EDUARDO MERAZ
En la escalada de la batalla legislativa por la constitucionalidad de la reforma al poder judicial, nadie saldrá indemne. Está disputa entre los tres poderes de la Unión, independientemente de su resultado final, la sociedad será la principal perjudicada.
De poco o nada servirán los argumentos esgrimidos -válidos o no- por cada una de las partes. El camino de confrontación seguido hasta el momento solo contribuye a denigrar a cada uno de los integrantes de esos poderes y a aumentar la desconfianza en las leyes..
Las declaraciones contradictorias de los principales actores de este zafarrancho, sin lugar a dudas, refleja la impreparación para entender y atender una reforma de esta profundidad. Por más títulos de especialistas en Derecho, es el tono político predominante, el cual muestra la esencia del cambio propuesto.
Lo único cierto de este diferendo es haber permitido exhibir la pobreza de los denominados representantes del pueblo, quienes con la mayor desfachatez hablan de democracia, negando el derecho de otros de cuestionar sus atropellos a la ley.
Nadie se opone a ajustes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Pero tiene un alto grado de perversidad considerarlo el único culpable del sistema de justicia del país, cuando el mayor tapón y fuente de corrupción se encuentra en las policías y ministerios públicos, dependientes del poder ejecutivo.
Negarse a atender la emisión de una suspensión definitiva, por el prurito de ser la presidenta de la República, con la conseja -que no argumento- de que la disposición de un juez no es más que la voluntad del pueblo, es prácticamente declarar muerto el marco jurídico.
Poner en tela de duda las competencias e incompetencias que a cada poder corresponden, sólo ha derivado en mayor encono y poco aporta a clarificar el marco jurídico que nos rige.
De otorgar validez a lo expuesto por Claudia Sheinbaum, es el derrotero más seguro hacia anular el pacto social republicano, eliminar el sistema de representación popular, que Fuenteovejuna se enseñoreé y la Constitución carezca de sentido.
En el extremo de este camino está la cancelación de acceder a una justicia pronta y expedita, pues ya no existirían cauces legales para protección de los derechos y libertades de los mexicanos.
He dicho
EFECTO DOMINÓ
Para que no quede duda de la mano que mede la cuna, la nueva dirigencia de Morena se reunió este martes con diputados y senadores del partido guinda, quienes anunciaron la presentación de una reforma constitucional para que, en la Carta Magna, los amparos y las suspensiones no procedan en reformas constitucionales.
@Edumermo