EDUARDO IBARRA AGUIRRE
Con el pretexto de que es amigo y muy cercano colaborador del presidente Joseph Biden, el embajador Kenneth Lee Salazar, mejor conocido como Ken, se tomó licencias en México durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador como en los inigualables tiempos de la sumisión de Felipe Calderón a los designios de la Casa Blanca, tanto que obligaron al tabasqueño a establecer un “pausa” en la relación con el secretario del Interior (2009-13) bajo la dirección de Barack Obama.
La gota que derramó el vaso de la paciencia diplomática casi ilimitada con Salazar quien virtualmente tenía derecho de picaporte en Palacio Nacional –expresión que usaba Valentín Campa para sintetizar su relación con el presidente Lázaro Cárdenas del Río (1934-40)–, fue que se involucró de lleno y con singular torpeza en el golpeteo político y las agresiones injerencistas impulsadas por los intereses corporativos de Estados Unidos y México, de sus oligarquías, con el propósito de frenar la reforma constitucional al Poder Judicial, respecto de la cual Norma Piña y su grupo empiezan a recular, incluido el levantamiento del paro de tres meses, con goce de sueldo de magistrados, jueces y personal de confianza el próximo miércoles 16, y que cuesta a la nación más de 10 000 millones de pesos y un retraso invaluable en la impartición de justicia que de por sí carga con un rezago monumental al frenar la apertura de más de 175 000 casos y un millón “congelados”. ¡Un paro con goce de sueldo y prestaciones! En efecto, como México no hay dos.
La respuesta de Obrador fue harto pertinente, pero a todas luces insuficiente para un destacado integrante del imperio de las barras y las estrellas, acostumbrados a hegemonizar al mundo más por las malas (militares e intervencionistas) que por las buenas (diplomáticas y de negociación), en tiempos en que la multipolaridad y la soberanía brotan en los cinco continentes.
Pero sin duda AMLO despejó el camino para que la presidenta Claudia Sheinbaum establezca nuevas reglas del juego para Salazar, al informar en la Mañanera del Pueblo que “a veces, el embajador llama a un secretario, a otro secretario. Entonces, ahora le dijimos: bueno, si quiere tocar algún tema relacionado con la Secretaría de Energía, porque hay empresarios estadunidenses interesados en invertir y quieren saber la disponibilidad, pues será por medio de la cancillería”. Más claro ni el agua incolora.
La directriz emitida antes de cumplir los primeros 10 días del gobierno del segundo piso de la Cuarta Transformación, no es exclusiva para el señor del infaltable sombrero, sino advertencia para los gobiernos de conductas imperiales, las elites financieras y empresariales, los organismos multilaterales y las agencias calificadoras generalmente alineadas a la geopolítica estadunidense, de que no se toleran dichos y menos hechos que violenten la autodeterminación de México. Anuncio al que harían bien en prestar atención todos los que conciben el injerencismo como prerrogativa imperial a la que presuntamente deben plegarse los 193 Estados que forman parte de la Organización de las Naciones Unidas.
Por eso esta ocasión la Rayuela de La Jornada está un tanto fuera de lugar: “Visto lo visto con el embajador, todo parece indicar que aquel, efectivamente, se verá ‘fresa’” (como el mismo Obrador lo enunció o predijo hace unas cuantas semanas). Salvo que con el brevísimo editorial como con otros recientes se busque hacer méritos con Sheinbaum Pardo a costa del arquitecto de la Cuarta Transformación.
Acuse de recibo
El doctor y constitucionalista Diego Valadés aseguró en la red X: “Se sabía lo que iba a pasar con la mayoría calificada en el Congreso, y pasó. En su momento, la combatí. La salud institucional del país exige sensatez por parte de todos. Es contraproducente desorientar a la sociedad. El contenido de una reforma constitucional no es impugnable”… Dos datos para los abundantes críticos de la militarización de México, las fuerzas armadas sólo reciben del Estado el equivalente al .5% del producto interno bruto, en tanto que en Colombia emplean el 3.5%, y 2.5% utilizan en países llamados democráticos con la bendición de Washington; además ningún gobernador proviene de ellas, tampoco legisladores, salvo prueba en contrario… “Falleció la maestra y economista Ifigenia Marha Martínez y Hernández, autora de varias publicaciones, académica, funcionaria, diputada y senadora, política, militante y dirigente del PRI, PRD y Morena. Fue directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, siendo detenida el 18 de septiembre de 1968 cuando el Ejército tomó las instalaciones de Ciudad Universitaria, junto con estudiantes y maestros de esta escuela dirigida por ella. QEPD”: Elba Pérez Villalba… Tan cerca del paraíso. Cartas en alemán, de S. V. Moraq, secuela de Anhelos opuestos, es la más reciente novela del autor. La primera edición, 2024, corresponde al sello Bonilla y Artiga Editores y forma parte de la colección Bon Art.
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