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EDUARDO MERAZ
Independientemente de los pisos de la cuarta transformación, conforme se vayan incrementando Irán en aumento sacrificios y tributos para la población y la reducción en derechos y libertades. Es la “tombolocracia”.
Al más puro estilo de Los Ángeles Azules, este modelo de gobierno, “de México para el mundo”, tiene profundas raíces prehispánicas. Ayer y como se pretende ahora en la 4T, deidades y sacerdotes impondrán premios, castigos y tributos.
Este esquema, inédito en la ciencia política, conlleva el reconocimiento implícito a poderes fácticos, hasta ahora ocultos o negados: el crimen organizado y la milicia, como fuerzas “persuasivas” y más adelante con un dizque poder judicial o árbitro a modo.
Hoy, los nuevos tlatoanis pertenecen a los distintos cárteles -políticos, económicos o del CO-, y se creen deidades infalibles. Ahora, aliados de momento o temporada, van por eliminar el único freno a sus apetitos: la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para ello, han innovado el método, “la democracia tombolera”, con lo cual si algo sale mal, la culpa no será del gobierno sino del resultado azaroso de una tómbola, aunque desde el olimpo de la impunidad dictan quienes merecen ser súbditos y señalan a sus adversarios.
Así, los tributos a los cuales estaremos sometidos los mexicanos no serán únicamente económicos, sino en nuestros tratos. El pacto social de la Constitución de 1917, está dando paso a un esquema de gobierno sustentado, aparentemente, en el azar y en los caprichos.
Si ya desde el sexenio anterior, la acción gubernativa contemplaba la preeminencia de un modelo feudal, en el presente año, el paquete de reformas constitucionales es en esencia una mala copia de la vida prehispánica.
Dichos cambios a nuestra Carta Magna, además de pagar impuestos y derechos a las autoridades, también debemos hacerlo con los carteles del crimen organizado, que se asumen como señoríos, a cambio del derecho a la vida y no perecer en la piedra de los sacrificios de la 4T.
La intención de remover a jueces, magistrados y ministros y hacerlo por sorteo, es simplemente uno más de los engaños cuatroteístas, pues dejan intacta la estructura corrupta de policías, ministerios públicos y fiscales.
Siendo estrictos, estamos frente a la reedición, después de más de medio siglo, en la conformación de un nuevo imperio, el de la 4T, reivindicando la herencia del azteca, pero en chafa.
La opción de elección para los mexicanos cada vez se acota más y más. El oficialismo avanza en su propósito de estrechar cualquier manifestación distinta y por convertirse en el gran dictador.
Este Deja Vú cuatroteísta, no por ser una comedia de baratija, deja de ser trágico pues lo que hoy está por sucederle al poder judicial puede derivar en la instauración de la “dictadura de la tombolocracia”.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Antes, el ex subsecretario de Gobernación y ex titular de Aduanas, Ricardo Peralta, y en estos días el ex dirigente del PAN y hoy diputado de Morena, Manuel Espino, se han mostrado partidarios de que el gobierno negocie una “paz narca”.
Sus lazos con el crimen organizado deben ser muy fuertes.
@Edumermo
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