ROBERTO VIZCAÍNO
En ya un cierre de sexenio trepidante, Andrés Manuel López Obrador no sólo patea al T-MEC al impulsar su reforma al Poder Judicial y dar fin al Estado de Derecho, sino que ya se envolvió en la bandera de la independencia y la soberanía nacionales, y exige disculpas por opinar sobre reforma al poder judicial.
En este paso AMLO aplica una fórmula que no existe en la diplomacia y las relaciones internacionales: congela su trato con los embajadores Ken Salazar de EU y con Graeme C. Clark, de Canadá pero afirma mantener las relaciones bilaterales de México con esos países.
El caso es que ambos embajadores son los representantes directos de los mandatarios de EU y Canadá ante el de México. No están aquí a nivel personal. Y sus comentarios fueron a nombre de sus respectivos jefes. Y lo hicieron no como una acción intervencionista, aclararon, sino como socios que son vía el T-MEC.
Pero AMLO no reconoce esa consideración. Lo asumió como una violación a la independencia y a la autonomía y soberanía de México.
Y como la Constitución Mexicana faculta al Presidente en su Artículo 89 a ajustarse a los principios de no intervención, y autodeterminación pues ahora aplica su fórmula diplomática de “la pausa” con los embajadores, no con sus gobiernos y sus países.
Y para fundamentar su actuación aclara:
“¡Cómo le vamos a permitir al embajador, con todo nuestro respeto -esto no es asunto de pleito, de enemistades-, pero cómo le vamos a permitir que él opine qué está mal en lo que estamos haciendo! Ahora sí que, no vamos a decirle: abandone el país, ¡eso no!… pero sí tenemos que leer(les) la Constitución, que es como leerle(les) la cartilla”.
AMLO reconoció que, al menos en el caso de Ken Salazar, lo que opinó fue algo que le ordenaron desde el Departamento de Estado de EU, y para superar “la pausa” exige que le digan claramente que respetarán la autonomía y soberanía de México. Antes no.
“… no es cualquier cosa, porque nosotros no vamos a darles consejos allá, ni a decir(les) qué está bien y qué está mal. Entonces, queremos que sean respetuosos, que haya una relación recíproca en cuanto al respeto a las soberanías”, insistió.
NAPOLEÓN GÓMEZ URRUTIA VA POR UNA CENTRAL OBRERA ÚNICA
El senador de morena Napoleón Gómez Urrutia el líder nacional minero más importante en México, miembro de la directiva internacional de la agrupación minera más sobresaliente en el mundo, ahora diputado electo, está a punto de consolidar una nueva Central única de Trabajadores en México.
Algo que recuerda a la CTM de Fidel Velázquez que operó a lo largo de los casi últimos 80 años.
El anuncio de la integración de esta nueva Central de Trabajadores Única la darán a conocer el conjunto de dirigentes obreros que se sumarán con sus gremios a la propuesta de Napo.
La circunstancia que motiva esta integración de agrupaciones de trabajadores, explicó Gómez Urrutia, es que la parte del capital y la empresarial sí tienen sus propias centrales empresariales y del dinero como son el Consejo de Hombres de Negocios que agrupa a los 60 hombres y mujeres más ricos de México, o la Coparmex, Concamin o la Canacintra y otras muchas centrales empresariales e industriales que en momentos actúan en forma coordinada.
Para quienes no terminan por entender a Napo -como se le conoce coloquialmente-, y sólo lo conciben como heredero de un liderazgo en el gremio minero, hay que recordar que Gómez Urrutia es un economista egresado de la UNAM, con maestrías en Oxford y Alemania y que fue 16 años director de Casa de Moneda y director luego de Minera Autlan, y que como líder minero logra contratos colectivos con aumentos salariales de 40 o 60 por ciento mientras que otros gremios se conforman con incrementos de un 4 o 6 por ciento.
Sin duda un dirigente totalmente atípico entre el resto de los líderes obreros mexicanos.
MEMORIA GRAFICA DE UNA LEGISLATURA IMPAR
Muy pocos los valoran, pero quienes mantienen una narrativa única, sobresaliente, impactante muchas de las veces, de la vida parlamentaria son los fotógrafos de ambas cámaras.
Esto fue reconocido ayer por la senadora Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado al recibir de manos de Carlos Cruz Arzate, su coordinador de Comunicación Social la Memoria Gráfica de la Legislatura que acompañó los 6 años del mandato de Andrés Manuel López Obrador.
Integrada con las imágenes sobresalientes captadas día a día por los fotógrafos César Sánchez, Ricardo Maldonado y Nimrod Cruces esta Memoria – que se puede consultar en página oficial de la Cámara de Senadores: https://www.senado.gob.mx/65/-, contiene las imágenes sobre el trabajo legislativo en el recinto parlamentario, de septiembre de 2018 a agosto de 2024.
Ahí quedan para la historia del Congreso los momentos en que se acordó y debatió, y finalmente se aprobaron reformas constitucionales, leyes de nueva creación y cambios a diversos ordenamientos legales, que garantizaron los derechos sociales de las y los mexicanos.
La Memoria Gráfica da cuenta de la Mesa de Decanos que presidió la senadora Ifigenia Martínez, el 29 de agosto de 2018, para tomar la protesta correspondiente a los senadores electos y elegir a la primera Mesa Directiva de la Cámara.
También hace un recuento gráfico de las y los integrantes de la Junta de Coordinación Política, que encabezaron los senadores Ricardo Monreal y Eduardo Ramírez, así como de los eventos más relevantes de los presidentes de la Mesa Directiva: Martí Batres, Mónica Fernández, Eduardo Ramírez, Olga Sánchez Cordero, Alejandro Armenta y Ana Lilia Rivera.
El documento, elaborado por la Coordinación de Comunicación Social, dedica un apartado para rendir un homenaje a los senadores que fallecieron durante este sexenio: Angélica García, Rafael Moreno Valle, Joel Molina, Radamés Salazar, Faustino López, Juan Pablo Adame y Armando Guadiana.
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