ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO
SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Este 8 de septiembre se conmemoró el día internacional del periodista, buen pretexto para evocar a quien se considera la primera mujer periodista en México: Leona Vicario. Dicho dato lo dio a conocer Fortino Ibarra de Anda en Las periodistas mexicanas (1935), posiblemente el primer libro sobre este tema en nuestro país.
El autor daba como antecedente que desde el inicio de la guerra por la independencia, Vicario intentó ponerse en contacto con los insurgentes sin éxito alguno, pero cuando Andrés Quintana Roo se unió a la lucha -que era su novio-, ella comenzó a mantener correspondencia constante con varios jefes de la rebelión.
Ibarra de Anda aseguraba que Leona escribió textos donde compartía noticias que fueron publicadas en El pensador mexicano y en las hojas volantes publicadas por el grupo subversivo a los “guadalupes”. Además, afirmó que dicha información era retomada también por El ilustrador Americano así como por el Semanario Patriótico Americano. Sin embargo, todas estas colaboraciones siguen siendo especulaciones. Luévano Pérez en Leona, inquebrantable simiente de la patria, lo señaló de la siguiente manera:
Diversos biógrafos de Leona Vicario, afirman que ella escribió en ambos periódicos y utilizaba sus publicaciones en El Ilustrador para enviar mensajes en clave a los jefes del movimiento. Redactó editoriales, lo mismo que comentarios de aliento a los combatientes, fue convirtiéndose en cronista del movimiento y en una de las primeras periodistas de nuestra historia. Lamentablemente, no se han encontrado testimonios de dicha actividad.
La importancia que Vicario dio a la escritura y a comunicarse a través de ella con los insurgentes es muy representativa, cuando ella fue aprehendida, durante el juicio, el principal cargo en su contra era que mandaba noticias a los rebeldes, por lo que fue calificada como “la corresponsal general de los insurgentes”. Al consumarse la Independencia, continuamente Vicario se tuvo que defender de cualquier injuria que demostraba el rechazo de algunas personas que ahora estaban en el poder, Lucas Alamán fue uno de los grandes críticos y una de las más graves fue cuando la acusó de que:
…había recibido casas y haciendas, en pago de unos créditos, “merced a cierto heroísmo romanesco, que el que sepa algo del influjo de las pasiones, sobre todo en el bello sexo, aunque no haya leído a Madame de Stael, podrá atribuir a otro principio menos patriótico”. El insulto era grosero y ruin, porque presentaba a Leona como una mujer vulgar que abandona su casa para seguir a un amante, y pide luego una recompensa por su liviandad.
Esta situación provoco el momento más destacable de la relación de Leona Vicario con la prensa, ya que ella envió al periódico El Federalista, una respuesta contundente a través de una carta insertada el14 de marzo de 1831. Segura de sí misma y demostrando la fuerza de su carácter, defendió su honor de mujer y su prestigio de heroína:
Confiese U. Sr. Alamán que no solo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres que ellas son capaces de todos los entusiasmos y los deseos de la gloria no le son unos sentimientos extraños; antes bien vale obrar en ellos con más vigor, como que siempre los sacrificios de las mujeres, sea el que fuere el objeto o causa por quien las hacen, son desinteresados y parece que no buscan más recompensa de ellos, que la de que sean aceptadas. Por lo que a mí toca, sé decir que mis acciones y opiniones han sido siempre muy libres, nadie ha influido en ellas, y en ese punto he obrado siempre con tal independencia, y un atender que las opiniones que han tenido las personas que he estimado. Me persuado que así serán todas las mujeres, exceptuando a las muy estúpidas, y a las que por efecto de educación hayan contraído un hábito servil.
El texto no es un artículo periodístico, pero es una carta con una impecable argumentación que delata la claridad que tenía ella de su participación y de la de otras mujeres en el movimiento de 1810. Vicario no era colaboradora de ese diario, pero sin dudarlo “emprendió, a través de la prensa, una defensa pública sobre la voluntad de acción y pensamiento de las mujeres”. Tales expresiones tan sencillas, esconden tras sus frases el carácter de una mujer fuerte, de vasta cultura y de carácter excepcional, por lo tanto debe ser llamada precursora del periodismo pues, a pesar de lo prejuicios imperantes en la época colonial relacionados con la mujer, Leona Vicario tuvo el valor de dar a conocer públicamente sus ideas en una época donde pocas mexicanas tenían ese privilegio.