EDGAR GONZÁLEZ MARTÍNEZ
En la historia de estas justas deportivas, muchas ciudades anfitrionas han salido muy mal libradas por el excesivo gasto. Aunque siempre el oropel de las medallas gana la batalla, la verdad es que con el tiempo la deuda hace crisis y sale a relucir que como negocio los Juego Olímpicos son, generalmente, una carga para el país anfitrión. Aún no se conocen los resultados de la reciente Olimpiada de París 2024, pero no dudamos que los problemas financieros no tardan en llegar.
De acuerdo con la Dra. Reina Alicia Castro Camacho, Coordinadora de la Maestría en Administración y Negocios (MBA) de CETYS en Tijuana, los países anfitriones enfrentan una curva económica antes, durante y después del evento, lo que históricamente ha demostrado que no todos tienen la posibilidad de ser sede de unos Juegos Olímpicos.
“La historia nos ha demostrado que regularmente la inversión es mucho mayor que los beneficios, ganancias o retornos de inversión obtenidos. Por eso, no hay muchas ciudades que deseen postularse para ser sede de los Juegos Olímpicos; el retorno de inversión, históricamente, no resulta como se esperaría”, mencionó.
La especialista señaló que ser sede de los Juegos Olímpicos se requiere una capacidad instalada en términos de infraestructura, que va desde instalaciones que permitan albergar todas las competencias hasta la capacidad para hospedar a miles de visitantes, competidores, líderes de delegaciones y turistas. Se requieren centros deportivos y estadios complejos donde se alojen y entrenen los atletas de alto rendimiento. Una inversión fuerte que, si el país ya posee, solo necesita modernizarla. Sin embargo, si no la tiene, debe construirla, lo que representa una inversión de capital aún mayor.
En los últimos Juegos Olímpicos, Río de Janeiro 2016, Brasil enfrentó pérdidas de 11.1 mil millones de dólares invertidos, costo que abarca desde infraestructura deportiva hasta otras construcciones y mejoras en el transporte público. Aunque hubo ganancias durante los días de competencia, no se cubrió la inversión, llevándolo a una crisis financiera una vez concluido el evento.
También quedan para la historia los fracasos Grecia, y Japón, por su parte, en Tokio 2020, enfrentó la pandemia del COVID-19, lo que hizo que su inversión inicial de 7.4 mil millones de dólares aumentara hasta 13 mil millones de dólares debido a las medidas de seguridad sanitaria necesarias. Las ganancias reportadas fueron de 5.8 mil millones de dólares, agravadas por la ausencia de público debido a las restricciones sanitarias. Y aunque aún no se cierran los números, Francia reportó una inversión de 8.8 mil millones de euros en la organización de los Juegos Olímpicos, financiada en su mayor parte por fondos públicos y privados (estos últimos representando el 96%). Las proyecciones de ganancia estimadas van de 6.7 a 11.1 mil millones de euros.
Por eso, para Los Angeles 2028, Alicia Castro, docente de Posgrado en CETYS Universidad, resaltó que Estados Unidos busca no hacer grandes inversiones y contempla realizar sus Juegos Olímpicos con la infraestructura existente. Esto pone mayor énfasis en la sostenibilidad económica, que será el reto para las próximas sedes y eventos de tal magnitud.
Preocupa al mundo la decisión de la FED en materia de política monetaria.
Precisamente la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), dará a conocer, hoy miércoles, las minutas de la más reciente decisión de política monetaria. Es probable confirmar hoy, en el transcurso de la maña a de un recorte en la tasa de interés de referencia en septiembre ante una probable flexibilización en el lenguaje de los banqueros centrales. Más adelante en la semana se llevará a cabo el simposio de Jackson Hole. Ahí, los encargados de la política monetaria podrían discutir más a fondo temas como la magnitud de los recortes o la posible velocidad del ciclo.
De cualquier forma, los datos económicos en Estados Unidos disuelven cada vez más el escenario de una recesión. Las ventas al menudeo de julio sorprendieron por su buen desempeño. El indicador oportuno sugiere que el gasto en consumo privado creció sólidamente al inicio del tercer trimestre del año. Las solicitudes iniciales del seguro de desempleo sorprendieron a la baja.
Por otra parte, la inflación anual de Estados Unidos finalmente rompió un importante piso al ubicarles en 2.9%, su menor nivel desde marzo de 2021. La inflación subyacente continuó a la baja al pasar de 3.3% a 3.2%, todavía muy por encima del objetivo de 2.0% de la FED. No obstante, y sobre todo desde de la última conferencia de prensa de Jerome Powell, hay campo para que la FED baje su tasa en septiembre. No anticipamos recortes agresivos. Nuestra expectativa se mantiene en 25 puntos base.
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