HOMO POLÍTICUS/ 100 compromisos de Claudia, demagogia de imitación

“Prometer no empobrece, cumplir es lo que aniquila”. Sabiduría popular

JOSÉ CARLOS GONZÁLEZ BLANCO

El primer acto de gobierno de Claudia fue publicar 100 promesas que contienen algunos aspectos esperanzadores y otros decepcionantes que auguran un gobierno extraviado en su demagogia, que igual que los que le precedieron ofrecerá más atole con el dedo, dedicaré estas notas a la reflexión sobre su estreno prometiendo y los sesgos que evidencian su demagogia que dominan el desencanto y reconoceré los aciertos que encontré.

Desde luego, todos deseamos que los nuevos gobiernos, sean mejores, el de Claudia implicaba una esperanza, pero eligió empezar mal, además de besarle la mano a Manuel Velazco en su primer momento público como jefe de estado continuó abrazando aberraciones que paso a contarle visibles en su publicación de arranque.

LOS DESENCANTOS

En principio, ¿Por qué sólo 100 promesas? Y no el número de acciones o compromisos de gobierno que auténticamente necesita el país, que son muchísimas más y debieron ser producto de un diagnóstico objetivo y especializado, ese número es más bien comercial, un número cerrado como para simular, tal y como hacía el Peje ofreciendo 100 universidades, o 100 acciones contra la violencia o sus resultados a los 100 días, el diagnóstico que ofreció Xóchitl era extraordinariamente superior con respaldo técnico y mucho más altura de miras, además, está actualizado, debió retomarlo por el bien de México.

Contrario al ideal republicano, su visión de país y de gobierno, es personalista, no es institucional, ese egocentrismo es una carga para los estados que lejos de apoyarse en un gobierno estable altamente profesional y republicano, se inserta en el vaivén de sus dirigentes de temporada, lamentablemente este será el caso nuevamente (promesas 2, 3, 16, 23, 35, 56, 63)

La señora sustentó sus promesas refrendando su idolatría por su mentor y lamentablemente también sus odios, tiene reiteradas citas a expresidentes al neoliberalismo que maldice (p. 12, 13, 19, 55, 63, 70, 75, 100)

En efecto en sus promesas hay una abyección que servilmente parte de reconocer grandes logros de la administración saliente en temas que son estrepitosos fracasos públicos que debieran avergonzarla, como la inseguridad pública, la excesiva corrupción, la mediocridad gubernamental y los servicios de salud, ello evidencia que pasará lo indeseable para un gobierno entrante, gobernará bajo el fanatismo personal de adorar a su jefe fracasado sobre el interés público al que está obligada. (p. 10, 11, 38, 39, 100).

Subyace que encubrirá a esos ladrones del obradorato pero pomposamente creará la Secretaría de la Anticorrupción, para simular ya que no podrá perseguir a nadie de la administración pejista, ¿Aberrante no le parece? (promesas 12, 15) el asunto es peor por el altísimo costo de operar una Secretaría para que su equipo no abuse.

Prometió recuperar instalaciones abandonadas por el gobierno neoliberal, ¡Que cinismo!, supone que lo abandonaron aquellos gobiernos anteriores al saliente y no lo abandonó este último, ¿Contradictorio y vergonzoso no creé? (promesa 42),

Prometió no más concesiones mineras a cielo abierto, no más privatizaciones, trenes de pasajeros, crear 100 parques industriales, fortalecer las empresas públicas como Mexicana de Aviación, Pemex, la CFE, refinerías, etc. Su diseño de gobierno entraña reinsertar al Estado en su condición de empresario, (p. 64, 65, 66, 68, 70, 77, 81); esto es un carísimo error, como si el gobierno fuera buen empresario, soslaya las costosísimas experiencias de administración del estado en tareas que exigen competitividad privada a lo largo de la historia; todos los casos han sido fracasos, los peores en bancos, combustibles, petróleo, transportes, comunicaciones y energía eléctrica.

Como sabe, todos los sistemas de compras gubernamentales son corruptos, exigen moches y simulan, así son sus modelos de administración que ella misma consintió en el gobierno de la capital, no se puede esperar otro comportamiento cuando el estado se vuelva empresario, no aprender del pasado ni la naturaleza humana del arribista servidor público de ocasión, nos obliga a repetir la lección.

Hay una lastimosa demagogia en prometer lo que ya garantiza el texto constitucional, prometerlo entraña una postulación con sobrero ajeno, un abuso a la ignorancia colectiva y eso está mal, (p. 4, 5, 6, 7, 8, 10, 15, 17, 18, 26, 63), si lo promete es un reconocimiento tácito subyacente a que esos derechos no se respetaron en el gobierno saliente y en eso si tendría razón.

Anunció continuar con la demagogia perversa de manipulación clientelar apoyándose en los ciervos de la nación para ofrecer censos, detectar necesidades de salud y ofrecer créditos a la palabra otorgables por el banco del Bienestar, se trata de apoyos clientelares como hace con el magisterio aliado (p. 22, 23, 27).

