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ROGER LAID
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Los basureros a cielo abierto en Chiapas presentan una serie de problemas ambientales y de salud que afectan directamente a las comunidades cercanas.
Es allí donde se observa el reto que enfrentarán los gobiernos municipales entrantes en la entidad chiapaneca, esto tiene que ver con el medio ambiente y su cuidado hacia la preservación: los rellenos sanitarios.
Los basureros a cielo abierto en Chiapas representan una amenaza para la salud pública y el medio ambiente. La contaminación del agua, del aire, la proliferación de plagas y la falta de gestión de residuos son algunos de los problemas más importantes que se derivan de esta práctica.
Es necesario que los alcaldes volteen a ver este problema y busquen implementar medidas urgentes para promover la gestión responsable de residuos y la eliminación de los basureros a cielo abierto en Chiapas.
Sin embargo, los gobiernos municipales, no hacen nada por gestionar rellenos sanitarios e incineran los residuos a cielo abierto, y es importante insistir que están provocando la contaminación de cuerpos de agua, suelos, los paisajes y además son una fuente importante de enfermedades para la población.
En el 2015 solo se considero restarle un 30% al presupuesto de la SEMARNAP para hacerle entre al tema de los rellenos sanitarios y el delegado Amado Ruiz, finco un promedio de 520 millones de pesos que en ese momento fue la aproximación, fue hace 9 años. Pero solo fue un cuento.
En Chiapas, existen 36 rellenos sanitarios y 117 tiraderos a cielo abierto. Esto significa que la mayoría de los residuos sólidos en el estado se manejan de manera inadecuada, lo que genera un grave problema ambiental y de salud pública.
Basureros “clandestinos” son llamados a los de cielo abierto que carecen de los cuidados mínimos profesionales que permitan un manejo adecuado para que la contaminación sea mínima.
Sin embargó pareciera que este es un asunto al que esquivan los ayuntamientos, que los promueven como bandera política pero que se olvidan al llegar al poder.
Basta observar al rio Grijalva en su paso por Villa de Acala, Tuxtla, Chiapa, Usumacinta, Chicoasén, etcétera, para entender de la contaminación de lo que aquí se refiere.
La contaminación del río Grijalva es un problema complejo con múltiples causas. Además de los rellenos sanitarios, las descargas de aguas residuales, las actividades agropecuarias, la minería, la industria, los desechos sólidos y la deforestación juegan un papel importante en la degradación de su calidad.
Puntos Suspensivos…
Esperamos que los alcaldes en sus reuniones con el hoy gobernador electo Eduardo Ramírez Aguilar, muestren el interés de contribuir en favor del medio ambiente y de la salud de sus conciudadanos y de los chiapanecos. Que el gobernador sea acuerpado por los diputados para que se gestionen recursos, es la nueva era, y era lo que se esperaba,
Miembro del Club Primera Plana (CPP) y del Centro Mundial de Noticias (CMN)
