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ROBERTO VIZCAÍNO
Fuera del protagonismo y la sucia retórica de Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado quien como carretonero y a base de amenazas pretende conducir la convocatoria para la elección de ministros, magistrados y jueces, Adán Augusto López líder de la mayoría de Morena en la cámara alta, avanza en negociaciones directas con consejeros del INE para garantizar esa elección.
Sin mayores aspavientos, y en abierta sustitución de la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez -que es a quien le corresponde esta tarea-, el tabasqueño se reunió con Guadalupe Taddei, presidenta del INE para avanzar en la implementación de la reforma al Poder Judicial.
Todo ello con base en un resolutivo que indica que es el Senado el que emitirá la convocatoria para dicho Proceso Electivo.
Hace unos días, con el obvio fin de acaparar reflectores mediáticos, Fernández Noroña dijo a medios que él le había enviado una solicitud de listado de cargos de la Corte y de la Judicatura a la ministra Norma Piña, que no le habían sido aportados sin cuya lista no podía emitir la convocatoria para la elección de cargos judiciales como prevé la Reforma.
Y que entonces se vería obligado a llamarle por el teléfono rojo que tenía en su despacho de presidente del Senado.
Sin esos desplantes, el tabasqueño López acordó con Consejeros del INE instalar mesas permanentes de trabajo para sumar a otros actores que colaboren con los trabajos necesarios para preparar esa elección.
Hace una semana, por unanimidad, el Consejo General aprobó el acuerdo por el que se dan por iniciados los trabajos de organización de la elección de jueces, magistrados y ministros, como lo mandata la reforma judicial.
FALLECE IFIGENIA MARTÍNEZ
Hacia fines de 1987 e inicios de 1988 la noticia en medios la daba Porfirio Muñoz Ledo quien anunciaba fractura del PRI con la creación de la Corriente Democrática.
Eran los previos de la selección del candidato presidencial del PRI y un importante grupo de priístas exigía al presidente Miguel de la Madrid y al presidente del tricolor, el hidalguense Adolfo Lugo Verduzco ir a una elección abierta del candidato.
El movimiento era encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas quien no sólo era el hijo de El General, sino gobernador de Michoacán a quien acompañaban Porfirio Muñoz Ledo, quien, ya para entonces había ocupado los cargos más importantes dentro y fuera del país y la maestra Ifigenia Martínez, formadora de decenas de personajes del poder y la política, entre ellos el que resultaría ser el siguiente presidente de México, Carlos Salinas.
Otros muchos, quizá unos 300 más, eran parte de esa corriente, como Rodolfo González Guevara, embajador entonces de México en España
La Corriente Democrática se separó del PRI y dio vida al Frente Democrático Nacional con la integración del PPS y del PARM y del partido naciente de Heberto Castillo para lanzar la candidatura presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas quien quizá aquellas elecciones presidenciales de 1988.
La maestra Ifigenia estuvo siempre en el centro de todo eso en forma natural. Ella siempre fue parte de la tercia de la democratización de México al lado de Cuauhtémoc y de Porfirio.
Falleció el sábado a los 99 años. Apenas 4 días después de presidir en un estado lamentable de salud la ceremonia de transmisión de poderes en que Claudia Sheinbaum asumió el cargo como la primera presidenta de México.
Directoria de la escuela de Economía en Ciudad Universitaria durante el 68, fue dos veces senadora y tres diputada federal y fue la primer mexicana de cursar una maestría y el doctorado en Harvard.
Para la transmisión de poderes a Sheinbaum preparó un texto que ya no pudo leer. En él dijo:
Hoy nos encontramos aquí, en este recinto solemne de la democracia mexicana, como testigos de un momento que marca un antes y un después en nuestra historia: la Toma de Protesta de la Doctora Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer Presidenta de México.
Su llegada a la Presidencia es la culminación de una lucha que hemos atravesado generaciones enteras de mujeres, quienes con valentía desafiamos los límites de nuestros tiempos.
Hoy, junto con ella, llegamos todas y abrimos paso a una nueva era. Yo misma, que he recorrido tantas batallas por la democracia y la justicia, me siento profundamente honrada de presenciar este triunfo histórico.
En 1988, formé parte de la Corriente Democrática de izquierda en México, una lucha que, junto a muchas y muchos, iniciamos con la firme convicción de que el cambio verdadero era posible.
Hoy, esas convicciones han rendido fruto. No sólo tenemos una Presidenta, sino que se vislumbra un presente donde las mujeres participemos en condiciones de igualdad en la construcción de futuros posibles y deseables para nuestra Patria.
Ser parte de esta transmisión histórica del Poder Ejecutivo y entregar la Banda Presidencial a la primera Presidenta es uno de los mayores honores de mi vida.
Agradezco profundamente la confianza de mis compañeras y compañeros legisladores para desempeñar este acto simbólico, que representa no sólo un punto de inflexión en la historia, sino también el triunfo de nuestros valores: igualdad, justicia y democracia.
Hoy, las mujeres, junto a los hombres, estamos listas para continuar construyendo el País que soñamos.
El de un México libre e igualitario. Un País donde el liderazgo femenino dejará de ser la excepción, para convertirse en norma.
Desde esta soberanía, le decimos que no está sola. Que la lucha por la justicia y por la igualdad es de todas y de todos. Y que no descansaremos hasta lograr una democracia plena, donde no haya distinción de género, clase o condición.
Que nuestras diferencias no nos dividan, sino que sean la fuente de propuestas y de soluciones compartidas a los distintos retos que enfrentamos.
Hoy, más que nunca, necesitamos tender puentes entre todas las fuerzas políticas, dialogar sobre nuestras divergencias y construir, juntas y juntos, un país más justo y solidario.
Es tiempo de altura de miras. Es tiempo de construir nuevos horizontes y realidades. Es tiempo de mujeres. Sigamos dejando huella.
Toda una oda al feminismo.
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