LOS ACIERTOS

Celebro con mucho gusto su anuncio de una política de fomento a la educación de gran calado en los niveles medio y superior, se lo escuché en campaña y ahora lo prometió, su oferta es raquítica por restringirse sólo al impulso a dos universidades creadas por ella y a escuelas de bachilleres, pero por algo debe inicia, ojalá lo cumpla, pero reflexiones, su opción está en el impulso a las universidades estatales que ya operan y crear municipales en los municipios de alta densidad demográfica, deseo que sea exitosa en esta idea, pero lamentablemente es inminente el fracaso, con el nombramiento de Mario Delgado como titular de ese ramo. (promesas 28, 30, 31, 32, 34, 36)

Apoyo la promesa de involucrar en las escuelas la educación para la salud con especial cuidado en la prevención de las adicciones, salud bucal y lentes gratuitos, esto si es justicia social y una deuda histórica que debió atenderse desde hace muchos años.

Me parece magnífico su compromiso de impulsar el desarrollo tecnológico, creo que su oferta es pequeña con relación a la necesidad nacional, nos queda a deber, debe impulsarla en todos los niveles y ámbitos de convivencia (34).

Aplaudo su iniciativa de reivindicar el principio de la no reelección y abatir la sucesión de cargos públicos a familiares, ese es un gran acierto de la revolución cuya reversión fue impulsada por fuerzas oscuras incluidas las de todos los partidos incluidos los obradoristas, (p. 11).

EN SÍNTESIS

Su visión de gobierno, es hipercentralista, concentradora de funciones, como si la federación fuera eficiente y desdeña las responsabilidades de los gobiernos estatales y municipales, esa política es retrógrada, desconoce las experiencias caóticas que México ha padecido con el centralismo, niega las capacidades que existen en provincia, niega la autonomía de los estados federados y la de los municipios, en general restringe sus posibilidades de auto gobierno regional y en eso se equivoca gravemente.

En sus promesas, existe un alto grado de demagogia, apoyo para mujeres sin límites, como si las mujeres, por el hecho de serlo fueran víctimas y los hombres por serlo fueran hostiles o adolecieran de ser titulares de derechos fundamentales, hay un fanatismo subyacente en su oferta política incompatible con la igualdad y el estado de derecho.

Su oferta política, es exactamente la misma de cada nuevo gobierno ofreciendo, si revisa la de Peña, la de López Obrador, la de los gobiernos panistas, no encontrará mayores diferencias, en lo general, es una burda imitación, dijo que no subirá precios, que habrá democracia, apoyos al campo, a los pobres, becas, que acabará con la corrupción, que su gobierno será caracterizado por … bla, bla, bla.

¿QUE ERA DESEABLE?

Lástima, deseábamos ver a una estadista con los pies en la tierra, realista, con sensatez, altura de miras, nacionalista con corazón y auténtica solidaridad social, que impulsara el desarrollo regional con apoyo federal, partiendo de las responsabilidades de cada ámbito de gobierno, normando, fiscalizando, es una pena, no pasó, era mucho pedir, ni modo, es lo que hay.

No hubo el reconocimiento y compromiso de luchar por abatir los grandes atrasos en materia de pobreza y marginación para superarla con acciones realistas de desarrollo regional, no clientelares, auténticamente humanistas, sensibles.

Le faltó un compromiso real de erradicar los cárteles, abatir la violencia y el anuncio de acciones concretas contra estas amenazas sociales, en sus promesas, no hay una sola acción contra cárteles ni contra el narcotráfico, su ceguera es muy grave, invisibiliza lo más delicado y sensible para la sociedad que es su seguridad.

De sus promesas al respecto, posicionó como lo más destacado que invitará a las reuniones mañaneras del gabinete de seguridad a la Fiscal General de la República, porque autonomía no significa no colaboración, ¡wow!, esa es su promesa 100, ya ni la amuela.

Pues, para su estreno ya le decapitaron al Alcalde de Chilpancingo y al Secretario de ese gobierno municipal y ello aconteció en la tierra que su Peje le dejó gobernar a su compadre Salgado Macedonio, seguir invisibilizando las masacres no debe ser opción para ella, salvo que se trate de encubrir a los cárteles.

¿Con que cara reclaman vicios en el sistema de impartición de justicia institucional si no hay investigación policiaca ni opciones de justicia para los familiares de esos muertos y para la sociedad que eligió un gobierno?, ¿Con que cara si invisibilizan estos homicidios horribles por ostentosos y espectaculares?

En las historias de mafias los delincuentes sabían que no debía matar policías ni agentes del gobierno, porque enfrentarían la fuerza del estado; esa regla de mafia, no existe en México, los cárteles dominan con cinismo, lo hacen sin ningún recato y retan al gobierno a sabiendas de su indiferencia o estulticia, insisto para Claudia, no debe ser opción invisibilizar estos homicidios debe preocuparle porque no sabe ¿Quién sigue?, o para esa violencia contra agentes del gobierno o la escalada de violencia continuará sin conocer límites como hasta acontecía con el Peje, el punto es que ahora está Claudia y veremos ¿De qué está hecha?.

Por ahora, es evidente que nos quedó a deber la presidente.

7 de octubre del 2024

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