un sexenio, cómo ha cambiado la narrativa de los que se abrazaban a la austeridad franciscana. Bajaron los salarios y, aun así, vuelos transatlánticos. ¡Absurdo y estúpido lo que están haciendo!

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