MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
A López Obrador se le conoce por haberse doblado ante Trump, el bravucón que hace más de cuatro años gritaba que nosotros pagaríamos por su muro y que de alguna manera, Andrés Manuel tuvo que concederle el capricho y envió miles de elementos federales a la frontera sur, el muro humano se había posicionado de Chiapas y no duro mucho, pues al tabasqueño le dio por invitar a todo aquel inmigrante para que pasara por esta su casa.
Evidentemente le tomaron la palabra y hoy tenemos un patio lleno de naciones unidas.
al loco Trump le gusta eso de incendiar a su fanaticada con lo de los migrantes, le funciona y aunque mienta sobre aquello de que los ilegales cometen más crímenes que los gabachos o que son un lastre para la economía de los EUA (mentiras absolutas), ese tipo de pólvora le prende muy bien a la hora de arrojarla a sus hordas supremacistas (no por que sean gringos significa que sean cultos o estén informados, también abundan los fanáticos e idiotas).
La bronca es para la siguiente administración en México, se trata de enfrentar a quien potencialmente sería el inquilino de la casa blanca (santa kamala o Michel Obama, rueguen por nosotros). un Trump que ya canto el tiro y que querrá repetir la misma dosis de golpes, ahora a la habitante de palacio.
Claudia Sheinbaum y su próxima alineación deberán evitar que el «hombre de la arracada» les aplique su brutalidad.
Cierto, no somos costal de nadie, como dijo la doctora, pero eso no lo entiende un bruto, Trump no sabe de razones y por sus venas corre la misma psicopatía de los tiranos, personajes de la historia que creían poseer una misión divina (después de la bala ha nacido un nuevo Hitler o Stalin).
Nuestra visión domesticada en el corto plazo no nos permite ver los alcances de una potencial llegada de Trump, estamos intoxicados de odio y división ( versión descafeinada de guerra civil con cargo a López Obrador), pero el no tener en el horizonte el peligro que implican las amenazas de Trump hacia nuestro país nos hace presa fácil y no perdamos de vista que la fijación de este personaje es exclusivamente en dos rubros , la migración y el comercio…vamos, no se mete con el crimen organizado , no le interesa que el bestial consumo de las drogas en su país genere que México pague con miles de muertos.
y la pesadilla se antoja redonda, ya que mientras Trump saliva el bocado mexicano que habrá de llevarse a la boca, nosotros, esta bendita tierra y su funesta clase política, entretenida con el anuncio de la «casa de los famosos » dos.
De verdad que nos ganamos a pulso las tragedias.