>> La mayoría de mexicanos no votó y 35 millones dijeron sí a la 4T, a aguantar
MIGUEL A. ROCHA VALENCIA
Sin duda la abstención electoral es un sí al régimen vigente y eso fue lo que hicieron más de 40 millones de mexicanos, en tanto que 35 millones más votaron por la continuidad de la 4T a pesar de las advertencias que hicieron los contrarios a la actual administración y su corcholata.
De nada sirvieron los argumentos de promesas incumplidas, fin a la corrupción, abuso del poder, excesivo endeudamiento, construcción de obras de dudosa viabilidad financiera y entregadas para su usufructo a fuerzas armadas, el anuncio de un régimen totalitario, los casi 200 mil asesinatos, los 350 mil mexicanos que murieron por falta de atención médica o ausencia de fármacos y desde luego la instalación de un régimen autoritario donde la nueva mafia en el poder encabezada por el ganso someta a las instituciones y la ley para su beneficio.
Tampoco sirvieron las advertencias y pruebas de ligas con el crimen organizado que permitió a los delincuentes apoderarse de casi todas las actividades productivas y comerciales mediante la extorsión gracias al financiamiento de campañas políticas incluyendo, dicen, gubernaturas, legislativas y la presidencial.
La gente que acudió a las urnas dijo que prefería seguir con eso y consolidarlo que buscar alguna alternativa en alguien propuesta por los partidos de oposición pero a la cual, abandonaron para repartirse las migajas de poder en una acción más que cínica y reprobable, carroñera.
Al final decidimos 75 millones de abstencionistas y votantes agradecidos que queríamos más de la 4T ya que en el sistema democrático del cual aún gozamos, la mayoría mandó con todo y los fraudes y violaciones flagrantes a la Ley como las ofensas y descalificaciones a la opositora y el uso faccioso del presupuesto federal para comprar el beneplácito de muchos mexicanos.
Desde antes de ver por donde le entraba el “agua al coco”, se supo que se trataba de una elección de Estado orquestado por el jefe de campaña de la científica y que cobra como presidente de la República y líder del cártel de la 4T. Las advertencias y sesudas reflexiones fueron inútiles frente al agradecimiento por los miles de pesos recibidos por millones de mexicanos en sus tarjetas del bienestar por concepto de becas, apoyos o pensiones.
La especie se confirmó cuando el Instituto Nacional Electoral encabezado por la morenista Guadalupe Taddei Zavala desestimó las quejas por violaciones presentadas por la oposición en general y por la candidata Xóchitl Gálvez Ruiz en lo particular, en tanto que el Tribunal Electoral de la Federación se colonizaba con su actual magistrada presidenta Mónica Soto, recibió el regalo por voz del cuatrotero, entonces líder de los diputados de la 4T, Sergio Gutiérrez Luna luego de operar la renuncia del impresentable Reyes Rodríguez cuyo voto se aseguró para la 4T desde entonces.
Es decir, los dos organismos electorales que aprobarían y calificarían la elección del dos de junio, ya estaban colonizados. Fue entonces que por milagro, el tlatoani dejó de insultar a consejeros y magistrados, se dejó de hablar de quienes los integraron e insistir en su liquidación inmediata, centrándose la persecución contra el poder Judicial, especialmente de los Ministros contrarios a la 4T.
Fue cuando casi se elevó a los altares del proyecto morenista a Loretta, Lenia y a la plagiaria Yasmín en tanto desde palacio se inició la campaña en favor del plan C que incluía obtener no sólo la Presidencia sino la mayoría calificada en Congreso. Poco después la científica cometería la indiscreción que la elección era un simple trámite para alcanzar el poder.
La elección de Estado fue ese trámite, ir a las urnas, que el INE procesara la elección plagada de violaciones, fraudes y querellas desestimadas para que luego se pasara a otorgar sin quitar un punto o coma, la mayoría calificada y de inmediato se consolidara el predominio de Morena con la suma de tránsfugas del PRD y del Verde.
¿Faltó más energía a la oposición para pelear el recuento? ¿Hizo falta hacer valer la violencia de género y las 36 violaciones reconocidas del profeta de la 4T? o fue todo junto incluyendo el desastroso y vulgar comportamiento de las dirigencias del PRI y PAN, claro sumando la apatía de 40 millones de mexicanos y el presunto agradecimiento de 35 millones más.
La realidad, aunque nos duela, es que se consolida un proyecto cuyo fondo no se revela al público en general pero que para los analistas es claro. Como sea, eso tenemos y eso dejamos que ocurriera. No hay vuelta atrás salvo que en el mismo poder como ocurrió antes, llegue la solución.