ROBERTO VIZCAÍNO
Ante el sigilo con que el Gobierno de Joe Biden ejecutó la operación para la captura de Ismael “El Mayo” Zambada García, el debate en medios y en las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador terminó dándole vueltas y vueltas a si había sido una entrega, una captura negociada o un secuestro.
Como si lo importante hubiera sido eso en la captura final del capo del narcotráfico más importante, más inasible y escurridizo y más longevo en la historia de los capos en el mundo.
El “Mayo” tenía un aviso por parte del Gobierno de EU por más de 15 millones de dólares para quien informara dónde se le podía encontrar y detener.
La DEA y las otras agencias norteamericanas de justicia y seguridad afirman que el Cartel de Sinaloa que encabezaba este capo, tenía una red de distribución comercialización de drogas -marihuana, cocaína, heroína y fentanilo- en al menos 32 de los 50 estados que integran la Unión Americana.
Y los investigadores de centros universitarios especializados en el seguimiento y análisis de cárteles y consumo de drogas de Estados Unidos, afirman que el cartel de Sinaloa extiende sus operaciones a prácticamente todos los 27 países que forman la Unión Europea.
Un dato da idea y dimensión de esto: el mayor número de presos extranjeros en España por narcotráfico, son mexicanos y forman parte del cartel de Sinaloa.
Y los hay igual en cárceles de Finlandia, o en otros más insospechados.
La semana anterior a la captura de “El Mayo” fue capturado uno de sus representantes en Sudáfrica.
Hasta allá andaba este capo.
Lo cierto es que mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador y su secretaria de Seguridad -mi amiga la periodista potosina que quién sabe qué diablos anda haciendo metida en ese cargo-, Rosa Icela Rodríguez, ponen cara de “¡what!” cada que hablan o tienen que dar respuestas sobre esta inesperada captura, el tema es qué va a pasar con ese imperio de las drogas que quizá obtenía entre 30 mil a 50 mil o más millones de dólares al año.
La interrogante esencial desde mi muy particular punto de vista es saber dónde depositaba El Mayo y su cartel de Sinaloa todo ese dineral, y dónde y en qué lo aplicaba cada año.
Si él dirigió este cártel al menos durante los últimos 40 o 30 años sería interesante, esencial, saber cuánto dinero acumuló en ese tiempo y dónde quedó todo eso.
Un personaje que vivía como ermitaño en la sierra de Durango, ¿tenía capacidad para aplicar financieramente esa inmensidad de dólares?
¿Quiénes, qué bancos, qué entidades financieras, qué personas especializadas en ese manejo de dineros están en el soporte del cartel de Sinaloa?
El Mayo Zambada ya está tras las rejas en una prisión de Estados Unidos y de ahí difícilmente saldrá vivo.
Su futuro no tiene sorpresas. Ya está liquidado, haga lo que haga. Haya sido capturado como haya sido.
El debate sobre su captura debiera ser sobre hasta dónde llegaba su red de distribución y comercialización y sobre sus enormes ingresos.
Sobre quiénes lo ayudaron para mantener todo eso.
De lo otro todo apuna a que se lo llevaron, a que lo sustrajeron y lo entregaron. No fue secuestro porque nadie está pidiendo rescate por él.
RECONOCIMIENTO A ATLETAS EN EL SENADO
El Senado de la República reconoció a la Selección Mexicana de Gimnasia Rítmica de Conjunto, integrada por Kimberly Salazar López, Dalia de Jesús Alcocer Piña, Julia Irene Gutiérrez Pereyra, Adirem Tejeda Amaro y Ana Sofía Flores Valdez, así como la entrenadora Blajaith Aguilar Rojas, quienes representarán a México en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Este merecido reconocimiento lo encabezó ayer la tlaxcalteca Ana Lilia Rivera, presidenta del Senado, quien afirmó que esta selección está integrada “por un grupo extraordinario de mujeres jóvenes que, a través de su talento y dedicación, ha llevado el nombre de México a nuevas alturas; es imposible no sentirse inspirados por su pasión y su búsqueda por la excelencia”, subrayó.
La gimnasia rítmica, indicó, es una disciplina que requiere talento y una dedicación absoluta, por lo que llegar al nivel de estas atletas requiere años de perseverancia y constancia, de ahí que convertirse en el primer equipo de gimnasia artística mexicano que califica a los Juegos Olímpicos, sea un logro histórico.
La senadora Rivera les dijo que no estarán solas, pues se llevarán el corazón de todas y todos los mexicanos, así como el reconocimiento del Senado por todo el dolor y la satisfacción que implica ser atletas de alto rendimiento; “nos vamos con ustedes 130 millones a competir”, dijo.
A su vez, el senador Reyes Flores Hurtado, organizador del evento, afirmó que clasificar a los Juegos Olímpicos refleja el carácter y el talento de cada una de las integrantes, cualidades que deberán impulsar cuando compitan en París, pues ello les permitirá acceder a las medallas; “no se conformen, todavía tienen mucho por dar, vayan por más”, expresó.
Les pidió disfrutar profundamente la competencia y continuar contagiando su entusiasmo a las nuevas generaciones, pues el deporte es uno de los grandes caminos para resolver muchos de los problemas de nuestro país; “son un ejemplo, son un orgullo para muchas generaciones, llevan ese peso sobre los hombros porque lograron hacer historia”.
Blajaith Aguilar Rojas, entrenadora de la Selección Mexicana de Gimnasia Rítmica, se dijo orgullosa del trabajo de las cinco representantes del equipo, quienes han enfrentado diversos retos para clasificarse a los Juegos Olímpicos de París, siendo el primer conjunto que logra este hito en la disciplina.
A su vez, Héctor García Antonio, titular de la Coordinación Técnica de Cultura Física y Deporte del Instituto Mexicano del Seguro Social, dijo que la clasificación de este equipo a los Juegos olímpicos es un “logro extraordinario”; sin embargo, sostuvo que tienen el talento para poner el nombre de México aún más en alto.
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