>> Ante renuncia por congruencia de ministros, corcholata y lacayos actúan con vileza
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Ahora se ve que el objetivo no sólo era destituir sino humillar a los ministros de la Suprema Corte de Justicia que contuvieron con firmeza las transgresiones constitucionales del ganso y sus lacayos, sino humillarlos u orillarlos a rendir tributo al tlatoani a través de su corcholata para sostenerse en sus cargos.
No lo lograron, los ochos ministros reales del máximo tribunal de justicia del país, decidieron renunciar y no aceptar más humillaciones ni ser cómplices del golpe de Estado que los cuatroteros asestan a la República con su separación de poderes y a la democracia conculcándole derechos elementales de los mexicanos.
En un acto de congruencia más, los ocho ministros de carrera, presentaron su renuncia al cargo: Luis María Aguilar Morales, Javier Laynez Potisek, Juan Luis González Alcántara Carrancá, Alberto Pérez Dayán, Ana Margarita Ríos Farjat, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena decidieron que ante la decisión del Ejecutivo federal de acabar con el Estado de Derecho, prefieren irse que ser parte de la destrucción de la República asentada en tres poderes de la ex unión.
Encabezados por la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, los defensores de la Constitución declinaron ser parte de la comedia montada por la 4T para sumar en un solo trono todo el poder del país, arrebatando con ello libertades de los mexicanos que veremos menoscabados nuestros derechos en todos sentidos, desde los humanos hasta los políticos.
En su renuncia, Norma Lucía Piña Hernández establece claramente que su decisión “no implica mi conformidad con la separación del cargo para el que fui designada originalmente hasta el 10 de diciembre de 2030, sino un acto de congruencia y respeto al texto constitucional que hoy nos rige”. Con la reforma, abandonarán el cargo en agosto de 2025.
Por la mañana los textos de las ocho renuncias fueron presentados en el Senado y con ellas, el rechazo de los ministros de carrera a prestarse a la ocurrencia presidencial de suprimir sus trayectorias profesionales por un juego de tómbola y posterior elección amañada, por supuesto, por parte de la mayoría en el Congreso dominado definitivamente por el oficialismo.
Y como una muestra de que la tal reforma es una venganza del “desaparecido” tlatoani contra los ministros, mandó a su protegida, ungida como presidenta que como él tampoco cumple con la Constitución, a ofenderlos, a decir que aprovechan su salida ahorita para irse con un montón de dinero, como si el honor y el pundonor o la vergüenza, se tazaran en pesos.
Todavía más, el sujeto que dice presidir la cámara de Senadores, hoy convertida en receptáculo de traidores y gañanes, sale a advertir que, si no quiere la mayoría de morena y sus secuaces, no les van a aceptar la renuncia, a pesar de que en la misma ley que aprobaron está establecida la posibilidad.
Además, como se trata de derechos adquiridos antes de la reforma, la retroactividad que aún es ley positiva, les rescata a los ministros, magistrados o jueces, la posibilidad de irse con todas las prebendas laborales.
Por si fuera poco, la reforma no establece ninguna hipótesis de si las renuncias son aceptadas o no, simplemente dejan en claro que la “invitación” es a que renuncien antes de terminar octubre y se van con sus prestaciones, condición que ya se cumplió.
Si el Senado acepta o no las renuncias ya es otro tema, estarían incumpliendo como siempre, los preceptos que ellos aprobaron y entonces, tal vez, tendrían qué enmendar una vez más su propia legislación para evitar que los señores ministros, jueces y magistrados que presentaron en tiempo y forma sus dimisiones se vayan conforme a derecho…
Son tan viles estos de la 4T que son capaces de una infamia más porque como ya vimos, la tal reforma tuvo como origen una revancha del caudillo de Tepetitán y al ser ejecutada por su corcholata favorita llevaba dedicatoria.
Así se cerraría una de las páginas más infames de la historia de México donde muchos nombres serán recordados porque hoy ya no sólo los que tienen el poder escriben lo que sucede, sino que somos miles, millones de mexicanos que atestiguamos este capítulo lleno de vergüenza para la Patria y no lo vamos a olvidar.
En suma, los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación mandaron al diablo a la 4T y todo lo que representa.