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JUAN CHÁVEZ
El presidente Trump cumple su promesa de tomar medidas radicales contra la inmigración y los cárteles de la droga ahora son “organizaciones terroristas” externas.
Con ello, los sicarios del crimen organizado podrán ser atacados por el ejército estadounidense aunque México, con su presidenta Sheinbaum al frente, se oponga bajo el grito de defender la soberanía.
Trump lo hará, sin duda, cuidando tal aspecto. Para eso cuenta con la DEA.
Son nueve los cárteles sobre los que se tiene apuntada la puntería: de Sinaloa o del Pacífico, del Golfo de México, Los Zetas, del Noreste, de Juárez, de Tijuana y la Familia Michoacana.
Una serie de medidas de amplio alcance que el presidente Trump prometió para reforzar la seguridad en la frontera sur de Estados Unidos comenzaron a surtir efecto ayer poco después de su investidura, cumpliendo con su promesa de tomar medidas enérgicas contra la inmigración.
La presidenta mexicana, en su respuesta a las primeras acciones de Trump, pidió “tener calma”.
Pero en una señal concreta de cómo ya se aplican los cambios, los migrantes que tenían citas para ingresar a Estados Unidos usando la aplicación CBP One vieron cómo se cancelaban minutos después de que Trump jurara el cargo, y México acordó permitir que las personas que pidan asilo en Estados Unidos permanezcan al sur de la frontera estadounidense mientras se resuelven sus procesos en la corte.
El gobernador de Texas se apresuró a reponer, ayer mismo, las humillantes boyas sobre el río Bravo.
México pues volverá a ser el “tercer país” que albergará a los miles de migrantes que se encuentran en ciudades fronterizas y ha permitido el tránsito de una nueva caravana de más de dos mil migrantes que ayer mismo, durante la toma de posesión de Trump, partió de Tapachula.
“Declararé una emergencia nacional en nuestra frontera sur. Todo ingreso ilegal se detendrá de inmediato, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”, sostuvo Trump entre aplausos estruendosos cuando hablaba durante su investidura.
Envalentonado, Trump comenzó a firmar decretos en el escenario de un estadio mientras miles de seguidores vitoreaban.
Firmó la orden ejecutiva que solicita la declaración de cárteles de la droga como “organizaciones terroristas”. En la firma, el presidente comentó: “México probablemente no quiere eso”.
Además, congeló la emisión de nuevas regulaciones, ratificó su control sobre la fuerza laboral federal y se retiró del acuerdo climático de París.
“Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”, dijo ante la multitud.
Concedió indultos para “muchas personas” que tomaron por asalto el Capitolio federal en enero 6 de 2020.
Sobre los aranceles de 25% a las exportaciones de Canadá y de México, anunció que los impondrá a partir del 1 de febrero.
Con Trump habrá cambios internacionales que afectarán al mundo. Está dispuesto a convertir a Estados Unidos en la potencia económica, política y social número uno del planeta.
Dinamarca está amenazada con aranceles si no accede a vender a Trump Groenlandia y veremos cómo se adueña del Canal de Panamá.
