>> Taddei acata orden y baja el costo de elección de jueces, magistrados y…
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Por si había dudas acerca de quién manda en el INE, quedó claro que la jefa del Ejecutivo se impondrá sobre las instituciones que alguna vez fueron autónomas y permitieron el acceso al poder al ganso.
El sometimiento del Instituto Nacional Electoral encabezado por la morenista Guadalupe Taddei Zavala es evidente desde antes de realizarse las elecciones del pasado dos de junio. Desde el mismo momento en que Lorenzo Córdova Vianello dejó de presidirlo y por insaculación, la mayoría legislativa puso al frente del mismo a la actual consejera presidenta.
Por eso siempre se habló de que el Plan C del ganso estaba asegurado, ya tenían la elección en la bolsa, incluso las descaradas intervenciones del profeta de la 4T desde palacio Nacional para descalificar a los opositores y el cínico apoyo con dinero, logística y medios, que fueron denunciados, no merecieron ni una multa por parte del INE…
Incluso desde el Tribunal Electoral del Poder Judicial que se le entregó a Mónica Soto Fregoso por parte de los morenistas de la cámara de diputados a través del Sergio Gutiérrez Luna quien en ese momento era representante del partido oficialista ante el INE, hicieron mancuerna para enterrar la democracia mediante su decisión que otorgó al oficialismo la mayoría calificada en el Congreso.
Ahí empezó todo el drama que hoy se vive y dio pie a toda la bacanal de reformas que no sólo destruye la autonomía del poder Judicial como contrapeso al Ejecutivo y Legislativo sino también lleva al anonimato vergonzante a las instituciones electorales que hoy, perdieron toda credibilidad.
Porque no hay duda a quien obedecen tanto Taddei Zavala como Soto Fregoso que sin escrúpulo alguno se prestó a traicionar a su entonces par Reyes Rodríguez Mondragón para bajarlo del cargo de la manera más sucia, maniobra que fue orquestada desde la presidencia de la República.
De tal suerte que los antes odiados organismos electorales, hoy son los consentidos del régimen y sus integrantes tendrán como premio seguir cobrando salarios y prestaciones durante varios años más.
Por ello es importante no dejar pasar el momento: quienes dieron paso a lo que hoy vivimos son Guadalupe Taddei Zavala y Mónica Soto Fregoso. Esta último se atrevió a decir que suspender la elección de jueces, magistrados y ministros, sería un atentado contra la democracia.
Infelices ambas cuyos nombres deben ser recordados por convertirse en instrumentos viles del autoritarismo por unas cuantas monedas que no servirán para limpiar el estigma de traidoras a las instituciones ciudadanas que les fueron confiadas y con ello llevar al país a un plano nunca conocido de pobreza democrática.
En ese escenario, Taddei Zavala no podía desobedecer a su jefa y de inmediato y en medio de una pantomima de diálogo con quien decidió ser nada a cambio también de poder y dinero, anunció que le hacían una “rebajita” al presupuesto para las elecciones de mediados del próximo año y de los 13 mil millones solicitados, se bajaban a nueve mil millones o menos.
Puro cuento. Desde la “mañanera del pueblo” le ordenaron que le bajara, que era mucho dinero y se apresuró a obedecer, total para lo burdo que van a ser las tales elecciones donde –seguramente lo veremos- los perfiles que lleguen deberán ser fieles a la 4T, se someterán a las decisiones que les haga llegar en público para que sirva de lección o en corto para evitar tanto cinismo…
Porque así será. No habrá quien se atreva a desafiar a la titular del Ejecutivo quien asume el papel de máxima ley, de constitución viviente porque encarna al pueblo y a este no hay ministro, magistrado a juez que se le oponga. Ya lo dijo y no va a cambiar…
Todo lo demás que se diga o haga en torno a los nuevos integrantes del poder judicial, será mera demagogia, de la más barata y corriente, así son los morenos, así son Jazmín Esquivel de Rioboó y Lenia Batres Guadarrama. Imagínense en alguna de las dos recaerá la presidencia de la Suprema Corte de Justicia. Loretta Ortiz tendrá como premio de consolación vivir del cargo unos años más.
La verdad da asco esa carroña política llamada 4T o, mejor dicho, morena y sus aliadas rémoras.