MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Sería ingenuo no pensar en que a mas de un anti cuatro T se le hace agua la boca con la idea de que el próximo presidente de los EUA, Donald Trump ( quien tomara posesión en dos semanas ) declare la guerra a la presidenta Claudia Sheinbaum y ejecute un acto de venganza nada poética a favor de la porra de la marea rosa y sus revolucionarios simpatizantes.
Basta con leer a varios columnistas o asomarse a las redes nazistas de la internet para constatar que el animo es de revancha y piden en sus sueños húmedos que la espada de Trump sea la que los votos de la oposición no pudieron hacer, meterle un susto a nuestra mandataria.
Cierto es que el huracán Trump amenaza con golpear con categoría cinco a nuestras vapuleadas costas, que ha prometido una granizada de medidas que teóricamente pondrían a nuestro como costal de box.
Pero para calmar la histeria , debemos , otra vez , recurrir a la historia de la toxica relación entre los EUA y México.
Trump es un madreador de saliva, como han existido otros en la casa blanca, solo que algunos mostraron mejores modales, pero al final, ningún cancerbero de la sala oval ha sido pro mexicano, todos , sin excepción , llegaron para velar por los intereses de la bandera de las barras y las estrellas …México les significo solo un país al sur que de vez en vez les era útil, ya sea como mano de obra, como fuente de recursos energéticos y abundante materia prima o de estancia para sus armadoras automotrices o para venir a emborracharse en Can Cun y el TLC en su momento nos hizo estirar el cuello para vernos un poco mas a los ojos, pero no fuimos superiores, sino sus proveedores.
Esta ruta cambio en los últimos años , cuando la potencia china nos puso en su tablero, y la ruta de la seda echo raíces por este suelo, ahí es cuando al tío Sam no le gusto nadita que su patio del sur se volviese la nueva fuente de negocios de los asiáticos…el dólar se puso celoso y comenzó este carnaval de amenazas…Trump es el rostro descarado de la política del garrote y en su primera estancia en la casa blanca le resulto eficiente la utilización de la metralla discursiva de las amenazas y para ello utilizo el arsenal que tanto mueve a sus fanáticos: lo de migración y el muro, y ahora le sumamos el fentanilo ; México, obviamente, muestra preocupación ante los colmillos del NOSFARATU gringo, pero la alarma no debe ser ni remotamente porque lo que promete Trump vaya a ser realidad.
Y ahí acierta el equipo de la presidenta, cuando afirman que las baladronadas tienen un objetivo único, obligar al gobierno de México a que rompa su creciente relación comercial con china.
Para la psique trumpiana, (un hombre entrenado en el bofe de las negociaciones más sucias) México debe estar de un lado de los bandos en la guerra comercial entre los EUA y China, (habría que preguntarle a Porfirio Diaz y a Madero como les fue cuando decidieron retar a Washington).
Esto no significa que la presidenta Sheinbaum vaya a perder en este episodio, sus respuestas han sido muy inteligentes y marcan una clara diferencia entre el antes y el ahora en defensa de la política exterior, toca pues, a los negociaciones comerciales mexicanos aplicar las lecciones de la historia e ir desactivando el ánimo belicoso de Donald y quien representa a la potencia que en términos prácticos es nuestro principal socio comercial.
Siendo así, esperamos un aluvión de saliva y uno que otro acto pirotécnico el día 20 de enero, pero como ha ocurrido antes, las aguas de la realidad terminaran por calmarse…tal y como funcionan los matrimonios en que se odian, pero no se dejan.