ADRIANA DELGADO RUIZ/ @AdriDelgadoRuiz
Esos buitres siempre en busca de sacar provecho de quien pasa por una crisis. Carroñeros que, en vez de superar la adversidad, viven a expensas de convertirla en fatalidad. Todos conocemos a alguien así.
Cyrus Capital Partners LP y Contrarian Capital Management LLC son fondos buitre. Su modus operandi consiste en comprar en el mercado la deuda de estados y empresas que puedan quebrar, a un porcentaje muy inferior al de su valor nominal para después litigar y presionar por todos los medios posibles por el pago del 100 por ciento de este valor o más.
Lo último que les interesa es levantar negocios, hacerlos productivos y generar riqueza legítima y empleos. Su propósito es encontrar su ganancia entre los escombros de la desgracia. Es lo que intentan provocar, sin éxito, con TV Azteca.
En 2017, la televisora emitió bonos de deuda por 400 millones de dólares para invertirlos en lo que sabe hacer: generar contenidos y canales de TV. Toda inversión conlleva riesgos, por lo que estas emisiones siempre incluyen cláusulas que contemplan causas de fuerza mayor.
En este caso, sucedieron 2 circunstancias: el gobierno mexicano que inició en diciembre de 2018 redujo al mínimo su inversión en anuncios por televisión, que representaba un porcentaje relevante de los ingresos de todos los canales mexicanos, lo que afectó severamente sus proyecciones financieras. La otra circunstancia fue la parálisis económica generalizada que ocasionó la pandemia de Covid-19 al inicio de esta década.
En 2021, TV Azteca convocó a sus acreedores para negociar la reestructuración de sus pasivos, a lo que todos accedieron excepto dos: Cyrus Capital Partners LP y Contrarian Capital Management LLC quienes habían comprado deuda de la televisora en el mercado de capitales con la finalidad propia de un fondo buitre, así que se negaron rotundamente a negociar y, por el contrario, exigieron desde entonces el pago inmediato de todo el débito, sus intereses y demás costos y recargos.
Se toparon con que TV Azteca no es una empresa insolvente ni mal administrada y mucho menos en quiebra. Paga su nómina regular y puntualmente, no tiene ninguna queja de sus proveedores y, de hecho, liquidó toda su deuda en pesos con bancos y todos sus certificados bursátiles. Cuando emitió los bonos de 2017, reportaba transparente y trimestralmente todos sus resultados a la Bolsa de Valores.
Con todos sus argumentos en mano, la televisora del Ajusco acudió a los tribunales mexicanos para defenderse de las prácticas carroñeras de los fondos buitre. Por su parte, Cyrus Capital Partners LP y Contrarian Capital Management LLC acudieron a tribunales estadounidenses para demandar al Estado mexicano por aplicar la ley, iniciaron también un arbitraje contra México en las instancias del T-MEC y lanzaron una campaña de hostigamiento en contra de TV Azteca y Grupo Salinas.
Pero el estado de derecho lo es todo. Si las leyes son eficaces y se aplican de la manera correcta, las empresas producen, los trabajadores conservan sus empleos, la economía florece y los empresarios pueden tomar los riesgos propios de emprender negocios. Los fondos buitre y su mal cálculo pueden ir a otra parte a buscar la carroña que aquí no hay.