LUIS RAMÍREZ BAQUEIRO
“Por nuestra codicia lo mucho es poco; por nuestra necesidad lo poco es mucho.” – Miró.
Xalapa, Veracruz. Mientras el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) fue guiado por el originario de la Localidad de El Pato, municipio de Nautla, Veracruz, Juan Nicolás Callejas Arroyo (QEPD), en estas tierras veracruzanas mandaba el otrora poderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI).
En esos momentos, la educación se regía y dictaba bajo el auspicio y poder del SNTE, las y los maestros eran todopoderosos y mejoraron en función de sus esfuerzos en la carrera magisterial y de sus palancas al interior del sindicato.
El control férreo de las escuelas era otra de esas facultades con el cobró de cuotas escolares, manejo de fondos de ahorro, y por supuesto el control de las tiendas o cafeterías que pudieran tener.
Vamos en términos llanos y claros, era todo un negocio redondo.
Pero los tiempos cambian y se adecuan a las nuevas realidades sociales del país.
A la muerte del otrora poderoso líder magisterial, llegó la Cuarta Transformación, la que surgió en gran medida como resultado de los acuerdos y componendas que las dirigencias nacionales y estatales de maestros fraguaron ante lo que consideraron una traición del Gobierno de Enrique Peña Nieto en la mal llamada “reforma educativa” que vino a ponerles al traste en otro pequeño negocio que tenían por ahí, como era la venta de plazas laborales.
Esto bajo el argumento que era un derecho ganado, cuando ellos usufructuaban una concesión que el estado les brindaba al impartir clases, algo que se acabó, con el nuevo régimen.
Pero de la mano de esos cambios llegó también otra medida, que ha mortificado a los grandes cachanchanes del sindicalismo educativo, y que fue el quitarles el control e ingreso de millones de pesos por el manejo de las tiendas y cafeterías.
Nada de lo que ahí se recaudaba terminaba beneficiando a los alumnos o padres de familia de las escuelas, sino resultaba en una especie de fondo para las actividades políticas del sindicato y por supuesto para los gustos, excesos y excentricidades de la dirigencia en turno.
Ahora ha salido a relucir una denuncia en contra del diputado federal y ex secretario de Educación (SEV) Zenyazen Roberto Escobar García, respecto a que controla y maneja a sus anchas el recurso de las tiendas y cafeterías.
Aun cuando las cuentas danzantes que se han hecho públicas no coinciden con la realidad, es importante señalar que la medida, tuvo como principio fundamental garantizar el retorno de recursos a las escuelas que antes no tenían.
Hoy por hoy, las escuelas veracruzanas se han visto beneficiadas con la compra de bancas, pupitres, materiales didácticos, equipos de cómputo que han sido adquiridos y retornados por medio de la concentración del control de dichas acciones.
Pero lo interesante de la denuncia es que detrás de ella, estaría el heredero de la familia Callejas Roldán, de nombre también Juan Nicolás, quien con la conformación del denominado Equipo Político, negoció su respaldo a la próxima administración estatal, sólo que en el truco, va la mañana, pues ahora ese grupo denuncia, para pretender subir al Congreso del Estado una reforma que obligue al Gobierno a entregarles a los profesores –específicamente a las supervisiones escolares- el control del 20% de lo recaudado en las cafeterías, para ellos continuar haciendo de la educación un negocio.
Porque no proponen mejor una iniciativa en la que aporten algo de sus prestaciones en beneficio de la educación veracruzana, porque siempre, actúan mezquinamente con el afán de sacar una raja política de sus apoyos o acciones.
Es increíble que grupos como estos no se den por satisfechos, cuando esta administración estatal y federal ha mejorado sustancialmente el trato y las prestaciones salariales de sus agremiados, reconociéndose su valía y esfuerzo.
¿Será acaso que es más importante la mercantilización de la educación y sus beneficios, que imponer el espíritu elemental de la docencia para lo que se dicen preparados?
A ver si esas viejas mañas del régimen priista, son dejadas detrás y comienzan hablar de frente, porque en eso de lanzar la piedra y esconder la mano son expertos, cuando en lo que deberían demostrarlo, traigan niveles muy por debajo de las medias que la OCDE delimita a través de la Prueba PISA.
Al tiempo.
“X” antes Twitter: @LuisBaqueiro_mx