>> Cada día nos volvemos más dependientes de granos extranjeros
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
No hay mayor dependencia de un país que la alimentaria y eso es lo que está sucediendo con México por más que su gobierno presuma y reclame autonomía.
La expresión viene a cuento porque de acuerdo con el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) la producción nacional de granos básicos ya acumula una caída del 35 por ciento especialmente en el temporal a causa de ausencia de agua, la falta de apoyos económicos oficiales y encarecimiento del crédito bancario con sus altas tasas de interés.
Los más afectados desde luego, son “los más pobres”, los temporaleros que en un año lograron sembrar alrededor de 1|5 millones de hectáreas que no rindieron lo suficiente y obligaron a la importación.
Entre los granos de mayor compra en el extranjero estuvo el maíz especialmente forrajero hasta por 22 millones de toneladas que significaron un aumento de cuatro millones de un año para otro.
En oleaginosas fue necesario comprar en dólares lo mismo grano que aceites para refinar básicamente cártamo, semilla de algodón, ajonjolí y copra en tanto que en trigo, se adquirieron casi millón 200 mil toneladas para la industria macarronera.
En este punto el GCMA dejó en claro que al cierre del último trimestre la siembra de trigo en regiones como Baja California y Sonora, se verá menguada por las causas ya descritas ya que a pesar de existir cerca de 500 mil hectáreas para el cultivo apenas se lograrán habilitar 230 mil hectáreas lo cual representa cerca del 48 por ciento menos en relación a otros años.
Sobre la caída de la producción en general, el ex diputado petista, Álvaro López Ríos, dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, pintó un panorama deprimente para el sector agropecuario nacional y predijo un aumento en las importaciones para abastecer el consumo humano y animal.
Aclaró que el problema no sólo afecta a temporaleros que de alguna manera sobreviven con las dádivas gubernamentales sino también quienes tienen sistemas de riego, ya que en ambos casos se registra escasez de agua y en el caso de los trigueros con mayor intensidad pues es entre octubre y diciembre cuando se siembra la mayor parte del grano.
De ello, será Sonora el estado más afectado dado que de las 248 mil hectáreas destinadas al ciclo, sólo se van a sembrar 40 mil hectáreas ya que los campesinos decidieron no arriesgarse a pérdidas por 15 mil millones de pesos a causa de la ausencia de agua y el apoyo gubernamental.
Para el GCMA, en “el tema del trigo, Sonora va a entrar en un estado de emergencia”.
Agregaríamos que a consecuencia de ello en México se va a presentar una grave escasez del grano no sólo panificable sino también en el cristalino destinado a la elaboración de pastas.
Por ello el pan y las sopas se van a encarecer. De eso no hay duda y en el caso del maíz y los aceites habrá algo parecido aunque en menor escala.
El problema es grave dice Álvaro López Ríos ya que en momento en que la president(a) habla de soberanía, la verdad es que “nos tienen agarrados” los productores de granos principalmente estadunidenses ya que es en ese mercado donde México adquiere maíz incluyendo transgénico para alimentar al ganado especialmente bovino y porcino.
Ahora con el anuncio del trigo cuyo mercado se maneja desde la bolsa agropecuario de Chicago, seguramente los precios se irán a las nueves aunque no se cierre la frontera.
Conforme a información publicada en Reforma y atribuida a Rogelio García Moreno, vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario serán 200 mil hectáreas gtrigueras que dejarán de sembrarse a cambios de únicamente 40 mil o 79 mil en el mejor de los casos que se pondrán a trabajar.
Recodemos que el gobierno federal eliminó todos los estímulos a la producción agrícola, que se “ahorró” los millones destinados como apoyo a la comercialización y canceló los programas de investigación lo mismo a través de la secretaría de Agricultura que de las organizaciones campesinos y agrícolas, reduciendo incluso a la Agencia de Servicios a la Comercialización a una oficina de la dependencia mencionada, pero sin recursos propios.
Mal y de malas…