>> La propuesta de González Alcántara Carranca es totalmente inconstitucional
>> Para los periodistas radiofónicos, todo lo que pasa en el país es violencia
FRANCISCO GÓMEZ MAZA
Todo es un desgarriate. Bueno, no lo dicen así. Dicen: Todo es un desmadre. La violencia no hay quién la pare, Violencia en Sinaloa, violencia en Michoacán, violencia en Guerrero, violencia en Chiapas. Y todo por culpa del gobierno, primero de López Obrador y, ahora, por culpa de la comunista de Claudia Sheinbaum. En la tierra de Joaquín El Chapo Guzmán Loera y de El Mayo Zambada, todo ha sido violencia y violencia y violencia. Lo declaran en la televisión, en los periódicos impresos y, principalmente, en las estaciones de radio y en las llamadas redes sociales. Se pelean a muerte Chapitos y mayitos, pero no. La violencia es provocada por el gobierno corrupto de Morena. Y resulta que todo el santo día, las estaciones de radio “informan” principalmente de hechos de violencia, de asesinatos, de homicidios dolosos, de enfrentamientos entre bandas de criminales…
Lo que hace muchos años llamábamos nota roja es lo que, en la actualidad, es la columna vertebral de los noticiarios radiofónicos. El público ya no tiene la posibilidad de enterarse de lo que pasa en el mundo de la cultura, de la educación etc. Estoy imaginando que las escuelas de periodismo tendrán que revertir sus planes y programas de estudio y colocar a la nota roja como el primer género del periodismo, que podría quedar sí: nota roja, noticia, entrevista, crónica, reportaje, crónica, columna, artículo de fondo etc. Es imposible vivir así para los lectores en general, para personas que quieren saber de lo que acontece en todas las estancias de la vida social de la comunidad, del país y de lo que ocurre en el terreno de lo internacional.
Y a esta triste situación en la que los “locutores” y “comentó ratas” de primera colocan a sus radioescuchas, desde que dios amanece hasta que anochece, hay que agregar el papel antipatriótico que están jugando los miembros del supremo poder conservador, o sea la suprema corte que, obviamente, nunca va a renunciar a sus millonarios intereses monetarios, ni porque les prometan el cielo y sus maravillas, aunque varios de ellos ya están en la recta final de la existencia. La meta de estos ancianos y ancianas, que deberían de ser los defensores de la Patria mediante la protección de quienes son tratados injustamente por los impartidores de justicia, es mantenerse revestidos con la toga y continuar hasta que terminen su periodo, hinchados e hinchadas de billetes.
¿La Patria? ¿La Materia? (diría cualquier connotado feminista) A quién le importa. Menos le importa al ministro Juan Luis González Alcántara Carrancá, quien presenta una oferta antipatriótica, que además no tiene por qué hacerlo, pues no es legislador y no le toca legislar como lo dijo la doctora Claudia Sheinbaum. Pero lo que pretende Alcántara Carrancá es que él no pierda sus haberes de retiro y no los va a perder si renuncia ahora. En última instancia, lo que pretende el ministro Alcántara Carrancá en su proyecto es invalidar, parcialmente, la reforma judicial, además plantea que sólo los ministros de la SCJN sean electos por voto popular. ¿Y por qué no los magistrados y los jueces? Todos los profesionales del Derecho, incluido los ministros, que muchos de ellos son doctores, saben que la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara es completamente inconstitucional. ¿Se sabe usted que este ministro es un traidor, Fue de la confianza de AMLO; éste lo propuso para ministro de la Corte… Pero lo que le interesa es el montón de dinero de los haberes de retiro… Si renuncia ahora se llevará un montón de dinero. Si no, nada.
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