EDGAR GONZÁLEZ MARTÍNEZ
En México, la inclusión bancaria de los que menos tienen y la igualdad de género laboral, que permita a las mujeres participar en la nueva era digital en las finanzas, son retos que se deben afrontar en el gobierno de Claudia Sheinbaum. En las empresas “Fintech” se ha avanzado, pero falta mucho. Aunque las mujeres están ganando terreno en roles clave, enfrentan obstáculos significativos que requieren atención para lograr una equidad de género real en el sector.
Teresa Lafuente, Head of People en Coinscrap Finance, fintech española con presencia en México, señala: «Desde nuestros inicios en 2016, hemos observado un crecimiento sostenido en la presencia de mujeres en roles tecnológicos. Sin embargo, aún enfrentamos el desafío de incrementar esta participación para alcanzar un equilibrio real de género.»
En Coinscrap Finance, la representación femenina ha crecido hasta el 33%, con un objetivo claro de superar el 50% en los próximos años. Este tipo de iniciativas son cruciales para promover la igualdad de género en el sector fintech, que históricamente ha estado dominado por hombres.
Además, la brecha salarial sigue siendo un problema persistente en la industria. Las mujeres a menudo ganan menos que sus homólogos masculinos, incluso cuando ocupan posiciones similares. Esta disparidad no solo afecta la equidad de género, sino que también desincentiva a las mujeres altamente calificadas a ingresar o permanecer en el sector fintech. Otra barrera importante es la conciliación entre la vida laboral y personal. En un sector que requiere un alto nivel de compromiso y horas de trabajo extensas, muchas mujeres se enfrentan al desafío de equilibrar sus responsabilidades profesionales con las personales. Este obstáculo es particularmente significativo en las empresas fintech, donde la cultura del trabajo intenso es común.
Una estrategia para lograr la igualdad de género es la creación de programas de mentoría y desarrollo de liderazgo específicamente dirigidos a mujeres. Estos programas ayudan a equipar a las mujeres con las habilidades y la confianza necesarias para avanzar en sus carreras y asumir roles de liderazgo dentro de la industria. Además, la promoción de la educación y la formación en áreas tecnológicas entre niñas y jóvenes es crucial para garantizar una futura generación de mujeres líderes en fintech. Iniciativas que fomentan el interés por las carreras en tecnología y finanzas desde una edad temprana están comenzando a tener un impacto positivo en la participación femenina en el sector.
La inclusión financiera no solo es un objetivo de justicia social, sino que también tiene un impacto económico significativo. En México, las fintech han sido fundamentales para expandir el acceso a servicios financieros a poblaciones que tradicionalmente han estado excluidas del sistema bancario formal. Sin embargo, para que la inclusión financiera sea verdaderamente efectiva, es esencial que las mujeres estén igualmente representadas tanto en el diseño como en la implementación de estas soluciones.
La CEPAL estima que las economías de la región crecerán 1.8% en 2024 y 2.3% en 2025.
El organismo dio a conocer su nuevo Informe Anual en donde destaca que los países de AL y El Caribe enfrentan una “trampa de bajo crecimiento, cambio climático y dinámica del empleo”, y argumenta lo peor es un mal desempeño de la inversión y una baja productividad laboral, a lo que se suma el poco espacio interno para implementar políticas macroeconómicas de reactivación y la incertidumbre global.
El informe, uno de los más importantes de esta comisión económica regional de las Naciones Unidas, fue presentado en Santiago, Chile, en una conferencia de prensa encabezada por el Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), José Manuel Salazar-Xirinachs.
Según el reporte, en el transcurso de la última década, los países de América Latina han exhibido un bajo crecimiento económico, con una tasa promedio del 0,9% en el período 2015-2024. Por ello, el reporte señala que dinamizar el crecimiento constituye una tarea primordial para que la región pueda responder a los desafíos ambientales, sociales y laborales a los que se enfrenta en la actualidad.
“Enfrentar la trampa de crecimiento, aumentar el empleo y crear empleos de mayor productividad requiere el fortalecimiento de las políticas de desarrollo productivo que sean complementadas con políticas macroeconómicas, laborales, y de adaptación y mitigación al cambio climático”, enfatizó el Secretario Ejecutivo del organismo.
El Estudio Económico 2024 de la CEPAL proyecta que América Latina y el Caribe se mantendrá con una trayectoria de bajo crecimiento este año, a una tasa promedio del 1,8%. Este lento crecimiento se observaría en todas las subregiones, puesto que América del Sur crecería un 1,5%; Centroamérica y México un 2,2%; y el Caribe (sin incluir Guyana) un 2,6%. Para 2025 se espera un crecimiento de 2,3% en toda la región, repunte que se explicaría, en particular, por el desempeño de América del Sur (que llegará al 2,4%).
En su segunda parte, el informe analiza el impacto de la trampa de bajo crecimiento y el cambio climático en la dinámica del empleo. Los principales resultados indican que existe una estrecha relación entre el crecimiento y la creación de empleo a nivel agregado y sectorial, por lo que la desaceleración observada en la tasa de crecimiento de la economía se tradujo en una caída de la tasa de crecimiento del número de ocupados en la última década. Entre 2014 y 2023, el crecimiento promedio del número de ocupados de la región fue del 1,3%, un tercio del registrado en la década de 1970 (3,9%).
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