>> Son tantos los negativos de la 4T que no sabemos cuál escoger
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Como nunca antes en mi vida deprime el panorama que veo para México en manos de una caterva de rufianes que sin importar sexo se muestran ignorantes, incompetentes, corruptos y cargados de soberbia y prontos a dispensarse impunidad unos y otros en tanto el país se hunde en la miseria, mediocridad, violencia y podredumbre.
Salvo el tema de salud que la verdad es muy importante, no encuentro positivos de un gobierno entregado a la demagogia, mentira, colusión y la destrucción de instituciones.
Digo salud porque aparentemente existe la intención de enderezar todo lo que hicieron en seis años incluyendo la ausencia de medicamentos, pero parten de dos premisas falsas. Una, la corrupción existente especialmente en aquel bodrio del Insabi así como la farmaciota donde se tiraron o robaron casi 300 mil millones de pesos, atraco sólo superado por Dos Bocas y sus 18 mil millones de dólares y el tren Maya con sus más de 500 mil millones de pesos gastados hasta hoy.
Hacen ver chiquito el megafraude de Segalmex, pero al final de cuentas tienen tras de sí, toneladas de corrupción e impunidad dispensada desde palacio Nacional donde ya se vio, todo se perdona a quien sea si se somete a los mandatos del tlatoani tabasqueño que, al parecer es quien manda en este país, o al menos eso hacen ver sus lacayos disfrazados de legisladores.
Pero en todo lo demás persiste la opacidad y el gasto indiscriminado en la compra de votos y ahora ya no sólo dilapidan el presupuesto sino también a falta de otras fuentes de financiamiento porque se las acabaron, se roban los 40 mil millones de las afores inactivas y ya van sobre los 2.4 billones de los fondos de vivienda de los afiliados al INFONAVIT donde se denuncia corrupción, pero no se castiga.
Y como no les alcanza, se sigue en la ruta de endeudar más a los mexicanos quienes muy caro pagaremos las limosnas que nos dan para ser agradecidos con un régimen que por un lado regala y por el otro quita más.
Así será con el “techo de endeudamiento” de 1.5 billones para el próximo año a tasas sólo vistas en el obradorato y que de entrada se llevará con el pago de intereses todo lo destinado a salud, seguridad y educación.
De tal suerte que para 2026 con todo el adeudo del régimen actual estaremos pagando sólo de él, los intereses de casi ocho billones y medio de pesos a tasas por arriba del 10 por ciento anual, es decir entre 800 mil millones y un billón, más la deuda “viva” anterior y sus intereses.
La disminución del déficit en relación con el año que termina no significa una reducción de la deuda sino la continuidad de una estrategia que encuentra el camino fácil del endeudamiento, los “ahorros” mal entendidos y en la supresión de instituciones, la forma de financiar su permanencia en el poder mediante una economía ficción que guarda debajo de la alfombra su incapacidad para generar riqueza y bienestar con bases sólidas de producción, investigación, educación y empleo.
Un régimen que encuentra en la demagogia en “darle al pueblo lo que quiere oír, pan y circo” la forma de consolidarse, aunque saben que tarde o temprano saltará la incapacidad financiera de cubrir la administración básica, los programas sociales que por ley, son progresivos, pagar deuda y sostener “paquetes” de consumo básico que chocan con la inflación real, las fuerzas de mercado. Mayores salarios dan precios más altos. No falla.
Se niega el régimen a la aplicación de una reforma fiscal, pero en los hechos “aprieta” a empresarios a la gente de dinero que por las buenas o malas debe cooperar so pena de ser perseguido u obligado a huir o cerrar sus negocios formales para irse a la informalidad.
Porque en el fondo la alternativa es la inversión privada nacional y extranjera, pero hacen todo para desalentarla, aunque de lengua se hagan mil promesas de seguridad y estabilidad con un marco legal que lo contradice.
Y es que independientemente de lo demagógico, está el doctrinario y las revanchas heredadas que cambian y destruyen no sólo el equilibrio entre poderes como el caso del Judicial donde ya no cabe duda que el régimen lo borró a cambio de una caricatura a su servicio.
Pero si eso no fuera negativo para todos, hasta del propio régimen que lo destruye como forma de control, está la supresión de organismo que con su autonomía garantizaban la equidad en el juego financiero, de las inversiones incluyendo el gasto honrado de un gobierno que se caracteriza por la opacidad y corrupción de lo cual hay muchos ejemplos, pero son relevantes Dos Bocas, Tren Maya, AIFA y Mexicana.
Se llevan entre las “patas” al Instituto Nacional de Transparencia, al de Telecomunicaciones, las Comisiones de Energía, la de Hidrocarburos, la de Mejora Continua de la Educación, Cofece y para rematar al desconcentrado Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Con ello el gobierno dice a mexicanos y extranjeros que no quiere que lo vigilen, lo evalúen y mucho menos estar obligado a informar sobre cómo se gasta los dineros públicos.
Les dice a los inversionistas que no habrá réferis que regulen las inversiones ni el volumen de participación en diversos ámbitos y que todo lo decidirá el gobierno de la 4T, ese que a pesar de la decisión del panel binacional sobre maíz transgénico dice que no acatará la resolución y abona con ello a su ya precaria participación en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.
Un gobierno que no acepta críticas y mucho menos censuras y cuyo marco legal no garantiza nada en favor de la inversión privada y en cambio se arroga bajo la falsa premisa de una autonomía superada por el derecho Internacional aplicar sus criterios cuando le venga en gana porque además con sus reformas al poder judicial, ya no hay posibilidad de recurrir al amparo frente a los abusos de la autoridad mexicana.
Será por eso que en 2023 aumentó 24 por ciento la participación de la informalidad en el PIB y que al cierre del 2024 se espera supere el 35 por ciento y que para 2025 eso se vaya mucho más arriba.
Veremos, pero el año cierra muy mal igual que las expectativas para el año próximo.
No obstante, es mi deseo de que quienes lean estos comentarios tengan el mejor de los años aunque suene demagógico y trasnochado. Un fraternal abrazo.